Monólogos con Pelé: ¿Que todavía faltan dos años?

Lina Barrantes

Lina Barrantes Castegnaro

Los 8 de mayo cada 4 años, los gobiernos de Costa Rica cambian. El 8 de mayo de 2010, Laura Chinchilla, se convirtió en la primera mujer en ocupar la presidencia de la República de Costa Rica. Laura llega con un enorme capital político, producto de muchísimo apoyo popular. Dilapida muy pronto ese capital político, convirtiéndose hoy, según las encuestas, en el o la presidenta mas impopular, a los dos años de gobierno, que ha tenido este país.

Dos estrategias parecen dejarse ver en los primeros meses de la administración Chinchilla, la primera, una banalización de la política y del cargo de Presidente: durante varios meses, la Presidenta dedica mas tiempo del aceptable a bailar sevillanas en programas de televisión, cocinar paellas, ser comodín en Quiere Usted ser Millonario, recibir durante un día entero a alguien que pretende algún día escalar una montaña, etc., etc. La segunda es la creación de crisis artificiales. La primera, fue cuando invita a Rodrigo Arias a visitarla en su despacho, no se hace acompañar de su Ministro de la Presidencia, entonces Marco Vargas, y ahí, en ese momento, a unos meses de haber asumido, provoca la primera crisis de gobernabilidad consiguiendo: poner a su Ministro en una situación difícil, de la cual, para lograr sacarlo, se ve obligada a tomar distancia de Rodrigo Arias, y en ese momento se inicia su divorcio de Oscar y Rodrigo Arias, que es una de las facturas mas caras que ha venido pagando durante estos dos años de gobierno.

Estas crisis provocadas e innecesarias me recuerdan los primeros dos años del gobierno de José María Figueres. Recuerdo que los ATD’s, hoy llamados “Procesos”, decían entonces: “Los Figueres se crecen en las crisis” y con esa actitud irresponsable llevaron a José María por un tortuoso camino (y también al país, por ejemplo, cerrando innecesariamente el Banco Anglo) que conducía a un descalabro. Al pasar lo dos años, José María Figueres da un golpe de mando y toma distancia de los “Procesos”. Cambia de Ministro de la Presidencia, y reorienta su gobierno, permitiéndose así terminar con dignidad.

Espero que con el abandono de los “Procesos” de su puesto de “hacedores de imagen presidencial” Laura logre dejar de conseguirse crisis inventadas, que suficientes crisis de verdad tiene por delante. Pienso en aquello de que el ser humano es el único animal que haciendo lo mismo dos veces espera resultados diferentes. ¿Por que si la estrategia de las crisis artificiales le salió mal a José María Figueres, Laura Chinchilla podía esperar que con ella fuera exitosa?

Pero hay otra característica que marca estos dos años de gobierno: la falta de lealtad con su equipo. Cuando el Canciller va a la Asamblea Legislativa a defender los 30 o 40, o 50 nombramientos políticos de la Presidenta de la República (por que salvo para los Diplomáticos de Carrera, para cualquier ciudadano común es obvio que los compromisos de campaña pagados con cargos en el Servicio Exterior, no son compromisos de un Jefe de Campaña, sino del candidato (a) y a los pocos días la presidenta sale removiéndolo de su puesto de canciller, y anunciando que echará atrás esos nombramientos, la Presidenta no está siendo leal con el canciller.

Cuando el ministro de transportes descubre unos ladrones en su ministerio, hace una investigación preliminar, informa a la presidenta y pone la denuncia ante el ministerio público, y la presidenta le pide la renuncia al denunciante, hay dos posibilidades: o la historia que nos contaron no es cierta, y falta un pedazo, o la presidenta no está siendo leal con su ministro de transportes.

Cuando el gran tema en Costa Rica parece ser la recuperación de la dignidad manchada por la invasión de Nicaragua a Calero, y tenemos al Canciller trabajando mañana tarde y noche por la recuperación de esta dignidad, pero la Presidenta no dedica ni una línea a la política exterior del país en su discurso del 1 de mayo, perdón, pero la presidenta no está siendo leal con el Canciller.

La única manera de avanzar con éxito en un camino, es con un equipo jalando para el mismo lado. Cuando un equipo no tiene confianza en su líder, ese equipo se mantiene haciendo lo que llaman “fuerza de cara”, o sea, haciendo que hace. Eso no permite avanzar para ninguna parte.

Ojala mi perro y yo estemos equivocados y las que nos parecen faltas de lealtad de Laura hacia su equipo no lo sean. Ojala estemos equivocados y los integrantes de su equipo no desconfíen de su líder. Ojala esto también, como las crisis inventadas se vaya con los Procesos, por que solo así el sucesor de Laura encontrará un país menos golpeado que lo que hasta ahora sentimos los costarricenses que está.

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Un comentario

  1. Luis Bernal Montes de Oca

    Como siempre excelente análisis, Lina, igual que casi entodos tus diálogos pones el dedo en la llaga, ojalá que la Señora Presidenta lee este análisis y trate de nederezar el rumbo del barco y no nos pase la del titanic hace cien años.

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