La libertad de elegir y escoger

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñiga

Finalmente el próximo domingo 6 de abril son las elecciones nacionales donde el pueblo costarricense elegirá la fórmula presidencial propuesta por los dos partidos políticos que pasaron a esta segunda ronda electoral el pasado 2 de febrero, el Partido Acción Ciudadana -PAC- y el Partido Liberación Nacional -PLN-. Poca ha sido la algarabía y propaganda, al retirarse de la campaña el candidato presidencial liberacionista; sin embargo el PLN, su Directorio y muchos dirigentes siguieron organizando la campaña en los cantones, como una forma de defender la institucionalidad partidaria; haciendo una llamado a votar a todos los simpatizantes liberacionistas y a los costarricense que crean en las ideas y programas del PLN.

Una campaña que se convirtió en larga, de prácticamente seis meses, que ha tenido en vilo a la Nación y sus ciudadanos. (Por cierto debería reformarse el Código Electoral para que en caso de 2da ronda electoral el plazo sea de un mes, y no largos dos meses). En la calle, la mayoría de los vehículos no llevan bandera de ningún partido político, solamente se ven algunos del PAC, que siguieron con las visitas del candidato Solís en las denominadas “caravanas de la alegría”; no hubo actos masivos ni concentraciones tradicionales, como antes se hacían y el pueblo podía acercarse al candidato; ahora son pequeñas reuniones en los distritos y cantones. En el caso del PLN, lo más visible fueron las visitas del candidato a la vicepresidencia Ing. Jorge Pattoni que prácticamente recorrió todo el país haciendo un llamado a votar por el PLN (incluso manifestó que no estuvo de acuerdo con la decisión de retiro del candidato Araya).

Esta campaña fue atípica, diferente, es la primera vez que un candidato liberacionista desiste de seguir en campaña en un partido que ha participado ininterrumpidamente en todas las elecciones desde su primera campaña en el año de 1953 hasta la fecha (estando siempre partícipe entre los dos principales partidos políticos, en primera o segunda ronda electoral). Son 62 años de historia en la vida política nacional y por primera vez se enfrenta a un partido diferente y no salido del calderonismo histórico (Republicano Nacional, Unificación Nacional, Unidad Social Cristiana). En esta ocasión a un partido con 12 años de fundado: Acción Ciudadana compuesto por partidarios que anteriormente militaron en las filas liberacionistas, socialcristianas, de izquierda socialista, o simplemente gente salida de la academia universitaria o que nunca habían participado en política.

Lo fundamental de esta elección, es que el pueblo tenga la posibilidad de ejercer el derecho soberano de sufragar con toda libertad, sin presiones, un principio inherente al ser humano, en un país con un régimen republicano de gobierno, con una fuerte libertad política y económica. Al tenerse libertad de elegir, tenemos también la libertad de escoger. El elector escoge entre varias ideas y programas que los partidos políticos plantearon al electorado. El principio de libertad llega a su mayor amplitud, al poder escoger entre dos opciones. Los dos partidos en disputa tienen rasgos similares, su rango ideológico es de centro, más cercano a un socialismo democrático, de intervención estatal, de regulación y control en las distintas esferas del poder político.

En este caso, la libertad de escoger y elegir entre el continuismo del PLN, con la posibilidad de por primera vez lograr un tercer triunfo consecutivo y el cambio con la llegada al poder de un partido político que nunca ha gobernado; que por primera tendría la posibilidad de acceder al poder ejecutivo. Los costarricenses de buena fe deseamos lo mejor para el país; si la cosas resultan positivamente, no beneficiamos todos (as) en los ámbitos económico, social, político, en un mundo globalizado, donde las importaciones y exportaciones tienen un peso fundamental. La atracción de inversión extranjera, la generación de empleo, una mayor educación integral, que permita que los jóvenes puedan tener acceso a mejores empleos con salarios bien remunerados.

