Escritos en homenaje al 63 Aniversario del PLN (I)

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñiga

El próximo 12 de octubre el Partido Liberación Nacional -PLN-, está cumpliendo 63 años de su fundación. Durante todo este tiempo sus principales dirigentes han escrito pensamientos importantes sobre: temas sociales, económicos, políticos, culturales, etc. Incluso antes de su fundación los grupos antecedentes como el Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales y el Movimiento de Liberación Nacional, publicaron escritos memorables. En esta primera etapa recogeré algunos pensamientos, frases y proclamas, como recuerdo al aporte de insignes personajes liberacionistas en celebración al aniversario del PLN.

-El Ejército Regular de Costa Rica, digno sucesor del Ejército de Liberación Nacional entrega la llave de este cuartel a las escuelas, para que sea convertido en un centro cultural. La Junta Fundadora de la Segunda República declara oficialmente disuelto el Ejército Nacional, por considerar suficiente para la seguridad de nuestro país la existencia de un buen cuerpo de policía. Somos sostenedores definidos del ideal de un nuevo mundo en América. A esa patria de Washington, Lincoln, Bolívar y Martí, queremos hoy decirle: ¡Oh América! Otros pueblos, hijos tuyos también, te ofrendan sus grandezas. ¡La pequeña Costa Rica, desea ofrecerte siempre, como ahora, junto con su corazón, su amor a la civilidad, a la democracia, a la vida institucional! (Disolución del Ejército Nacional. Cuartel Bellavista, 1° de diciembre de 1948)

-La posición moral que Costa Rica ocupa, como país de libertades, de respeto a la dignidad humana, de gobierno representativo, no debe perderse jamás. Para preservar esta posición se necesita el concurso diario de todos; ya seamos funcionarios o ciudadanos privados. Somos un país pequeño, y esa posición moral es nuestra única riqueza. (José Figueres -1956-)

-La Social Democracia no es una fórmula simple, como las dictaduras. Es difícil de entender, porque contiene conceptos éticos. Es una actitud humanista. Su objetivo es procurar que se satisfagan, con el trabajo de todos, las necesidades de todos, en comida y techo, ropa y trabajo, educación y salud; paz social. Todo sin sacrificar la libertad. (José Figueres -1973-)

-Una política externa inteligente, que mantenga inquebrantable nuestra adhesión a las causas nobles de la humanidad, entre las cuales está el principio de la soberanía irrestricta de las naciones pequeñas. Una política que garantice ampliamente las inversiones de capital extranjero en nuestra economía, asegurándose al mismo tiempo de que contribuyan a nuestro mejoramiento social, y de que no extraigan más riqueza que el legítimo interés del capital. (José Figueres -1943)

-Entendemos por bien común condiciones de vida que garanticen el desarrollo integral del hombre en el ejercicio de sus derechos y una distribución del producto de la actividad económica que proporcione a todos y a cada uno, las normas de vida más elevadas que permita la productividad del grupo social. (José Figueres -El Espíritu del 48-)

-Solo será justo el orden social si se llega a lograr que los recursos humanos y los materiales y los avances tecnológicos del país sean tales que puedan asegurar a los costarricenses la satisfacción de sus necesidades, desde las más simples, de orden biológico hasta las más complejas de orden espiritual. (Francisco J. Orlich -1962-)

-Proclamo el respeto a las minorías como un requisito funcional de la democracia. Es mi deber asegurar para todos el ejercicio del derecho de expresión y asociación. Considero que el libre intercambio de ideas no debe asustar a los defensores de la democracia, pues, de lo contrario, su fe en la misma sería muy débil. (Francisco J. Orlich -1964-)

-De acuerdo con un estudio objetivo de las necesidades nacionales –y es lo que atrás hemos pretendido hacer –la finalidad de una política económica para el interior, debe ser el aumento y la diversificación de la producción nacional: así se atenuaría la preeminencia del café y con ello nuestra dependencia del exterior y todos los otros perjuicios del monocultivo. Pero importa también adecuar esa política a las necesidades estructurales de nuestro régimen político; lograr a la par del resultado económico, el resultado social; y si la respuesta a dicho punto ha de ajustarse, por sobre tal o cual preferencia ideológica de grupo o de partido, a las condiciones objetivas del país.

A los antecedentes minifundistas de su régimen de propiedad territorial, a su composición étnica, blanca y homogénea, a su individualismo psicológico, a su tradición política liberal y al interés material y moral de su población mayoritaria, habrá que afirmar –como lo hacemos – que al aumento y diversificación de la producción nacional, debe llegarse por el estímulo, la defensa y la organización de la pequeña propiedad. (Rodrigo Facio. Estudio sobre Economía Costarricense. 1941)

-No existe justicia social cuando al ser humano le son conculcadas sus libertades, cuando no puede expresar libremente sus pensamientos, sus opiniones o sus sentimientos; o cuando no le permiten elegir, en libertad, a sus gobernantes. –La libertad y la justicia social encuentran en la democracia el sistema político más apropiado para su florecimiento, siempre y cuando éste logre resolver los problemas de la producción y los problemas de la pobreza, y en cuanto permita un adecuado balance en el desarrollo de sus cuatro dimensiones: política economía, social y cultural. (Luis Alberto Monge. Su pensamiento Político. Jorge Mora-2001)

-Es por ello por lo que siempre hemos concebido la integración económica, no como una obra para el aislamiento, sino como un medio –acaso el más eficaz –para mejorar e intensificar nuestra participación en la comunidad económica internacional. Además, la experiencia de más de un lustro que ya tenemos con el Tratado General nos confirma que el mercado común es en sí mismo insuficiente para fincar en él, de modo exclusivo, nuestro futuro desarrollo. El libre comercio entre los cinco países, que mostró incrementos espectaculares en los primeros años, ha empezado a registrar una disminución en su ritmo de crecimiento.

Esto, unido a las limitaciones cada vez mayores que estamos encontrando para colocar nuestros productos de exportación en el exterior, nos está señalando la necesidad de fortalecer los mercados existentes y de encontrar nuevos mercados para los artículos agrícolas y manufacturados que ya producimos, y para los que habremos de desarrollar como resultado de los esfuerzos por diversificar nuestra producción. Necesitamos más y mayores mercados y éste es precisamente el significado que reviste para nosotros el movimiento del mercado común latinoamericano. (Carlos Manuel Castillo. Centroamérica y la Integración económica latinoamericana. 1967)

Hasta aquí, dejamos esta primera parte sobre el pensamiento de grandes personajes liberacionistas, su aporte al país fue fundamental en el desarrollo político e institucional durante los 63 años de vigencia del PLN, sea ejerciendo el Gobierno de la República, o desde la oposición política.

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