Ginebra: entre Los Invencibles de Némesis, el covid y el verano

Desde Suiza No. 15

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro.salazar@gmail.com

Mauricio Castro

En Ginebra, sábado a las 10 am, frente al jet d´eau, mismo lugar”—fue lo que recibí, no fue por WhatsApp, ni una llamada, pero lo entendí claro y fuerte (¿telepatía?).

Sé que fueron ellos…

Llegué a las 10:55. Busqué a los agentes Craig, Sharon y Richard y no los encontré…

Los maes ya no estaban. “Que varas, si todavía son las 10”—pensé.

Y de repente la vocecita de mi conciencia me dijo: “Castrosalazar no fue por algo parecido que te dio un colerón hace unos años cuando te habían dado cita en una oficina de Migración en… a las 8:00am y cuando preguntaste a las 8:50 que pasaba te contestaron que todavía eran las 8 y que tenían 9 minutos más antes de que dejara de ser las 8…que me tranquilizará…pues no hagas lo mismo: te dijeron a las 10, las 10 son las 10 no las 10:05 y mucho menos las 10:50, por eso tenemos mala fama los ticos…”

Ni modo…me los perdí.

¡El chorro de agua! Cada vez que lo veo me emociona.

Me acerqué, tomé la foto de rigor, en el mismo lugar donde aparecían cuando empezaba la serie…

Ginebra

Ginebra siempre la asocié con los tres agentes de Némesis, que era una agencia especial de Naciones Unidas que garantizaba el orden y la paz mundial. Los agentes tenían poderes especiales y enviaban mensajes telepáticos. “Los Invencibles de Némesis” empezaba mostrando el chorro. Para un güila liberiano era verdaderamente impresionante un chorro de agua “que se disparaba pa’arriba” con mucha fuerza, hoy 50 años después, sé que llega a 140 m y que se ve desde Nyon, que está como a 25 km.

Ginebra fue fundada en el 58 A.C. Geneva, nombre de origen celta. Los romanos la llamaron la Provincia Galia Narbonense, cayeron los romanos y fue invadida por germanos y francos y luego se integró al Sacro Imperio Romano Germánico. Hoy oficialmente es Genève.

“No crean que por tener Ginebra tanta historia o por ser la segunda sede en importancia de las NNUU o la cuna motivadora del otrora ‘Glorioso PLN’ o la cuna de Rousseau y meca del Calvinismo o que viva gente de todo el mundo o que tenga museos y rincones preciosos es lo importante para mí… lo primero es lo primero: ¡fue el “HeadQuarter” de Los Invencibles de Némesis, eso si hace a Ginebra importantísima!” —me dije con fuerza.

Y de repente…“Castrosalazar, disimula un poco, no ves que sonás demasiado polo, corregí tanta estupidez…”—me dijo la vocecita, y luego de un silencio eterno como de medio segundo…“Ok, ok. Tuve que decir…los museos son geniales, el Palacio de Naciones Unidas es una maravilla, los parques son preciosos, el poyo du Parc Barton donde don Pepe y….es fundamental en la historia moderna de Costa Rica, Rousseau y Calvino han sido hitos en la historia de la humanidad…y Némesis es ficción y la Serie ya ni la dan…”—me tuve que auto decir sin mucho convencimiento, y de inmediato oí a lo lejos la vocecita que me dijo: “Castrosalazar, así está mucho mejor”

El Jet d´eau (como dicen los suizos francófonos) es el símbolo por excelencia de Ginebra. Hace más de 125 años Suiza utilizaba fuerza hídrica del río Ródano, que desagua al Léman, para producir la energía que requerían las fábricas de relojes, y como no trabajaban los fines de semana, tenían que cerrar las válvulas y para evitar que rompieran las tuberías por cavitación hicieron el chorro como escape, luego se dieron cuenta de la función estética, ya no se genera energía con esa agua, pero el chorro sigue saliendo y todos los que llegan a Ginebra van a verlo y a tomarse fotos.

A como Costa Rica tiene 235 especies de plantas por km2 Ginebra tiene 350 relojerías por km2. Esto es puritica verdad: en Suiza se producen al menos 350 marcas de relojes. De todos los precios y estilos. En frente de las relojerías caras se parquean carros caros con sus choferes engalanados, pareciera ser una norma.

En estos días de verano loco la gente en Ginebra se olvidó del coronavirus, a lo mejor se sienten parte de Los Invencibles de Némesis…Yo no. Entré a una tienda con mi mascarilla. Parecía loco, solo yo la tenía puesta. Me extrañó sobre manera porque en Nyon, que es parte del Cantón de Vaud, para entrar a cualquier comercio te obligan a lavarte las manos con gel y a usar mascarilla. Luego leí que la Confederación Helvética tiró la toalla ante la presión de los cantones (como le está pasando al gobierno tico) y tomó una decisión salomónica: la mascarilla es obligatoria en todo transporte público, pero cada cantón pone sus reglas para todo lo demás. Vaud y Ginebra son vecinos, en Vaud con mascarilla y en Ginebra sin.

