Evolución histórica del Cristianismo hasta Francisco

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Hace 2000 años nació el Cristianismo, basado en la fe y el legado de Jesús, quien explicó una forma de vida, una fuerza del espíritu y la voluntad del Padre; el Dios Todopoderoso, Creador Universal y Eterno. Era una época donde los grecorromanos ejercían una enorme influencia en el campo de los cultos, creencias, existían muchas deidades que no satisfacían el pensamiento de los pueblos. El Imperio Romano dominaba muchos Estados mediante sus procuradores y Judea y Palestina estaban bajo su control.

La fe cristiana y su difusión por el mundo es innegable; actualmente representa alrededor del 18 por ciento de la población del planeta (1900 millones de fieles); por lo tanto conocer los acontecimientos, las decisiones y en general los hechos históricos va aparejada con el resto de la humanidad (independiente de otras creencias y religiones como el Judaísmo, Hinduismo, Budismo, Sintoísmo, etc.) Coincido con los historiadores que afirman que el cristianismo es esencialmente una religión histórica; se funda en los hechos históricos, la mayoría dados en la Biblia (con el Nuevo Testamento).

El cristianismo ha ejercido enorme influencia en el destino de la humanidad. Cristo dejo su verdad que equivale a fe; por lo tanto se debe respetar a los que tienen fe y se basan en los hechos históricos (Evangelios canónicos y apócrifos) y desean acercarse a su verdad; aunque la verdad absoluta, sigo creyendo nos será revelada en la vida eterna. Los inicios de la organización de la Iglesia cristiana según los estudiosos se dan posteriormente a los 16 años de la crucifixión de Jesús en Jerusalén.

Se señala de Pablo de Tarso que “alrededor de mediados del siglo I d.C., y muy probablemente en el año 49, viajó hacia el sur, de Antioquía a Jerusalén, en general, y allí se reunió con los adeptos sobrevivientes de Jesús de Nazaret. Esta Conferencia Apostólica o Concilio de Jerusalén es el primer acto político de la historia del cristianismo.” Son los orígenes de la religión y de la Iglesia. Recordemos que existían diversas creencias y escuelas o academias judías: las de los fariseos, saduceos, esenios, unos más ortodoxos que otros; tenían en común que eran monoteístas —creían en un único Dios Universal—. (La Historia del Cristianismo. Paul Johnson. Pág.13)

Estas academias judías seguían a los grandes profetas como Abraham considerado el gran Padre del pueblo judío y amigo de Dios, siendo uno de los pocos a los que El Eterno les habló. Moisés quién guió de la mano de Dios el Éxodo de los esclavos hebreos al liberarse de Egipto; les dio la Ley e hizo la Alianza, y los llevó a la tierra prometida de Canaán. También Moisés es de los pocos elegidos que han podido hablar con Dios, quien le entregó los Mandamientos en el Monte Sinaí (los cinco libros de la Torá – Pentateuco).

Posteriormente, hace 2000 años se conoce que la misión de Jesús se dio en una época de diversidad, de métodos rivales de interpretación de las escrituras, ya que el Judaísmo de Palestina no era unitaria – se indica incluso que llegaba a 24 distintas academias – que hacían su propia interpretación de las leyes divinas. Al principio se puede considerar que el cristianismo nació en primera instancia como una escuela, luego evolucionó en toda una religión unitaria alrededor del mundo. Estas academias judías tenían creencias diversas de cómo debía funcionar el Templo Sagrado.

“Una de las ironías de la historia es que, en su preocupación por la pureza del Templo los esenios dieron con un concepto teológico que determinó que el Templo ya no fuese importante como hecho físico y geográfico y por lo tanto abrió paso al principio universalista. En su carácter sacerdotal, los fundadores de los esenios eran un grupo hereditario cerrado que nacía y no se hacía: su santidad derivaba directamente del Templo, pues allí moraba el propio Jehová, con su presencia o shekinah, en el Santo de los Santos, de donde la santidad se difundía en círculos concéntricos de decreciente intensidad.” Incluso se trasladaron a Qumrán y establecieron ahí su Templo —donde se descubrieron nuevos manuscritos en la década de los 40s del siglo pasado—. (Op.Cit. Págs. 31 y 32)

Por otra parte, la fuente importante del cristianismo son los 4 Evangelios declarados canónicos (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) reconocidos oficialmente por la Iglesia Católica; no necesariamente escritos inicialmente; se señala que Mateo casi seguramente fue traducido al hebreo, utilizan la lengua árabe en sus inicios, se señala que se basan en anteriores versiones escritas, derivadas de testigos oculares, o tradiciones orales. Lucas mismo escribe en su Prólogo 1: “Muchos han intentado hacer un relato de las cosas que se han cumplido entre nosotros, tal y como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra. Por lo tanto, yo también, excelentísimo Teófilo, habiendo investigado todo esto con esmero desde su origen, he decidido escribírtelo ordenadamente, para que lleguen a tener plena seguridad de lo que te enseñaron.”

