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4 Abril 2022
La Internacional Socialista condena sin reservas la masacre de civiles por parte de las fuerzas rusas en Ucrania, cuya verdadera escala quedó devastadoramente al descubierto durante los últimos dos días en la ciudad suburbana de Bucha, al noroeste de Kiev. Desde la retirada rusa de las zonas alrededor de Kiev, han surgido pruebas concretas de crímenes de guerra cometidos por las fuerzas invasoras durante su avance, ocupación y retirada de esas zonas. En Bucha, se han encontrado cuerpos de civiles ucranianos desarmados en fosas comunes y en las calles, algunos con las manos atadas, heridas de bala cercanas y evidencia de tortura. No cabe duda de que los ocupantes de Bucha y otros lugares de Ucrania han cometido los crímenes de lesa humanidad más atroces.
Toda nuestra Internacional está de duelo con aquellos que han perdido a sus seres queridos durante la invasión rusa. El informe más reciente de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) registra más de 1.400 muertes de civiles en Ucrania desde el comienzo de la invasión, y se cree que el total real es considerablemente mayor. La mayoría de las bajas contabilizadas en el informe fueron causadas por misiles, ataques aéreos y bombardeos, y no incluye las muertes descubiertas en Bucha durante el fin de semana ni las numerosas bajas civiles reportadas en lugares donde se desarrollan intensas hostilidades. Estos son momentos oscuros para la humanidad, y se necesita una acción concreta y unida como cuestión de máxima urgencia para evitar más atrocidades y pérdidas de vidas.
Trágicamente, la evidencia de crímenes de guerra en Ucrania no se limita de ninguna manera a las áreas alrededor de Kiev. Las fuerzas rusas han dirigido repetida y sistemáticamente ataques contra la población civil, utilizando armas explosivas con un área de alto impacto contra objetivos civiles, incluido el despiadado bombardeo de un hospital de maternidad, un teatro y una escuela de arte en Mariupol en las últimas semanas. Ucranianos en las áreas ocupadas han sido reubicados a la fuerza en Rusia y han llegado informes desgarradores de violaciones y violencia sexual contra mujeres y niñas en áreas bajo control ruso. Cada uno de estos actos constituye un crimen de guerra.
No hay palabras lo suficientemente fuertes para condenar adecuadamente las acciones de quienes torturan, violan y asesinan a civiles inocentes e indefensos. Cada uno de estos crímenes debe ser investigado de forma independiente, y los responsables deben rendir cuentas y comparecer ante la justicia. Esta responsabilidad se extiende a aquellos en la cadena de mando militar que ordenaron y supervisaron estas acciones; la responsabilidad última por la muerte, la destrucción y el sufrimiento desde el comienzo de la invasión rusa ilegal de Ucrania recae en el presidente Putin, quien bajo falsos pretextos lanzó este ataque no provocado contra un país vecino.
La Internacional Socialista y sus miembros se han sentido profundamente conmovidos por el sufrimiento trágico y evitable del pueblo ucraniano y una vez más ofrecen su mayor pésame y solidaridad a todos aquellos que han sufrido como resultado de esta guerra ilegal. La comunidad internacional debe seguir manteniéndose firme frente a esta agresión criminal y utilizar todos los medios disponibles para poner fin a los combates y hacer llegar asistencia humanitaria a quienes realmente la necesitan desesperadamente.
