Liberación Nacional: El partido de unos pocos

Raquel Castro

En vísperas de la celebración oficial de los 67 años de existencia del Partido Liberación Nacional queda una gran incógnita. ¿Es momento para celebrar? Los más positivos dirán que sí. Somos el partido de las grandes transformaciones en Costa Rica. Defensores históricos de la democracia, la equidad y la naturaleza.

Aunque mi corazón bombea sangre verde, la razón me indica que no es momento para vanagloriarse de logros de otrora. Ganaríamos más invirtiendo esa lealtad, convicción y trabajo en una reestructuración interna que nos permita fortalecer las bases, refrescar la ideología, simplificar los estatutos y modernizar nuestros procesos internos.

Pasamos de representar a la mayoría del electorado costarricense a ser hoy en día el partido de unos pocos. De unos pocos que de forma antojadiza imponen nombres, se brincan procesos, se endilgan posiciones partidarias y reparten cuotas de poder inexistentes. Unos pocos que no han entendido que en el 2014 y luego con aún mas fuerza en el 2018 Costa Rica nos dijo ¡No!

En vez de reunirnos los mismos de siempre, innovador habría sido invitar a representantes de distintos sectores alejados al PLN y escuchar el motivo de su distanciamiento. En vez de sentarnos a escuchar los discursos que han marcado nuestros fracasos electorales, visitemos las comunidades que dejaron de ser liberacionistas y a sus líderes.

Dejemos de excusas y justificaciones. Los fracasos no han sido consecuencias del momento político que se vive, no es un asunto coyuntural. Una renovación cosmética es inefectiva e insuficiente. No podemos pretender resultados distintos si seguimos haciendo exactamente lo mismo y con las mismas personas.

Lamentablemente no quiero celebrar a mi partido. El partido por el cual mi abuelo arriesgó su vida. El partido al cual mi padre le ha dedicado la mayor parte de su carrera profesional. El partido por el cual he madrugado y trasnochado, recorrido el país de frontera a frontera y dejado más de una suela de chancletas gastada. No lo quiero celebrar. ¡Lo quiero revivir! y esto no se hace callada.
Por lo cual retomo mis columnas en Cambio Político, con un enfoque distinto. Dedicaré mis líneas a informar a esos liberacionistas que, como yo, no aguantan más. Informar sobre actuaciones, acuerdos, foros, reuniones y movimientos del partido y sus autoridades. ¡Que no se equivoquen! Este partido no es de ellos ¡Es nuestro!

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4 comentarios

  1. Gustavo Elizondo

    Raquel, me tocó las más profundas fibras del alma, soy hijo de un excombatiente, al igual que usted llevo sangre verde en mis venas y también chancletee por los pueblos de Los Santos en mi juventud, buscando apoyo para mi otrora querido Partido; con 20 años fui Ejecutivo Municipal y disfruté los fríos de la Catalina a la par de nuestro querido Luis Alberto, conversando mientras mirábamos las luces de San José (él con un whisky con sirope, yo con un vino tinto). Dejé el partido desde el 2000 cuando sentí traicionados los principios socialdemócratas pero ambiciono poder volver algún día, porque creo que queda gente valiosa como usted, que pueden de nuevo levantar la bandera. Pero antes, hay que hacer una «limpia» para sacar varios malos espíritus iniciando por su actual Secretario General.

  2. Y qué hacer ante tanta resistencia de esos pocos a los que alude Raquel, sino quieren aflojar el control. Da pena ver como nuestro partido se desangra y muere lentamente sin que los auxiliares podamos ayudarle.
    Ante esa resistencia al cambio es donde muchos han preferido marchar y hacer su propio cambio.
    Sino tengo apellido o padrino de esa camada, jamás lograré ingresar.
    Y así un partido tomado por un clan jamás volverá a ser el que era.
    Como me duele!!

  3. Totalmente de acuerdo con usted Doña Raquel. Sus palabras muy acertadas. En mi familia por generaciones hemos sido de PLN la bandera verde y blanco siempre ha estado hondeando en mi familia, que las últimas elecciones llegue una persona del partido USC que hoy se persigna con nuestro partido me diga que mi voto no cuenta; la verdad no sé ni que pensar. Que pasará con mi voto en las próximas elecciones? y que pasará con miles de votos que sigue perdiendo nuestro partido todos los dias…? Nada que celebrar, nada porque brindar. Nuestros padres fundadores del.partido nos darían un discurso de como se trabaja y sacarían a patadas a muchos sino a todos de los políticos que hoy se sientan en la silla que dicen nos representan. Urgen cambios, volver a los principios y nuestras bases sino aceptan el error, pronto muy pronto todo será un recuerdo, PLN serâ historia; triste final; NADA QUE CELEBRAR.

  4. Fernando Soley Soler

    Un artículo serio que apunta en la dirección correcta,Dios quiera toda la generación de relevo tenga la claridad de este artículo , los principios no cambian son los instrumentos para lograrlos , lo triste es ver que muchos dejaron las banderas, soy optimista, muchos jóvenes y viejos seguimos siendo socialdemócratas, es hora de barrer para afuera a infiltrados y para adentro a los que con justa razón se han alejado

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