Este mes de mayo…

Fernando Berrocal

Fernando Berrocal Soto

En el mes de mayo, cada cuatro años, en Costa Rica se inicia una nueva aventura democrática, llena de expectativas, de dudas y de esperanzas. Esto es un privilegio del que no disfrutan otros países de América Latina.

Hay que decirlo claramente: el país es de todos y entre mejor le vaya al gobierno que se inicia, tanto al Poder Ejecutivo como al Poder Legislativo, es lo mejor para todos los costarricenses y para nuestro sistema democrático.

Apelamos a una visión constructiva y no destructiva o envenenada por las pasiones políticas y la resaca de la última campaña electoral que, para ser honestos, es la más controversial y llena de odios de las últimas décadas. Aun así, la actitud nacional, tanto de vencedores como de vencidos, debe ser ahora la misma: luchar siempre por el “bienestar del mayor número.”

Eso no significa renunciar al pensamiento crítico y a la libertad de expresión y prensa que está en la esencia del sistema democrático o al papel de oposición en que el pueblo envió a cinco partidos políticos en la Asamblea Legislativa.

El Partido Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, sobre cuya ideología social demócrata y social cristiana se construyó la Costa Rica próspera y de oportunidades de la segunda mitad del siglo XX, tienen que volver a sus raíces y reinventarse políticamente. Otros son fuerzas nuevas y emergentes como el Partido Liberal Progresista y Nueva República. El Frente Amplio debe decidir si asume o no el papel no excluyente de la nueva izquierda en América Latina.

Están también los sectores organizados de la sociedad civil que son poderosas fuerzas de acción e influencia en la vida nacional, defendiendo sus propios intereses y su visión de una Costa Rica que, más allá de esas visiones parciales, es de todos los costarricenses y no solo de los empresarios, los sindicatos, cooperativistas, solidaristas, el movimiento comunal o las municipalidades.

Por encima de todos hay un país: Costa Rica, y todos, sin distinciones, tenemos que darle espacio y tiempo al presidente Rodrigo Chaves y a su equipo, para que comiencen a gobernar, como representantes de un partido político nuevo e improvisado que triunfó con un fuerte mensaje de protesta y CAMBIO de la mitad de los costarricenses contra el establishment y el statu quo y que lo hicieron ganar las elecciones, en los distritos y cantones más pobres, vulnerables y abandonados de nuestro país.

Digámoslo con toda claridad: las últimas elecciones fueron una gran protesta popular. Señal inequívoca y mensaje claro de que la lucha contra la pobreza y la desigualdad son la gran prioridad nacional, a la par de la urgente Reforma del Estado y la necesaria reactivación económica del sector privado y el país.

También, en este mes de mayo, termina la era PAC y el peor gobierno de la II República, con la excepción meritoria del joven ministro y doctor Daniel Salas.

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Un comentario

  1. Gustavo Elizondo

    Mi estimado amigo don Fernando, ocupamos de usted el analista objetivo que siempre ha sido y superar el trago amargo de la derrota.

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