Qué bueno Keylor, que bueno Andrey, pero….

Desde La Mina

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro@costarricense.cr

Mauricio Castro

En mi casa en La Mina, en Santa Ana, he estado atento al giro de Italia y a la final de la Champions. Con emoción he visto el desempeño de estos dos jóvenes costarricenses, de dos compatriotas, que nos llenan de orgullo y de emociones.

Keylor Navas es un ejemplo para todos en el país y sobre todo para los que van creciendo: si uno se fija metas claras y pone de su parte, es posible alcanzarlas. Que papá y mamá no viven conmigo y crecí sin ellos…no es tropiezo, que me tuve que mover del pueblo a San José…no me detiene, que tuve que entrenar y entrenar sin ser titular…entreno más, que por más que me han provocado no he hablado mal de nadie…sigo para adelante.
Keylor por más bueno que es entrena como todos los demás o más.

¡De verdad que es un ejemplo!

A pesar de eso, me cuesta apoyar al Real Madrid, no por un tema deportivo sino por uno ideológico (el deporte y la ideología históricamente van de la mano). El Madrid fue el equipo del dictador, era el equipo protegido de la dictadura franquista…dirán que eso fue hace muchos años y debo contestar que la forma en que manejan todavía el intercambio de jugadores es un vivo ejemplo de cómo se manejan las cosas en una dictadura: hago lo que quiero sin importar los derechos de nadie o como agregó alguien por ahí: “les gusta comprar cromos” y otro dijo de forma muy vulgar pero que refleja el espíritu de la Presidencia merengue: “culo que veo…culo que quiero”.
Alegría enorme nos dio Keylor y ojalá que siga cosechando triunfos por doquier.

Andrey Amador es un súper ciclista. Lo da todo por su equipo. Juega el papel que su equipo le indica. Entrena noche y día con disciplina y dedicación y sigue las instrucciones al pie de la letra: “campeón a usted le toca hacer de peón”, pues Andrey hace de peón, sin aflojar sin desmayar.

Andrey ha corrido con gripe y no ha aflojado y no puede tomar las medicinas que un ser normal toma porque podrían acusarlo de estar dopándose. Tiene que curarse a punta de agua, limón, acetaminofén y cositas que los doctores recomiendan cuando uno tiene tiempo para curarse: “tómese una limonada caliente, un caldito de pollo y repose unos tres días”, pero en esos tres días Andrey tenía que recorrer más de 450 km y no tenía tiempo para el reposo, y así, engripado, le ha puesto duro y bonito, nos ha demostrado lo que es estar entrenado y listo para correr. Nada ha improvisado, por más bueno que es entrena como todos los demás.

¡De verdad que es un ejemplo!

Cuanto me hubiera gustado que Andrey en lugar de logos de “Movistar” llevara los de “Kölbi”. El ICE financia equipos de fútbol y actividades por docenas que no ayudan en nada a hacer crecer el deporte. Andrey con su camisa y gorras con logos de Movistar deberían obligar al ICE a plantearse su estrategia de publicidad, escoger mejor que es lo que financia. (Ojo que no estoy diciendo que financie un equipo en el giro de Italia)

Que cosa: dos ticos maravillosos, grandes ejemplos para los muchachos que crecen, auspiciados por patrocinadores que se contraponen a mi forma de ver la vida.

¿Será que uno no debe mezclar el deporte y la ideología? ¿Qué son cosas en las que uno no se debe fijar?

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