¿Un año de engaño?

Desde La Mina 2.0

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro.salazar@gmail.com

El 7 de mayo de 1979, hace 40 años, la Juventud Liberacionista, la JL, salió por la noche “de pintas” por todo el país a pintar en las paredes más visibles “Un año de engaño”, utilizando la U que el Partido Unidad utilizó en la campaña. Unos pintaron, otros fuimos “campanas”, otros choferes y por supuesto, los que dieron las órdenes…

Dicen que la idea fue del Padre Núñez, nunca lo sabré porque no le pregunté. Se hicieron varias pintas, recuerdo una en la pared del cementerio de Montes de Oca, otra por La Soledad.

La guardia civil, bajo el mando del Ministro Echeverría Brealey, pareció como si nos estuviera esperando, recuerdo las carreras y sustos que pasamos esa noche. A los que pintaron por La Soledad casi los agarran y se salvaron porque se camuflaron con los pasajeros que en ese momento desembarcaban de un Tica Bus.

Las veces que he visto a don Juan José Echeverría nunca le he preguntado si ellos sabían —porque es soplaron— de la acción de rebeldía de la JL o si por venir del mismo PLN suponían que lo haríamos…

El reclamo fue que se habían ofrecido muchas cosas en la campaña, un cambio, y no se estaban cumpliendo, o por lo menos nosotros “los que teníamos telarañas en nuestros ojos”—como nos dijo hacía un año Rodolfo Cerdas cuando le criticamos duramente por haber votado siendo de izquierda por el candidato de la Unidad para que fuera Presidente de la Asamblea Legislativa—no notábamos cambio alguno, no vimos el cambio ofrecido.

Han pasado 40 años, la forma de hacer política ha cambiado. Hoy sería injusto decir que sumamos 365 días de gobierno y que ha sido “Un año de engaño”, sencillamente porque la información que llega sobre acciones sectoriales de ambiente, agricultura, comercio exterior, economía, hacienda, turismo y de algunos otros nos muestra que al menos los o las jerarcas de esos sectores están con las pilas puestas.

Pero en la campaña no se centró en temas sectoriales específicos, se centró en temas relacionados con derechos humanos de nueva generación, en cambios en la salud, en la generación de empleo, en el transporte, en la seguridad social, en la seguridad ciudadana y no los hemos visto todavía.

Lo que me preocupa mayormente es que una gran mayoría de la gente se sienta engañada, pierda la esperanza en la democracia y que de repente aparezca “un mesías, un redentor”, como lo hemos visto en otros países del norte y del sur, gane las elecciones y ahí sí que “…nos jodemos todos ustedes…”

Hace cuatro años, en el 2015 también había escrito una columna con el mismo tema, a un año de la administración Solís. Pareciera entonces, a un año de la de Alvarado, que vale hacerse la misma pregunta: ¿Un año de engaño?