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Vía costarricense
Johnny Soto Zúñiga
El 30 de setiembre de 1969 se fundó la Asociación “Academia de Centroamérica” por parte de un grupo de profesionales costarricenses en su mayoría economistas destacados que eran académicos de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica, ligados al sector productivo; y en los distintos gobiernos han ocupado diversos cargos importantes en el Sector económico como ministros de Hacienda, presidentes y gerentes del Banco Central y hasta la presidencia de la República; consultores y analistas financieros. Durante estos 50 años sin duda esta asociación sin fines de lucro ha dado grandes aportes al país ya que “Estas transformaciones han requerido la adopción de decisiones difíciles, que han suscitado numerosas controversias. Las discusiones han sido constantes, y la Academia de Centroamérica ha participado en la gran mayoría de ellas, de forma activa, abierta y permanente.”
“Entre los múltiples retos de los cuales nos hemos ocupado, destacan el cambio del modelo de desarrollo de sustitución de importaciones por otro basado en la libertad económica; la profunda crisis económica de los años 1981-82; la creación del sistema financiero privado, y la negociación de los tratados de libre comercio. Hoy el país, además de oportunidades, afronta nuevos retos y desafíos. Dos de ellos deben mencionarse especialmente. De una parte, producir más y mejor gracias a la incorporación, tanto en el sector privado como en el público, de los nuevos conocimientos y nuevas tecnologías, es decir, aumentar la productividad de la economía nacional.” (Presentación. 50 años marcando huella 1969-2019. Pág.3)
Es importante para el país, que distintas organizaciones gremiales, del sector productivo y del sector público, asociaciones, etc.; realicen una labor de análisis y pensamiento de los problemas sociales y económicos; y en ello ha sido la labor constante de la Academia de Centroamérica; y consta en sendos escritos, artículos y libros publicados durante este medio siglo. El fin principal de la Academia desde su acta constitutiva siendo una asociación conforme a la Ley N° 218: “…es la investigación y para ello podrá promover la ciencia, las artes y la tecnología”. Nuestro país era muy distinto en la década de 1960, con una economía todavía basada en la exportación de productos agrícolas; un Estado más pequeño, una población de 1,7 millones de habitantes; y poco a poco debía enrumbarse a los nuevos retos mundiales, en especial viviendo en la región occidental, cerca de EE.UU. y toda América Latina.
En la escritura notarial de fundación fue firmada por trece miembros: Fernando Trejos Escalante, Cecilia Valverde Barrenechea, Eduardo Lizano Fait, Alberto Di Mare Fuscaldo, José Miguel Alfaro Rodríguez, Carlos Sáenz Pacheco, Claudio González Vega, Alberto Raven Ramírez, Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, Álvaro Hernández Piedra, Carlos Eduardo Mas Herrera, Álvaro Cordero Rojas y Víctor Hugo Céspedes Solano. Algunos de ellos ya fallecieron; y el día de la celebración se les dio un sentido reconocimiento a los fundadores. Por supuesto que luego afiliaron a otros distinguidos profesionales que han seguido la senda del análisis y la formulación de políticas en los campos económico y social.
“La divulgación de la labor propia de este Centro se realiza por medio de las publicaciones con los resultados de las investigaciones, así como de mesas redondas y seminarios para su exposición ante los auditorios relevantes en cada caso. Bajo este enfoque, los estudios realizados brindan un mayor conocimiento sobre aspectos específicos de las realidades económicas y sociales del país, base fundamental para el diseño y la implementación de las políticas públicas. En esa medida, consecuentemente, el ámbito de las tareas está relacionado en lo fundamental con economía aplicada, no con investigación teórica.” (Libro: 50 años de pensamiento económico y social desde la Academia de Centroamérica 1969-2019. Félix Delgado Quesada, pág.14)
Todas las publicaciones de la Academia constituyen un referente fundamental para comprender el desarrollo social y económico del país. Sus profundos análisis son parte de la historia durante los últimos 50 años; incluso para los que no somos economistas; sus libros hasta con gráficos e investigaciones etc.; se hacen de fácil acceso para todos los ciudadanos interesados en estos temas fundamentales del funcionamiento de una economía en constante crecimiento y que sirve para que los actores y decisores puedan adoptar las mejores medidas de las políticas públicas costarricenses. Son 148 volúmenes desde su fundación en 1969, con alrededor de 3.5 publicaciones por cada año.
