Neil Mendelson
¿Cuántas veces ha sufrido al ver un jugador de su equipo de fútbol preferido está cerca de patear un penalti, sabiendo que durante los últimos dos partidos falló este disparó? ¿O le ha pasado que tiene el presentimiento que determinado jugador no juega bien en una posición, pero el técnico sigue poniéndolo y su resultado no es el esperado?
Lo anterior toma más fuerza en esta época, ya que se acerca la principal fiesta del fútbol y 32 países estarán compitiendo por ser la mejor selección del mundo, con grandes figuras y mucho en juego, no solo un resultado.
El fútbol es pasión, es amor, crea comunidades, resuelve problemas, es un momento en que las personas hacen amigos, se abrazan cuando se marca un gol, incluso si no se conoce a la persona con la que se celebra, nuevamente porque el fútbol es pasión.
Hoy las transacciones e interacciones entre las personas pasaron de ser físicas a virtuales, y los datos esperan ser analizados y aprovechados, mediante herramientas de Big Data y Analítica, y el fútbol es parte de esta nueva era.
El deporte del balón es parte de la tendencia mundial y millones de estadísticas esperan ansiosas el poder decir lo que saben, como por ejemplo las fortalezas de cada jugador, su velocidad, su rendimiento, cómo se comporta ante la adversidad o cómo reacciona ante situaciones de estrés.
Esa información también permite conocer las tácticas que el rival utiliza, la manera en que se organizan, cómo reaccionan al recibir un gol en contra y aquellos “trucos” que permiten identificar los errores para aprovecharlos y crear estrategias para ganar.
¿La intuición siempre será importante, pero qué pasa si le añade información real sobre lo que puede suceder con cada jugador, utilizando la tecnología?
Y es que el fútbol tiene todo el potencial para analizarse a través de herramientas de Big Data y Analítica. Por ejemplo, los entrenadores pueden identificar cuáles son los jugadores que más efectividad tienen al patear tiros libres, cuales son los que más faltas comenten en el juego o los que más sancionan durante el mes, para tomar las acciones que permitan reducir las vulnerabilidades y trabajar para aumentar su rendimiento, basados en los datos.
Los equipos pueden crear laboratorios de Big Data virtuales, utilizando la nube e ingresando al mundo vanguardista que el Big Data habilita, con lo que tendrán más efectividad y, posiblemente, mejores resultados, al conocer y predecir comportamientos.
El deporte no es solo la mezcla de talento y suerte. Al igual que en las organizaciones, los registros de cada acción pueden digitalizarse y detectar la manera para aumentar la eficiencia, mediante el uso de la tecnología.
Big Data requiere de un propósito, una meta o fin que se quiere lograr. En el caso del fútbol puede ser aumentar el rendimiento, ganar un torneo o ser el mejor equipo del mundo. Pero lo que es seguro es que aquellas selecciones que incorporen el análisis de datos dentro de su estrategia tendrán mejores resultados individuales que, al final, hacen que el rendimiento del equipo sea mayor.
Como es un deporte que involucra personas, todo puede suceder y la expectativa siempre existirá. Puede que un jugador brille en un partido pero durante el siguiente, alguna circunstancia externa disminuya su capacidad, por lo que los entrenadores deben estar preparados para actuar en estas situaciones, ya que cada persona es un universo único, pero todos los que compiten tienen el mismo objetivo: ser los mejores del mundo.
Pero tranquilo, el fútbol nunca dejará de ser emocionante, la magia puede que exista, pero la información puede hacer que esa magia aparezca, si el talento, la información y el conocimiento del rival se juntan, siendo la mezcla perfecta para que gane el mejor.
– Vicepresidente de Big Data y analíticos avanzados en Oracle.