¿Un gobierno de Unidad Nacional?

No me jodan, yo ocupo un terapeuta…

Desde La Mina 2.0

Mauricio Castro Salazar

Ya pasaron las elecciones y no me repongo…desde mi punto de vista las elecciones más rudas y fuera de tono que he visto desde que tengo uso de razón (y ojo que no digo violentas). Todo parece augurar que la malacrianza en las redes irá en aumento.

Ante mi falta de explicación del porqué de la malacrianza en las RRSS, creo que fue uno de mis hijos —quienes sin duda entienden mejor esto de las redes sociales que yo— quien me dijo algo como así: no ves que es muy fácil decir lo que uno quiera en las redes sociales, no ves que no tiene que dar la cara y nadie los ve…

Aun sin entender lo que pasó, veo que en estos días post electorales se habla de un Gobierno de Unidad Nacional, y yo de verdad no sé cómo se come eso, por una sencilla razón –motivo por el cual requiero a un terapeuta— y la resumo en estas dos preguntas: ¿Quiénes tienen las credenciales de honestidad suficientes para formar el Gobierno de Unidad Nacional? ¿Solo los que apoyaron al PAC?

Durante la campaña leí y oí comentarios que en palabras más palabras menos decían: “…con el PAC están los liberacionistas honestos…” ergo todos los liberacionistas que no apoyan al PAC son deshonestos y en consecuencia, todos los que eran deshonestos —y hasta llamados corruptos y ladrones— pero apoyaron al PAC pasaron de una a ser honestos. ¡Cosas veredes…!

Yo siempre me he considerado una persona honesta y de repente por no apoyar a un candidato y a su partido de la noche a la mañana me convertí en deshonesto. No tienen idea lo que me ha afectado eso…he pasado noches de insomnio terribles, no he podido pegar el ojo…he recurrido al té de tila, a respiración pausada, a pastillas, pero nada de nada, y concluí que requiero a un terapeuta para que me ayude a asimilar la realidad: “no apoyaste al PAC, sos deshonesto”

Pero en las largas noches de insomnio lo que si he podido concluir es que el PAC nos robó el corazón, nos dejó sin corazón a los liberacionistas, nos robaron nuestros principios y nuestras ideas: la forma de concebir una sociedad más justa e incluyente, y además tuvieron el coraje de plantearlo así.

Y logré entender el odio visceral con que algunos amigos y conocidos que militaban en la izquierda leninista de mis tiempos colegiales y universitarios sentían hacia lo que significaba “Liberación y su rosa socialistademocrática” de esos tiempos: nos les habíamos robado el corazón, les tomamos sus ideas revolucionarias y tuvimos el coraje de llevarlas a la práctica, haciendo –como dijo Daniel— la revolución posible.

Luego vino la desintegración de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín y vi a algunos de esos amigos ya no con odio hacia nosotros, sino desorientados y alicaídos…de igual forma como nos sentimos “los jóvenes liberacionistas de los 70 (JL70)” hoy: desorientados y alicaídos.

Pero luego del resultado electoral de la primera ronda y Liberación afuera de la segunda vuelta, vi que la felicidad y el ánimo político volvía a algunos de esos amigos y conocidos de la izquierda leninista de mis épocas juveniles, disfrutaron como niños comiendo helados el descalabro de Liberación Nacional.

¿Nos pasará a nosotros —los de la JL 70— igual si el PAC se descalabra? ¿Lo disfrutaremos tanto como ellos?

Desde mi casa en La Mina, en Santa Ana, solo puedo repetir que requiero a un terapeuta para que me ayude a entender todo lo que ha pasado, a ver como de honesto pasé a deshonesto, como los antes calificados como deshonestos pasaron a ser honestos y como —entre todos— recuperamos el corazón que nos robaron, y por supuesto espero que los ganadores logren de una vez por todas formar su Gobierno, de Unidad Nacional o de Partido o como quieran, pero que lo conformen de la mejor manera, para beneficio de todos y todas.