Entrevista a Francesca Albanese

“Las acusaciones de antisemitismo forman parte de una campaña para desprestigiar mi labor”

Francesca Albanese

A principios de este mes [de diciembre 2022], la abogada Francesca Albanese, relatora ante las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados de Palestina, se vio inmersa en una tormenta mediática entre acusaciones de antisemitismo. Un diario israelí, The Times of Israel, rebuscó entre sus publicaciones en las redes sociales desde 2014 y encontró en una de ellas una frase en la que se refería explícitamente a “lobbies judíos”, de los que se decía que ejercían presión sobre la política norteamericana para encubrir a Israel. Le entrevista Michele Giorgio para il manifesto global.

Señora Albanese, ¿qué responde a la acusación de antisemitismo en relación con ese “post”?

He utilizado la expresión “lobby judío”, es cierto, y quiero decir que fue por ignorancia, no con mala intención. Basta con leer esa frase en su contexto, parte del sentido llamamiento que hice en 2014 al arzobispo de mi diócesis a fin de solicitar una donación destinada a la UNRWA (la agencia de la ONU), para la que yo trabajaba. Todo ello en el contexto de una violenta ofensiva militar (israelí) sobre Gaza que se saldó con la muerte de más de 2.000 palestinos, entre ellos 550 niños, en 2014. Con este telón de fondo, critiqué que, ante las condenas de tantos países, los estados miembros de la ONU, Europa y los Estados Unidos no mantuvieran una posición firme y clara o, lo que es más importante, que condujera a acciones concretas. Y critiqué la influencia del “lobby judío” en los EE.UU. Visto retrospectivamente, nunca debería haber utilizado el término “lobby judío”, porque engloba a todo el pueblo judío. Y no era eso lo que quería decir. Lo correcto habría sido decir “los grupos de presión pro-israelíes”, que también están formados por no judíos. El error fue meter en el mismo saco a tantas personas que nada tienen que ver con esto y que no deberían aparecer ligadas a las medidas políticas del Estado israelí. He rectificado y me he distanciado de lo que dije entonces, pero ahora se ha convertido en el casus belli para lanzar una campaña contra mí y desprestigiarme con antisemitismo, que es lo más alejado que puede haber de la verdad.

No sólo le ha atacado el Times of Israel.

Los últimos días han sido intensos, pero me ha sorprendido el clamor en mi defensa de tantas organizaciones judías de los Estados Unidos y Europa. Hoy he recibido una sincera misiva escrita por un profesor israelí de Oxford, Avi Shlaim, en la que dice tengo en alta estima los valores de paz, justicia y verdad que están en el núcleo de la tradición judía. Ha habido una campaña contra mí dirigida por los grupos habituales, porque se me había acusado de antisemitismo desde antes de que se encontraran esos “posts”. Mucha instrumentalización y mucha manipulación, que, sin embargo, no salió bien en esta ocasión, porque hubo una respuesta de condena de las acusaciones en mi contra. Algunas personas dijeron que sí, que (Albanese) utilizó las palabras equivocadas, pero vamos a hablar de ello. El antisemitismo es una cuestión muy seria, pero tenemos que distinguir la cuestión del antisemitismo de la cuestión de la critica de las políticas de Israel respect a los palestinos en regimen de ocupación a lo largo de 55 años.

Las críticas de las que, tal como usted dice, ha sido objeto durante mucho tiempo, van dirigidas, en su opinión, contra su labor como Relatora de Derechos Humanos en los Territorios Palestinos ocupados por Israel.

Creo que es eso en su mayor parte: el intento de demonizar mi persona y mi mandato para invalidar las investigaciones que estoy llevando a cabo. Y me gustaría decir que no se trata sólo de los derechos de los palestinos. Insisto en que desmantelar el montaje colonial que Israel ha implantado en el territorio palestino que ocupa desde hace 55 años es algo que promoverá la seguridad y unas mejores condiciones de vida tanto para los palestinos como para los israelíes. Ambos pueblos se beneficiarán del desmantelamiento de este sistema.

También se le acusa de subrayar la Nakba, la catástrofe nacional palestina de 1948, y ponerla al mismo nivel que el Holocausto.

Nunca he establecido equivalencias entre el Holocausto y la Nakba. Cada vez que me he encontrado escribiendo o comentando sobre estas dos tragedias históricas, siempre he señalado la atrocidad, la gravedad, el horror que supuso el Holocausto, que fue la culminación de siglos de racismo, discriminación y persecución de los judíos. Nunca he menospreciado ni reducido a una equivalencia la tragedia del Holocausto. Lo que he hecho es subrayar el nudo que une ambas tragedias y la necesidad de reconocer que la Nakba es un hecho histórico. No es una narración, ni una opinión, es algo que sucedió, es un momento fundamental que marcó la vida de un pueblo, transformándolo para siempre. Desconocerlo es algo extremadamente grave, histórica, moral y jurídicamente.

Volviendo a su posición como relatora de la ONU, ¿qué hay que hacer para que el pueblo palestino también pueda disfrutar de libertad y plena independencia?

Hay tres cosas básicas. La primera es que se reconozcan a los palestinos los mismos derechos que se reconocen a otros pueblos de la región. Me pregunto por qué un derecho como el de autodeterminación se sigue debatiendo como si fuera una cuestión de conveniencia política. Es un derecho fundamental, es una norma ineludible del Derecho internacional. Hay derechos que no deben aplicarse como una concesión gratuita, sino como una norma ineludible. La segunda es la aplicación del Derecho internacional, porque se puede salir de este callejón sin salida aplicándolo. La ocupación es ilegal, por lo que debe desmantelarse, los asentamientos (israelíes) constituyen un crimen de guerra, por lo que deben ser desmanteladas. Si no se desmantelan la ocupación y las colonias, el Derecho internacional prevé medidas diplomáticas, económicas y políticas para que se anime al Estado de Israel a cumplir la legalidad internacional. Como, por ejemplo, suspender la ayuda militar y detener la comercialización de productos fabricados en las colonias. El tercer y último punto es la insistencia en las negociaciones para lograr la paz, que es una cuestión completamente distinta del principio de Dos Estados (Israel y Palestina). La de los Dos Estados es una cuestión fundamental en la que se basa el consenso internacional de larga data, que dice que el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación se ejercerá en forma de un Estado independiente dentro de las fronteras anteriores a 1967 [cuando Israel ocupó Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este]. Este es un hecho a tener en cuenta para la puesta en marcha de un plan, y no porque sea la oferta inicial para una negociación.

Francesca Albanese relatora ante las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados de Palestina, es licenciada en Derecho por la Universidad de Pisa y máster en Derechos Humanos por la SOAS de la Universidad de Londres. Doctoranda en Derecho Internacional de los Refugiados en la Universidad de Ámsterdam, es becaria afiliada del Instituto para el Estudio de la Migración Internacional de la Universidad de Georgetown y asesora principal sobre migración y desplazamiento forzoso del grupo de reflexión Renacimiento Árabe para la Democracia y el Desarrollo (ARDD), donde cofundó la Red Global sobre la Cuestión de Palestina (GNQP), una coalición de profesionales y personalidades académicas de renombre especializados en Israel/Palestina. Su último libro es Palestinian Refugees in International Law (Oxford University Press, 2020).

Fuente: il manifesto global, 28 de diciembre de 2023

Traducción: Lucas Antón para sinpermiso.info

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