Miopía

Cuaderno de Vida

Gustavo Elizondo Fallas

Gustavo Elizondo

Allá por mis años mozos, ahí perdonen la distancia”, el año 1986 para ser exactos, primer gobierno de Oscar Arias, con poco más de 20 años, me tocó desempeñarme como Ejecutivo Municipal, hoy Alcalde, en la Municipalidad de Dota, mi querido cantón. Si bien su territorio es grande, desde el año 1974 acoge la Reserva Forestal Los Santos y ahora el Parque Nacional Los Quetzales, que juntos cubren el 80 % del cantón, lo que hace que su actividad económica y agrícola esté limitada, por lo que el erario municipal no recibe muchos ingresos.

En medio de esa situación, logramos establecer vinculación con la Agencia Española de Cooperación y con su acompañamiento se realizó un estudio de factibilidad para establecer un reservorio en el vetusto acueducto y cambiar la totalidad de la tubería ya muy dañada y de un material no recomendado por su alta oxidación; el tanque tendría una altura y capacidad suficiente, no solo para cubrir la demanda de entonces sino proyectada a unos 20 años. Se logró también con la agencia un aporte del 75 % del costo y la Municipalidad tenía que asumir un 25 % mediante un crédito blando y de muy largo plazo con el IFAM. El día que se tenía que aprobar el emprésito, uno de los regidores de ingrata memoria, convenció a dos más, alegando que “era una vaina comprometer los recursos del Municipio cuando había alcantarillas que colocar y caminos que arreglar”; en la Sesión siguiente presenté mi renuncia y con ello llegó a su fin mi incipiente carrera como político.

Traigo a colación esta añeja historia, porque guardando la distancia en el tamaño e impacto, escuché la comparecencia de la Primera Dama doña Claudia Dobles, el Ministro Don Rodolfo Méndez y la Presidenta Ejecutiva del INCOFER doña Elizabeth Briceño ante la Comisión Legislativa asignada a estudiar el Proyecto Tren Eléctrico del GAM y escuchando a algunos señores y señoras diputados, con una falta de visión y alegando que no es el momento de asumir tal compromiso, se me parecieron al Regidor de Dota preocupado por las alcantarillas; a este señor que no había terminado siquiera su educación primaria se le perdona, pero a padres de la patria, que debieran anteponer la reactivación económica y el desarrollo del país sobre sus cálculos politiqueros, resulta inadmisible. Nos dio vergüenza ajena la falta de análisis objetivo de estos parlamentarios, su visión no les llega más allá de sus narices. Insistieron que si el proyecto presentado había sido realizado antes o después del Covid-19, por supuesto que antes, un proceso de estos lleva varios años y la pandemia lleva en el país 3 meses; lo que si es cierto es que un proyecto de esta dimensión contribuirá a esa reactivación económica que urge post pandemia y que la problemática que ayuda a solucionar tiene que ver con una inmensa población enfrentada día a día con el tránsito colapsado de la GAM, perdiendo tiempo en eternas presas, en detrimento de la convivencia familiar y la calidad de vida en general. Deben entender los señores y señoras diputadas, que las condiciones de este crédito blando en cuanto a intereses, período de gracia y plazo, se dan en la coyuntura del uso de recursos verdes considerando el alivio a la contaminación vehicular, no es un crédito que podamos fácilmente decir _oiga BCIE ¿pueden pasarme esos recursos a esta partida de atención al Covid?_ Que la pandemia que debemos superar con la unión y el aporte de todo el país, no encoja nuestra mente ni destruya nuestros sueños, no dejemos de imaginarnos una GAM con un transporte colectivo moderno, de primer mundo, que es lo que persigue este proyecto.

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