¿Libertad o irresponsabilidad?

Monólogos con Pelé

Lina Barrantes Castegnaro

Lina Barrantes C.

Las redes sociales, y la proliferación del Internet definitivamente han transformado la comunicación entre los seres humanos. Hoy podemos comunicarnos en tiempo real, con cualquier persona en cualquier lugar del mundo, gratuitamente. El problema de esa “gratuidad” es que muchos han considerado que también su uso es gratuito en cuanto a las responsabilidades, y es así como vemos comentarios en la red que no tienen ni pies ni cabeza en cuanto a su contenido. No solo, no cuidan el fondo, sino que tampoco la forma. Pareciera que en el ciberespacio es indigno cumplir con reglas ortográficas mínimas, y es asi como nos topamos con el uso permanente de la K, por ejemplo.

Muchas veces para decir tonterías o insultar, la gente se esconde tras el anonimato, y aunque los medios digitales piden una suscripción para poder “postear” un comentario, con frecuencia los nombres son nombres de imaginación, no reales.

En este escenario, los comentarios sobre hechos políticos, son como los chismes en la calle, como lo que se dice en un autobús, o en el parque central mientras esta uno subido en la silla del señor que tiene 20 anos de limpiar zapatos en la misma esquina. Son muchas veces atrevidos, irrespetuosos, mal escritos (de fondo y de forma) y sin ningún sustento real.

Pareciera que quien esta detrás de una computadora se siente todo poderoso y capaz de escribir sin ningún temor de decir cualquier cosa que pasa por su mente. Esa libertad e independencia de la que disfruta el internauta, es poco usual en los ticos. Los ticos no hablamos directo, no hablamos de frente, no decimos lo que realmente pensamos, tratamos de quedar bien con todo el mundo … no confrontamos. Una amiga que vivió mucho tiempo en Uruguay dice que su marido se refería a nuestro estilo de hablar como a un estilo centroamericano de nunca decir mucho, o de andarse por las ramas. Incluso nuestro idioma nos lo permite: ¡hay tantas palabras aproximadas! En francés, no se puede ser tan impreciso. Mucho menos en ingles, idioma claro ¡con palabras exactas! Pues el Internet nos ha salvado de esa predestinación centroamericana a un uso elíptico del idioma. Cuando estamos frente a la computadora, o al teléfono inteligente, o frente a la tableta, somos como los súper héroes, nos armamos de valor, insultamos, hablamos duro y decimos lo que se nos antoja.

Todas estas reflexiones me vienen a la mente, al leer los comentarios aparecidos ayer en Cambio Político en la columna de Claudio Alpizar, “Un lobo con piel de hidalgo” a los que el articulista responde con una frase lapidaria por lo cierta: “Interesante como reacciona la ultraderecha nacional”. Definitivamente es interesante, pero lo que creo es que Claudio tiene que tomar en cuenta, que es como reacciona la ultra derecha nacional frente a una computadora, en la intimidad de su casa o su oficina. Cuando se sienten a gusto, cuando se siente protegido por su entorno y entonces, ¡son capaces de decir cualquier cosa!

El ciberespacio tendrá que evolucionar a que el usuario asuma las responsabilidades por sus palabras. Tendrá que regularse, su uso tendrá que ser cada día más serio y más conciente. Pero por mientras, hay que reconocer que ha traído a los ticos, la ventaja de hacernos sentir muy valientes y capaces de decir cualquier cosa, aunque lo que digamos no tenga ningún sentido.

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* Pelé es un perro beagle, mi perro. El escucha pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decido poner en blanco y negro. Por eso en agradecimiento a su complicidad, he decidido poner este nombre a la columna.

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