Los dos programas de gobierno plantean la existencia de un Estado interventor, regulador, participativo, que guié los objetivos en forma planificada del crecimiento y desarrollo. Ambos sostienen la necesidad de una reforma fiscal, el PLN de inmediato y el PAC dentro de dos años, luego de una mejor recaudación de los tributos para generar confianza en el contribuyente. La historia dirá que es lo más conveniente para el país. El déficit fiscal es riesgoso, genera alta inflación, y los más perjudicados somos todos los ciudadanos, sean consumidores, productores, profesionales de servicios, importadores y exportadores. La preocupación de los efectos del tipo de cambio del dólar USA, por cada colón costarricense, genera incertidumbre e inseguridad. Los créditos bancarios se retrotraen, baja la construcción e inversión en nuevas obras e infraestructura.

Los dos partidos políticos en disputa no tienen origen en el neoliberalismo, sin embargo al gobierno actual se le ha etiquetado como más cercano a esa ideología, de privilegiar con mayor énfasis relaciones exclusivas con las transnacionales, de creer que el desarrollo solamente se da en concesiones a empresas internacionales que vengan a realizar las obras grandes de infraestructura como puertos, carreteras, refinerías etc. Aquí no estamos en una libertad de escoger, porque en el capitalismo se impone el poder de los más grandes sobre los más débiles, “la libertad debe ser entre iguales”, de lo contrario sería una igualdad entre súbditos o esclavos, al servicio de enclaves o nuevas formas de explotación económica. Los socialdemócratas creen en la intervención estatal para poner orden en estos aspectos y no el libre mercado de la oferta y la demanda, que generan siempre desigualdades odiosas y discriminatorias.

El debate por muchas décadas ha sido el equilibrio entre la participación del Estado y la libertad de acción de los ciudadanos (as). El liberalismo económico ha enfatizado en una libertad de acción de los medios de producción, de la oferta y la demanda, de una casi nula participación estatal; esto genera pobreza, explotación, y una desigualdad peligrosa entre clases sociales; se establecen monopolios de grandes compañías controlando la economía de un país. No existe control de los precios y reina el afán de lucro en los empresarios. Es un error que quienes nos representan como país, se opongan a las acciones legales, individuales y grupales que presentan para defender los derechos violentados y menos que lo externen públicamente. Nuestro Estado de Derecho es sólido y se debe respetar a los ciudadanos que creen en las autoridades judiciales para dirimir los conflictos y diferendos.

Don José Figueres Ferrer señalaba que la: “Democracia es una sociedad en que cada individuo tiene conciencia clara de lo que el grupo hace; es la colaboración de todos en el manejo de lo que a todos pertenece; colaboración que se manifiesta en forma ordenada y racional, ya sea emitiendo un voto para elegir un funcionamiento, o contribuyendo públicamente a la solución de una dificultad, o censurando procedimientos nocivos, o simplemente aprobando con el silencio las actuaciones de quienes ejecutan la voluntad general.”

Don Pepe señalaba sobre la libertad que: “El error más corriente sobre la libertad no es el de quienes gustan de vivir en el desorden, alterando con hechos el concierto social. Casi todo delincuente sabe bien que su conducta es nociva, y que las fuerzas tendientes a evitarla, o a castigarla luego, son beneficiosas al grupo, y redundan a la larga en su provecho personal. La equivocación grave y frecuente es la que sufran en sus juicios los que creen en menospreciar la libertad, que no es sino la divina facultad de elegir inteligentemente, y la confunden con el desorden, o desenfrenada potestad de proceder al antojo. Atribuyen a un cuerpo esbelto y definido, las dimensiones desfiguradas de una sombra.” (Palabras Gastadas. José Figueres Ferrer)

Esperamos, una vez más que el 6 de abril, el pueblo se manifieste voluntariamente y pueda elegir y escoger lo mejor para Costa Rica. Que nuestro sistema democrático salga fortalecido de esta decisión política y soberana; que los principios y valores como la libertad, igualdad y solidaridad sean los objetivos fundamentales para crear entre todos (as) un mejor país, buscando siempre el bienestar del mayor número de costarricenses y que el bien común sea el norte del próximo gobernante. No me cabe duda que daremos un ejemplo al mundo de la solidez de nuestra democracia y libertad.

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