El Golfo de ¿América?

Luis Paulino Vargas Solís

Golfo

Recuerdo haber leído en cierta ocasión que Estados Unidos eran un país sin nombre. O, al menos, lo es desde cierto punto de vista. México se llama Estados Unidos, pero, en su caso, sí tienen nombre: son los Estados Unidos Mexicanos. Son 31 estados más la ciudad de México. Brasil también es un país constituido por estados, y, como México y los Estados-Unidos-sin-nombre es una federación de estados: en su caso son 26 más el distrito federal, sede de Brasilia, su capital. Solo que, en su caso, omitieron lo de “estados unidos”. Es la República Federativa de Brasil.

Los Estados-Unidos-sin-nombre en su origen eran, territorialmente hablando, muchísimo más pequeños de lo que son ahora. Se reducían a las famosas 13 colonias, cuya independencia del Imperio Británico se oficializó en 1783. En 1803 vino la “compra” de Luisiana y, posteriormente, se fueron anexionando otros territorios. Y todavía en 1917 estaban “comprando” las Islas Vírgenes. Fue así como alcanzaron las dimensiones actuales: 9.833.517 kilómetros cuadrados, el tercer país más grande del mundo.

Podríamos decir que Trump no está inventando nada nuevo: es un país que nació con ímpetus expansivos e imperialistas, y hoy este señor lo que pretende es simplemente revivir los viejos “laureles”.
Pero el asunto es ¿por qué “Estados Unidos de América” si ya entonces era bien conocido que América era el continente entero? O, dicho de otra forma, por qué no buscaron un nombre que los particularizara como sí lo hicieron México o Brasil.

Descarto que hayan elegido ese nombre por ignorancia. No es creíble que no supieran que había un vasto continente que llevaba precisamente ese nombre.

El caso es que, en su Constitución, recién en el primer artículo, ya aparece lo de “Estados Unidos de América”. Quién sabe qué les motivó para optar por esa solución tan confusa ¿o acaso habrá sido una especie de acto fallido freudiano que expresaba el deseo inconsciente, que ya entonces albergaban, de imponer su dominio sobre toooodo nuestro continente?

La cuestión es que los Estados-Unidos-sin-nombre, representan aproximadamente el 23% del territorio total de América, y el 32% de su población.

Bueno, la cosa es que, como parte de sus delirios, el señor de la piel color zanahoria, decidió que el Golfo de México debía llamarse Golfo de América. Y los alcornoques de Google ya procedieron a obedecer. Imagino que otro tanto harán las otras corporaciones llamadas “tecnológicas”, incluida Meta. Hoy son amiguísimas de Trump, deseosas de verse beneficiadas del aguacero de reducciones impositivas y de los suculentos subsidios que el mencionado sujeto les promete. No vaya a ser, dirán Jeff Besos y Mark Zuckerberg, que Elon Musk agarre enterita la piñata y se la lleve para la casa.

Yo, por mi parte, propongo: ¿qué tal si nos ponemos pesados, jodiones y respondones y reivindicamos que América es nuestra, es nuestro continente y de ninguna manera el nombre de un país en específico? Que se busquen otro nombre y que Europa aprenda también a respetar: ese país que ellos llaman América no es América, sino solo una parte de América.

Y, entonces, lo de Golfo de América tendría sentido. Si México estuviese de acuerdo, podríamos decir: si, es nuestro Golfo, el de TOOOODA América, nuestra América.

Economista jubilado

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