Fábrica de Tesla en Alemania cumple un año con elogios y críticas

Por Oliver von Riegen y Silke Nauschütz (dpa)

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ARCHIVO – El canciller alemán, Olaf Scholz (izq.), Dietmar Woidke, primer ministro del estado de Brandeburgo, y Elon Musk, presidente de la automotriz Tesla, participan en la inauguración de la planta de Berlín-Brandeburgo. Foto: Patrick Pleul/POOL/dpa

Grünheide (Alemania), 21 mar (dpa) – La fábrica de autos eléctricos que la estadounidense Tesla abrió hace un año en el bosque alemán de Grünheide, a unos 30 kilómetros de Berlín, se parece a una nave espacial que aterrizó en medio del verde.

Hoy en día, Tesla es con alrededor de 10.000 trabajadores el mayor empleador de la industria del estado federado de Brandeburgo, con lo que la empresa está cerca de cumplir con su objetivo de llegar a 12.000 trabajadores en su primera etapa de expansión. Pero la producción recién está aumentando.

Más de 500 robots ayudan en la fábrica, entre ellos «King Kong». Esta gran máquina levanta las carrocerías en la cinta transportadora. Más de 4.000 autos salen cada semana de esta cinta, unos 200.000 vehículos al año.

Aún no se alcanzó la mitad del objetivo de 500.000 autos al año de la primera etapa de expansión. Sin embargo, el presidente de Tesla, Elon Musk, se propone aún más cosas.

Musk mira hacia el futuro. Su idea es producir en Brandeburgo no menos de un millón de autos al año. El primer pedido para ampliar la producción en esta región del este alemán ya fue presentado, y se cree que le seguirán otros pedidos para construir edificios adicionales.

Por ahora, la fábrica de baterías en Grünheide solo suministra, y el núcleo se encuentra por ahora en Estados Unidos debido a las altas subvenciones. Además, para ampliar la fábrica, el jefe de Tesla necesita mano de obra suficiente.

De acuerdo con la agencia de trabajo pública local, Tesla tiene cada vez más problemas para encontrar gente. Buscan trabajadores de mantenimiento, electricistas, operarios de máquinas e instalaciones, jefes de turno y capataces.

«Hemos colocado a unos 1.400 parados en Tesla», dijo el director de la agencia, Jochem Freyer. «Aproximadamente la mitad había estado sin trabajo durante un largo periodo y recibía prestaciones de la oficina de empleo», añadió.

En más de dos años, Tesla levantó su fábrica -llamada gigafactory-, hasta que llegó la autorización del estado federado de Brandeburgo. La empresa está creando presión en la industria automovilística, pero también es blanco de críticas.

El sindicato IG Metall se manifestó preocupado por las condiciones de trabajo. La directora de distrito de IG Metall, Irene Schulz, advirtió que el ritmo acelerado no puede ser mantenido a costa de los trabajadores.

La lista de objeciones es larga. Entre otras cosas, señaló la sindicalista que los sueldos son en promedio en Tesla entre 10 y 15 por ciento más bajos de lo que fija el convenio colectivo.

También preocupan los estresantes sistemas de turnos, las frecuentes horas extra los fines de semana y la elevada carga de trabajo debido a la escasez de personal y a las muchas bajas por enfermedad.

El sindicato considera que Tesla no hace lo suficiente para mejorar las condiciones de trabajo. La empresa rechaza las críticas. Afirma que Tesla cumple con la ley y que las normas de la empresa se acuerdan en estrecha colaboración con el comité de empresa.

Según grupos ecologistas, también hay una contradicción entre la gigafactory, las zonas protegidas y las aguas subterráneas. Temen a los posibles riesgos desde que Musk anunció sus planes, ya que parte del terreno de la fábrica se encuentra en una zona de protección hídrica.

La empresa industrial maneja allí sustancias peligrosas y contaminantes del agua «como le parece», según afirma la organización de movimientos ecologistas Liga Verde de Brandeburgo.

El agua es uno de los principales puntos de conflicto en Brandeburgo, una región relativamente seca. La empresa recurrió con éxito el requisito de que la junta local hídrica de Strausberg-Erkner intervenga en todas las cuestiones relacionadas con las aguas subterráneas.

Esto es controvertido, pero las autoridades de Brandeburgo aseguran que hay suficientes controles. Tras varios incidentes sin permiso -como, por ejemplo, la instalación de pilotes-, Tesla prometió prestar más atención.

Para su ampliación, Tesla necesita más agua y más electricidad. El primer ministro de Brandeburgo, Dietmar Woidke, comprometió su apoyo a Musk en una carta, y señaló que antes del verano (europeo) se encontrará una solución a los problemas del suministro de agua y electricidad.

La asociación medioambiental Nabu, la Liga Verde y la Asociación para la Naturaleza y el Paisaje no están de acuerdo con el estado de cosas. La aprobación de las mayores cantidades de agua solicitadas por la junta del agua sigue pendiente debido a una demanda interpuesta por las asociaciones.

Tesla aseguró que no necesita más agua dulce para seguir expandiéndose. La empresa quiere reciclar completamente las aguas residuales de la producción. De esta forma, se mantendría dentro del máximo contractual de 1,4 millones de metros cúbicos de agua. Y además Tesla está explorando nuevas existencias de agua.

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