Unos días antes, estando en Nyon en la calle…“No joda –me dije— con estos calores de 23 grados (temperatura que me parecía friísima antes, sobre todo trabajando en Liberia o en Limón…) es complicado andar con mascarilla, los anteojos se empañan y hasta “sofoque” me da…” y me la quité. Se me olvidó, y entré a un súper…no tienen idea la regañada que me llevé, “¡DÉSOLÉ MONSIEUR…LA MASQUE!”, por más que me dijera que lo sentía no me dejó entrar, salí, busqué la mascarilla y me la puse…

“¿A qué jugás Castrosalazar? ¿A güila? Sos parte del grupo de riesgo aunque el espejo en el que te ves diga lo contrario y hagás numeritos con tu edad para no caer en ese grupo…tenés que usar mascarilla y punto”—dijo la vocecita esa que lo pone en orden a uno. Y ni modo, ando con mascarilla.

Ginebra es una ciudad elegante, que conserva su casco antiguo y una parte señorial que da al Lac Léman. Hay todo un sector dedicado a las Naciones Unidas, que confieso tiene solo tres cosas a mi gusto que ver: la entrada al Palacio de las Naciones, por su avenida llena de las banderas de los países que forman parte de las NNUU, una silla gigantesca con una pata dañada como homenaje a los afectados por las minas terrestres y la plaza en la que está, en la que salen montones de chorros de agua en los que los carajillos corren y se mojan.

La silla rota, Ginebra

El transporte es genial, hasta para gente como yo que no es muy diestra en esos menesteres le resulta fácil. Cuando yo oigo de trenes y de problemas de transporte “por allá” siempre me pregunto por qué no copiamos el de aquí que está basado en tram y buses para la ciudad y el tren para cercanías y para ir lejos.

Lo peor de Ginebra son los extranjeros, y entre los extranjeros, los latinos son de lo peor: no respetan los asientos para mayores ni para discapacitados en el transporte público, hablan a gritos por sus celulares y comentan entre ellos como engañan a los suizos en los súpermercados saliendo sin pagar…Yo como parezco suizo, de los del otro lado del Mediterráneo, hablan en frente mío como si nada, los oigo en silencio y siempre dudo si llamar a la policía y acusarlos.

Ginebra, aprendí y me da un toquecito de vergüencilla reconocerlo, se mueve entre “don Juanes”: don Juan Jacobo Rousseau y don Juan Calvino, hay muchísimas cosas dedicadas a ellos por todos lados (calles, plazas, museos, iglesias, estatuas…). Mi nivel de desconocimiento era tal que confieso que siempre estuve segurísimo que Juan Jacobo –el del Contrato Social— era francés al igual que Calvino. Para no parecer tan inculto busqué y encontré que los Rousseau eran de origen francés, de los hugonotes (partidarios del diablo, según la mayoría católica)…o sea que no andaba tan perdido, algo de francés tenía…

Estos días locos de verano son para exhibir –pa’rajar— carros deportivos, de todas las marcas habidas y por haber…No Hyundai ni Nissan….ni las otras que vemos “por allá”…Yo le hice un comentario a una señora suiza y me dijo: fíjese bien y me dice si el que maneja es suizo….Y me he puesto a ver los carros, entre más deportivo y más caro es… menos suizo parece el conductor…y se parecen más a mí, o sea: del otro lado del Mediterráneo…

Caminando a la orilla del lago está la playa, llena de piedras y con un poquito de arena que trajeron de algún lado. En estos días las playas están a tope, sin medidas contra el coronavirus. Tan llenas como cualquiera de las nuestras en Semana Santa. La vida es intensa en verano, el sol sale pasaditas las 5 y se apaga cerca de las 10 pm, lo que hace que los días sean largos y productivos, da tiempo para todo: barrer, lavar, planchar, cocinar, teletrabajar con Alemania, teletrabajar con Costa Rica, hacer caminatas socadas, ir al súper, ir a la playa y más.

Los días son tan largos que me recuerdan una canción de mis épocas liberianas, una de Raphael, del álbum “Digan lo que Digan”, que le encantaba a una tía materna, que fue una mezcla de tía y de hermana mayor que se fue muy jovencita para la eternidad, y que también le gustaba a unas vecinas que tuvimos en San José: Verano tus días deberían ser…verano tan largos como cada mes…

Ginebra bien merece visitarse y disfrutarse, sobre todo en verano, aún con coronavirus, con mascarilla, aunque las normas locales no la exijan. Eso sí, los domingos por la noche asustan, todo cerrado, si no comió no encontrará nada abierto, tendrá que ir a la Estación del Tren a comprar algo en las máquinas (a la Gare de Cornavin).

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