Como se señala en las conclusiones: “Pero las publicaciones para reforzar la política macroeconómica en general fueron permanentes, con cobertura amplia a decisiones coyunturales en las políticas fiscal y monetaria, así como en otros tipos de políticas con calado de más largo plazo. Junto con los temas fiscales, no se descuidaron los tópicos de pobreza, distribución del ingreso y mercados laborales. También la Academia puso énfasis en la educación, pilar fundamental del desarrollo económico de una sociedad. Y varios temas más muestran la integridad de los enfoques de la Academia. La Academia desea contribuir, con esta reseña de su bibliografía a lo largo de cincuenta años, a facilitar al lector interesado la búsqueda, con mejor orientación, de los escritos sobre temas de su interés abordados por esta Asociación. Si esto se logra, nos sentimos suficientemente recompensados.” (Op.cit. pág.196)
Finalmente; vivimos momentos complejos en el desarrollo social y económico del país; y hoy se convierte en fundamental que todas las organizaciones del pensamiento e investigación de estos temas; coadyuven de manera profusa para enfrentar los retos y desafíos de un Estado democrático e institucional. Es deber de todos los costarricenses aportar un grano de arena; podemos sacar adelante la tarea para lograr una sociedad más justa y equitativa; de generación empleo y oportunidades; de reactivación; el país es de todos y las medidas y políticas públicas deben estar implementadas pensando en estos objetivos fundamentales. Reitero las felicitaciones, éxitos y bendiciones para que la Academia de Centroamérica siga con su altruista función de análisis e investigación en pro del bienestar de todos los costarricenses.
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COSTA RICA y los sucesos latinoamericanos (una breve reflexión). – Contrario a lo que algunos levantan como amenaza, la comunista «Unión Soviética» fue sustituida hace décadas por la capitalista Rusia. Ese «peligro» desapareció. El poder comunista más grande que existe es el de China, a la que paradójicamente se le rinde pleitesía. Lo que está pasando en América Latina se ha venido gestando a partir de una compleja visión interna de los Estados. Es indebido buscar la «mano peluda» donde no existe. Cada pueblo tiene su propia historia, y las mismas no son homogéneas, por lo que «aquel péndulo» sigue estando presente. Argentina lo está experimentando y Brasil no anda tan lejos, pues tanto Macri como Bolsonaro lo empujaron tanto hacia la derecha, que ahora parece devolverse con gran fuerza hacia la izquierda. Pasó en Ecuador con Moreno y pasó en Chile con Piñera, donde todavía se desconocen los desenlaces. Costa Rica, por su parte, se ha librado de esos acontecimientos, y por eso los partidos de derecha declarada (como el Movimiento Libertario) no eligió ni un solo diputado y el Frente Amplio solo uno. Aquí se decidió todo alrededor de una campaña dominada por un fallo judicial sobre el matrimonio igualitario y la Virgen de los Ángeles. La próxima (vaticino) se librará en mucho, alrededor de la regulación del legal aborto terapéutico (los precandidatos ya le disputan a Fabricio esa «bandera») en medio de la indiferencia electoral del 70% del electorado. El llamado «gobierno de unidad nacional» funcionó como una licuadora donde se mezclaron el PUSC, el PAC y el PLN. Ante ese mal «experimento» sin guía ni destino que poco a poco se desmorona al acercarse la campaña electoral presidencial (la de alcaldes no despierta mayor interés) los jóvenes, que son mayoría, están cada vez más DESCONCERTADOS en medio de su desinterés manifiesto. Sin embargo, si se llega a profundizar la ideología incubada en la Academia Centroamérica, y la pobreza y el desempleo sigue golpeando a ese millón y medio de compatriotas que lo sufren, el péndulo criollo podría empezar a moverse, en cumplimiento de las leyes físicas fundamentales. Newton está enterrado en la Abadía de Westminster, pero sus leyes siguen vigentes, aparentemente también en el ámbito social. (FREDDY PACHECO LEÓN).