La declaración de CELAC 2015 y el desarrollo de América Latina

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñiga

La semana pasada se realizó en Costa Rica, la III cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC – 2015), con una excelente organización de parte del gobierno de la República, así manifestado por la mayoría de los jefes de Estado y gobierno de los 33 países miembros. Dejando de lado el incidente del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que quiso robarse el “show”, -dándole la palabra a Rubén Berríos presidente del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) – actuando irreverente, rompiendo el protocolo y con irrespeto a las normas mínimas diplomáticas de una cumbre latinoamericana de este nivel. Pareciera que quería hacerle el feo al presidente Luis Guillermo Solís, que tenía la moderación y presidencia pro témpore de la cumbre, que al final entregaría para el año 2015-2016 al presidente de Ecuador Rafael Correa.

La cumbre es un foro representado oficialmente por los gobiernos de los 33 países miembros; no es representada por grupos políticos, organizaciones civiles, etc.; pueden ser simples observadores, de lo contrario se desvirtúa la organización y representación de la cumbre; por lo tanto el presidente nicaragüense violó las reglas y logró “colar” a los puertorriqueños como representantes de la delegación oficial de Nicaragua, siendo esto muy grave en el mundo diplomático. El presidente Solís, en forma respetuosa y con firmeza aclaró la situación, sin embargo Nicaragua insistió en mantener a los puertorriqueños en la encerrona privada de los gobernantes y cancilleres; por lo que finalmente el presidente Solís procedió a cancelar el encuentro y pasar de una vez a la declaratoria política de la cumbre con 94 postulados.

La declaración política de Belén de CELAC 2015, contiene varios ejes fundamentales que se resumen así: A) Construimos juntos un desarrollo sostenible con equidad: la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible con inclusión social, económica y financiera, son desafíos que exigen esfuerzos globales, regionales y nacionales, locales y de las comunidades. Se debe incluir a los grupos en situación de vulnerabilidad, tales como los pueblos indígenas y otros pueblos tribales, afro-descendientes, mujeres, personas adultas mayores, personas con discapacidad, migrantes, niños y adolescentes. La equidad, la inclusión social, económica y financiera y el acceso a un crédito justo, son centrales para asegurar el acceso integral a la justicia, a la participación ciudadana, al bienestar y a una vida digna. La promoción de la cultura de paz y no violencia; así como garantizar el pleno respeto de la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos, que coloque a la persona humana en el centro de nuestras políticas.

B) Participamos en la construcción de las prioridades de la agenda de desarrollo global: La CELAC se encuentra y se desarrolla en una región heterogénea. La tarea es aún mayor respecto a la desigualdad. Allí los avances son más lentos y las dificultades mayores. La construcción de oportunidades de progreso para todos, a través de objetivos claros y específicos, respetando las distintas realidades nacionales, capacidad y niveles de desarrollo. Promoviendo nuestra posición regional y construyendo consensos entre los gobiernos. Siempre atentos a las contribuciones de los otros actores de los procesos de desarrollo, incluidos el sistema de las Naciones Unidas, las organizaciones financieras internacionales, las organizaciones de la sociedad civil, las instituciones académicas, las empresas públicas, mixtas, sociales, cooperativas y el sector empresarial, entre otros.

C) Enfrentamos el cambio climático y el calentamiento global: Nuestras sociedades son altamente vulnerables al cambio climático. Ello demanda reafirmar nuestros compromisos nacionales e internacionales en relación con la protección y conservación del medio ambiente y la biodiversidad y la lucha contra el calentamiento global. El cambio climático es uno de los más graves problemas de nuestro tiempo y que su creciente impacto negativo compromete los esfuerzos para la erradicación de la pobreza y para el desarrollo sostenible de la región, reconocemos la necesidad de una cooperación y respuesta internacionales, efectivas y apropiadas, para acelerar la reducción global de las emisiones de gases de efecto invernadero, la adopción de otras medidas de adaptación y mitigación y asegurar los medios de implementación adecuados, previsibles y sostenibles, para los países en desarrollo en concordancia con los principios y disposiciones de la convención marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático.

D) Fomentamos la Paz para alcanzar el desarrollo sostenible: Reconocemos que la paz es un valor supremo de la convivencia universal. Por tanto reafirmamos la proclamación de América Latina y el Caribe como Zona de Paz y libre de violencia, y nuestro compromiso permanente con el desarme nuclear y la proscripción de las armas de destrucción masiva a nivel mundial, la solución pacífica de controversias, a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza de nuestra región y contra cualquiera de sus países.

E) Fortalecemos los vínculos con los socios extra-regionales: Los grandes desafíos globales y del desarrollo sostenible requieren soluciones coordinadas de la comunidad internacional. Las decisiones que adoptemos en el presente reducirán eventuales conflictos en el futuro. La región está en condiciones de trabajar de manera conjunta, y coordinar cuando sea posible, con sus socios extra regionales en numerosos y diversos temas de la agenda, multilateral para avanzar en la superación de esos desafíos.

F) Organizamos la cooperación y fomentamos la articulación de nuestras acciones: América Latina y el Caribe tiene un acervo de experiencias asertivas, palpables y exitosas en la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular, que permite complementar conjuntamente con las acciones nacionales para el cumplimiento de los objetivos de la CELAC, favorecer el conocimiento mutuo, fomentar la unidad e integración, facilitar la transferencia de conocimientos y visibilizar resultados.

G) Actuamos de inmediato: Reafirmamos que la CELAC es el foro de diálogo y de concertación política por excelencia de los 33 países de la región, en el que se expresa nuestra unidad en la diversidad, se fomentan las posiciones comunes y el intercambio de experiencias en múltiples ámbitos, tanto regionales como globales. Reiteramos nuestro compromiso de seguir trabajando sobre la base del consenso, resaltando el carácter multiétnico, pluricultural, plurinacional y diverso de la comunidad en sus trabajos y orientar nuestro trabajo regional, hacia la implementación de acciones con vocación e impacto regional que nos permitan encontrar soluciones conjuntas a desafíos y problemas comunes.

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