Elecciones 2018: ¿Católicos y Evangélicos en el mismo saco?

Desde La Mina 2.0

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro@costarricense.cr

Las elecciones son el próximo domingo, ya faltan solo 4 días y yo espero que todos los que tiene derecho a votar así lo hagan y quién no lo haga solo sea por una circunstancia sumamente especial.

Yo —como lo he dicho varias veces— nací, crecí y me eduqué católico y sigo siendo católico. Por eso me sorprende ver a mi Iglesia en el mismo canasto que los Protestantes (así lo aprendí en la escuela)… Católicos y Evangélicos somos hermanos en Cristo Jesús (nos lo insistió Monseñor Arrieta una y otra vez), son mucho más las cosas que nos atan que las que nos alejan, pero las que nos alejan no se han resuelto ni tienen cara de resolverse.

Yo —por Principio de vida— respeto el credo de la gente cualquiera que sea y estoy convencido que todos podemos coexistir con respeto y tolerancia en los mismos sitios sin problema alguno, porque parto que todos somos habitantes del mismo planeta y tenemos los mismos deberes y derechos.

Pareciera que en la Jerarquía Católica priva más lo terrenal, le dan más importancia a las cosas que deben ser reguladas por el Estado que a las espirituales e incluso a las de la misma existencia de la Iglesia…se les olvida aquello que “…a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.”

Sin entrar a hablar de las diferencias entre Biblias Católicas y Evangélicas, que son muy importantes, hay otros temas que son insalvables, y solo señalo 5 de montón que hay:

1- la veneración a María, madre de Dios
2- la adoración a Santos y Santas, cruces e imágenes
3- el Papa es el líder, sucesor de Pedro y además, puede ser infalible
4- la confesión con un Sacerdote
5- la Eucaristía solo puede ser realizada por un Sacerdote.

En medio de una campaña es muy fácil decir que yo siendo Evangélico no tengo inconveniente con ninguno de esos puntos y los demás…digo que los respeto y punto, como ya se ha visto que se ha hecho, cuando en realidad el irrespeto por la Virgen y por el Papa es pan de cada día en las iglesias protestantes.

¿Cómo se conjuga esa relación Iglesia-Protestantes?

Nuestra Iglesia pierde de perspectiva que es como una tortuga enyesada y que todas las otras iglesias son como un conejo, o sea mientras la Iglesia Católica decide ir a cualquier lado ya las otras llegaron, no es casualidad que crezcan como la espuma (nuestros obispos todavía no notan que cerca del 30% del país ya no es católico y que las iglesias no se llenan como antes y mucho menos para matrimonios…)

A la Conferencia Episcopal –o sea a mis pastores– solo le digo: sigan durmiendo de ese lado (“metiéndose en las cosas del César”), que para cuando realicen el error que han cometido solo seremos parte de la Iglesia los obispos, curas, monjas y unos cuantos viejitos que nos mantuvimos sin movernos fieles a la línea de Pedro y que no nos fuimos quizás por viejos o por convicción profunda, porque tuvimos una educación tan fuerte y seria que aprendimos que las cosas de Dios son de Dios y las del César son del César, lo que parece haber olvidado muchos de nuestros pastores.

¿Es que son más peligrosos los gays y las lesbianas que las diferencias históricas entre Católicos y Protestantes?

Si la respuesta es sí, de verdad que estamos jodidos y en mi casa en La Mina, en Santa Ana, debo sumar eso a otros acontecimientos que jamás pensé ver: la caída de la URSS y del Muro de Berlín, la muerte de Fidel y de Chaves, la caída de la Torres Gemelas y la reparación del puente de La Platina (así con mayúscula).