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Vía costarricense
Johnny Soto Zúñiga
Por esta época del año celebramos la denominada Semana Santa o Mayor (Muerte y resurrección de Jesucristo para los católicos y cristianos); y en la tradición judía celebran Pesaj (Éxodo es la salida de los hebreos en esclavitud de Egipto bajo la conducción de Moisés); fechas que a veces coinciden en el Calendario Gregoriano. Lo fundamental es ser creyente de la existencia de Dios El Eterno, Infinito, Creador Universal; y que estamos conectados con el Altísimo y Todopoderoso y guardamos la esperanza de que una vez resuelto el paso terrenal de nuestro cuerpo y espíritu; logremos que nuestra alma ascienda al Reino de Dios o como también se conoce como el Reino de los Cielos.
Constantemente los creyentes oramos al Señor, que nos proteja y cubra con su manto sagrado y sabemos que los cielos es un espacio ilimitado por encima de la tierra, se indica donde el Sol brilla durante el día, y la Luna y las estrellas lo hacen de noche, donde soplan los vientos y las nubes corren; es el firmamento. En el primer Libro Sagrado de la Biblia denominado Génesis 1; nos describe el relato de la Creación; “Al principio creó Dios el cielo y la tierra”. Sin duda los seres humanos queremos conocer el Trono de Dios; en lo más alto nos sea revelado la verdad absoluta de toda la creación del Universo y más específico nuestro paso por el planeta tierra; cual es en sí nuestra misión como seres humanos; y que por ahora gozamos del discernimiento entre el bien y el mal.
Buscamos todos los días la iluminación; ahora tenemos herramientas tecnológicas para tener acceso a explicaciones del origen del universo. Podemos afirmar que Dios creó el universo con sabiduría; existe el amor como algo mágico que nos legó el Ser Supremo a los seres humanos; siendo un motor fundamental en la existencia humana; incluso podemos decir que del amor nacen en su mayoría los seres humanos; además existen otros objetivos en la vida como la familia, el trabajo, la profesión u oficio; todos queremos tener un mayor conocimiento de la vida. “A nivel intelectual resulta muy fácil saber que todo el espacio-tiempo es un campo de materia/energía, que el yo individual no tiene ninguna existencia independiente del Uno y que todas las criaturas, la materia y la energía no son manifestaciones pasajeras del Ser.
No obstante, saberlo verdaderamente –es decir, vivir de acuerdo con esta verdad –es conocer nuestra propia naturaleza real, acabar con los deseos egoístas que causan nuestro sufrimiento y el de otros, y experimentar una pacífica y al mismo tiempo indescriptiblemente, dolorosamente hermosa sensación de espaciosidad en el Uno que Es, aquí, ahora, por todas partes y siempre. Los factores que le alejan a uno de este camino varían de un individuo a otro en función de los valores y de los miedos que residen en su mente. Sin embargo, el final del camino es el mismo: el final del deseo y del sufrimiento, una experiencia de amor y paz ilimitados, fundirse con el Uno.” (Todo es Dios. Jay Michaelson. Págs. 273 y 274)
Entonces; en estos días el ser humano; en especial los cristianos, los judíos y toda la tradición judeo-cristiana; hacemos un alto en el camino y reflexionamos y pensamos en la existencia de un Mesías; para los judíos éste les traería prosperidad temporal y la victoria sobre sus enemigos en la tierra y seguía existiendo en el futuro. Para los cristianos, el Mesías era el Jesús histórico; es por eso que en esta Semana Mayor se celebra sobre la vida, muerte y resurrección a los tres días de la crucifixión de parte de los romanos (se dice que la fecha está comprendida el 28 y el 33 d. C. siendo el suplicio de Jesús en la cruz; era la forma de muerte que daban los romanos, además con su manto púrpura y la corona de espinas sobre la cabeza de Jesús).
Es importante que el nombre Cristo es la forma griega de la palabra hebrea mesías y significa “el Ungido”. Algunos autores judíos, sobre todo del período inter-testamentario, creían que Dios enviaría a su pueblo un rey del linaje de David, el cual los libraría del padecimiento y de la opresión, e implantaría el reino de Dios. (Ver en el Nuevo Testamento, aunque sin verdadera relación con las esperanzas mesiánicas de los judíos; Mateo 2,4; 16, 16-20; 26, 63; 27, 17; Marcos 1,1; 8, 29; 14, 61; Lucas 2,11; 3,15; 4, 41; 9, 20; Juan 1,41; 6, 69; 20, 31; Hechos 2, 36; Romanos 5 vers, 6 y 8)
Además el concepto del otro mundo es una concepción que tanto los judíos y los cristianos, comparten; es decir coinciden en la existencia del Reino de los Cielos; incluso los filósofos griegos afirmaban que el mundo sensible espacio – temporal es una ilusión y que un hombre puede aprender a vivir en el mundo eterno, que es el único real. La doctrina cristiana y judía, por otra parte, concibieron el Otro Mundo no como metafísicamente diferente de este mundo sino en el futuro, cuando los virtuosos gozasen de la gloria eterna y los malvados sufriesen eternos tormentos. Este credo incorporó la psicología de la venganza y fue inteligible a todos como no lo eran las doctrinas de los filósofos griegos. (Historia de la Filosofía. Bertrand Russell. Pág. 356)
Finalmente, transcribo un escrito de 1799 del alemán Friedrich Schleiermarcher: “El universo existe en actividad ininterrumpida y se nos revela a cada momento. Cada forma que trae al ser, cada ser al que da existencia separada de acuerdo con la plenitud de la vida, cada acontecer que rebosa de su rico útero siempre fructífero es una de sus acciones sobre nosotros. Así, aceptar cada cosa individual como parte de una totalidad y todas las cosas limitadas como una representación del infinito es religión”. (Op. Cit. Jay. M.Pág. 151)
Invito en estos días a darnos un espacio de reflexión sobre Dios nuestro Padre Eterno y Creador Universal; que nos dé luz infinita y que nos permita sumergirnos en el conocimiento del conocimiento mismo y acercarnos cada día más a la verdad absoluta; el amor más transparente y lograr un escenario de cielo que lo contiene todo. Dios no está en absoluto separado de nosotros; todos somos chispa y creación del Altísimo; y nos permitirá acceder al Reino de los Cielos.