Otras fuentes fundamentales para la evolución del cristianismo, fueron los escritos de Pablo de Tarso —El gran apóstol de la Iglesia—, era fariseo; sus Epístolas, sus Cartas (Romanos, Corintios 1 y 2, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, Tesalonicenses 1 y 2, Timoteo 1 y 2, Tito y Filemón). Pablo fue un misionero entre los judíos como entre los gentiles; hizo muchos viajes y trabajos descritos en el libro de los hechos. Sin embargo la Iglesia sobrevivió y para fines del siglo III el cristianismo se enfrentaba a la estructura más poderosa de la historia antigua: el Imperio Romano -El llamado Edicto de Milán-, el emperador Constantino revirtió su política de hostilidad al cristianismo y le otorgó completo reconocimiento legal, siendo uno de los hechos decisivos de la historia del mundo; esto permitió la diseminación del cristianismo y una creciente evolución en todos los campos. Después vinieron épocas difíciles, a pesar de sus errores y desaciertos el cristianismo siguió creciendo (diversos acontecimientos de los primeros 1000 años y en la edad media hasta llegar a cumplirse los 2000 años, que en otra oportunidad me referiré).

Dentro del cristianismo, la Iglesia Católica es la mayoritaria dirigida en forma vertical y de jerarquía por el Papa, el Sumo Pontífice en el Estado del Vaticano; pero existen otras iglesias cristianas que tienen bastante influencia en diversos países del mundo: las Bautistas, Anglicanas, Episcopal, Evangélica Luterana, Presbiteriana, Metodista, Testigos de Jehová, y otras iglesias protestantes. Además han salido grupos más críticos dentro de la Iglesia mediante la doctrina de la Teología de la Liberación, que se dio a conocer en 1968 en la Segunda Conferencia Episcopal de América Latina (CELAM) en Medellín, Colombia; que propugnaba una “opción preferencial para los pobres”, y que la Iglesia debía luchar por una mayor justicia social; liberar económica y políticamente a los hombres y mujeres, la praxis no es suficiente sino la acción correcta es la ortopraxis. (Op.cit. Ver Pág. 689)

Con la incursión en 1978 del Papa Juan Pablo II —el polaco y Cardenal Arzobispo Karol Wojtyla—, la Iglesia Católica toma un nuevo aire y se inicia un proceso de restauración del catolicismo tradicional, se dieron importantes reformas al Estado del Vaticano y en la Santa Sede; reforma de las finanzas, restructuración del personal, acudiendo a uno más internacional; abrió los archivos, racionalizó las colecciones de arte del Vaticano, las bibliotecas, museos, galerías, se autofinanciaran con los ingresos por entradas; modernizó el sistema de comunicaciones para llegar a todo el mundo; viajaba por muchos países dando un mensaje de esperanza y buenaventura a sus feligreses; se dicto un nuevo Catecismo Católico y nuevas encíclicas con un vigoroso mensaje doctrinario y moral. (Op.cit. Ver pág. 684)

Existía un deterioro del catolicismo en América Latina, que preocupó a Juan Pablo II, lo que lo obligó a tomar medidas urgentes para revertir la situación. A Juan Pablo le tocó vivir el fin de la guerra fría y establecer los nuevos lazos con los países de los antiguos regímenes comunistas. En 2005 fallece el Papa Juan Pablo II, y lo sucede el Cardenal alemán Joseph Ratzinger -Papa Benedicto XVI-, siendo un tradicionalista conservador y uno de los más profundos escritores y teólogos del Vaticano, quien finalmente renuncia.

Lo sucede el primer latinoamericano – argentino Cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien adopta el nombre de Francisco, considerado un hombre humilde, accesible, que conoce los problemas de los más necesitados, y que por primera vez en la historia de la región de América Latina sale un Sumo Pontífice, aunque sus orígenes son de inmigrantes italianos, es nacido y creado en Argentina. Existe la esperanza de que realice profundas reformas dentro de la Iglesia Católica acorde con los tiempos modernos y ayude a los pueblos más necesitados.