Escuela para forjar estrellas del fútbol

Por José María Penabad López

El ADN del costarricense conlleva la molécula genética del futbol. El balompié seduce, atrae, apasiona al tico con devoción cuasi religiosa. Discuten altos y bajos, ellas y ellos. El ambiente vibra y se emociona en las canchas y fuera de los recintos deportivos. Cada quien tiene su equipo favorito. Unánime simpatía para la Selección Nacional.

Habría que viajar por el túnel del tiempo para retroceder al Siglo XVI cuando los colegios británicos incluyen, en sus disciplinas deportivas, el enfrentamiento de dos equipos en una cancha, utilizando la destreza física individual para «zapatear» una bola de cuero hasta superar, traspasar, Ábrete Sésamo, la línea de un reducto, guardería territorial. Cuantas menos pelotas franqueen los nidos de una y otra partes, mejor será la victoria. Si los sitios se mantienen cerrados registran empate.

Vía marítima, puertos de Limón y Puntarenas, bienvenido balompié. Y cuando nace en Tilarán (1956) el niño un millón, proporcionalmente a sus habitantes, luce Costa Rica como primer país americano con más clubes de Primera División. Vean: Deportivo Saprissa, Alajuelense, Herediano, Cartaginés, La Libertad, Orión, Gimnástica Española, Moravia, Uruguay de Coronado, Universidad.

En Marzo de 1956 consagración internacional. La Selección ocupa el tercer lugar, por encima de Perú, México y Chile, en el II Panamericano celebrado en el país azteca. Brasil, campeón, Argentina segundo. La Prensa local bautiza a los geniales ticos como Chaparritos de oro. El sin par Luis Cartín informaba por radio. El Cine Palace pasaba películas con escenas de los partidos cuya entrada suponía el entusiasta desembolso de aproximados 80 céntimos de colón.

El non plus ultra del esplendor futbolístico costarricense surgió a partir del 29 de marzo de 1959 cuando el Deportivo Saprissa, cual navegante solitario, años del Siglo de Oro, circundaba el planeta. El empresario Fritz A. Leer organizó el singular periplo. No ruta marítima sino por los cielos de Dios. El entrenador Eduardo Viso Abella fue el Julio Verne de la aventura: La Vuelta al Mundo en 70 días.

Viso cubría también los detalles periodísticos del viaje para La Prensa Libre, crónicas vía aérea. Y allá se fue la expedición. Curazao, Aruba, Venezuela, Austria, Israel, Indonesia, Hong Kong, China, Australia y Nueva Zelandia … Cansado el plantel tras tan larga andanza, climas distintos, a veces exóticos, se suspendieron encuentros en Los Ángeles y México. Sanos y salvos, multitudinario regreso a casa el 10 de mayo. Registro: 21 partidos celebrados. Ganó 13. Empató uno. Perdió siete. Anotó 66 goles, recibió 46.

El fútbol es el espejo de la conciencia humana, definió el poeta. Y aunque parezca baladí observar a 22 personas correr, disputar, dominar un balón, tras 90 minutos de pugna, existe un contenido emocionado en su tarea definitoria. El resultado mueve el éxtasis de la victoria y la depresión de la derrota.

Hoy Keylor Navas y, por doquier, muchos otros compañeros aglutinan atención y sentimientos para la proyección del país en el universo deportivo. Antaño, Alejandro Morera, Ricardo Saprissa, Fello Meza cotizaron alto en España y Argentina. Y se reconoce su alto valor con tres hitos que jalonan su historial en tiempo presente. Tres estadios titulan orgullosamente el recuerdo.

La radio, por su poder de penetración — hoy incrementado tal poderío con la telefonía celular —, sirvió de vehículo influyente en la apreciación del tico para hacer del fútbol el principal motivo de atención colectiva. A Luis Cartin sucedió José Luis (Rápido) Ortiz. Y ¨Charlas de Café¨, desde la Soda Palace, abrió los micrófonos a la directa opinión ciudadana. El toledano Juanito Martín, creador del animado espacio, tuvo varios herederos de su vivaz tertulia radiofónica. En la actualidad, Sensación Deportiva guiada por Leonel Jiménez y su fiel escudero Pepe Castillo acaparan la radio/audiencia.

Gaetano Pandolfo asume con pleno derecho y capacidad el decanato de la Prensa deportiva escrita. Un aire intelectual surge intermitente de la pluma de Jacques Sagot (LN) para otorgarle al balompié la primacía de artículo de primera clase en pareja dosis — allá, años 60/70 —, tal cual, realizaba Fray Lutrín en LPL. Los canales 7, 6, Extra y Tigo, nacionales, distribuyen las imágenes visuales, puntuales, de los acontecimientos futbolísticos, locales y exteriores, que a todos interesa.

CONCLUSIONES. Costa Rica dispone de ingredientes de lujo para fijar una categoría balompédica de primera fila internacional. Pero hay que proteger, guiar, encauzar, los admirables recursos humanos, que —ya dicho— con sobrados antecedentes el país posee. El espejo es Holanda, dimensión geográfica similar. Los aguerridos tulipanes inventaron y practican el futbol total, atacan y defienden todos.

Oficialmente, existen en nuestro territorio 52 universidades privadas amén de las estatales UCR, UNA, UNED, TEC y Tecnológico. Es decir, una Educación del más elevado nivel que implica inversión extraordinaria y opciones vocacionales de variado contenido. Sin embargo, no existe un centro, acaso academia, que forje en fragua de rigurosa enseñanza la probada capacidad de la juventud tica. Tallar individualmente las innatas condiciones. Y, sobre todo, cuando la práctica del fútbol ya es apasionada preferencia de unos y unas. Las damas también invaden las canchas con sobrados méritos y derechos.

Otro ejemplo y personalizo. Odir Jacques —hemos sabido— dispone de equipo tecnológico exquisito que le permite seguir, pie de pantalla, los encuentros más sobresalientes y deslumbrantes en cualesquiera continentes. Está al día en táctica/estrategia/física de tan masivo deporte. Es el entrenador nacional con más títulos. Excelente como maestro. Pero, el gran PERO: ha alcanzado los 70 años de edad y los que dirigen el confuso andamiaje de nuestro balompié prefieren al fanático de turno, a quien grita cual energúmeno desde la línea de cal, sobre la cabal/brillante experiencia de las gloriosas siete décadas del calendario. En Europa, futbol-vanguardia, federaciones y clubes, con sus indispensables secretarías técnicas, en las escuelas de formación, se acomodan figuras relevantes de la estatura de Jacques dirigiendo el despertar futbolístico de la grey balompédica con resultados muy positivos, evidentes.

Don Ricardo Saprissa creó los espacios de las ligas menores intuyendo la necesidad nacional de abrir centros juveniles, serios, para canalizar tan innatas vocaciones. Pulir las piedras/diamantes que brotan en Costa Rica.

Y, finalmente, anécdota confirmativa. Allá, años 70, un grupo de ejecutivos, presididos por Rodolfo Jiménez Borbón, adquirió los derechos de una manada prometedora de jugadores que salía de las tiendas menores del Deportivo Saprissa, asimilados al Orion. Los entusiastas y nuevos dirigentes orionistas contrataron al entrenador Eduardo Viso y pagaron fabulosos 20 mil colones a Álvaro Murillo, el Messi costarricense, para que demorase su retirada, incorporándolo al equipo. Afirmo que nunca se jugó mejor que en aquella luminosa época. Fútbol de leyenda. Fútbol de escuela. Escuela de don Ricardo. Escuela necesaria, HOY …

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