Contra el cambio climático: ahorre energía, camine y haga algunas cositas más

Desde La Mina 2.0

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro.salazar@gmail.com

Esta semana se celebra la COP25 en Madrid, donde 82 costarricenses nos representan. Sin temor a equivocarme esta es la vez en que más gente ha participado por Costa Rica en una COP, ojalá que participen en plan brete.

Recuerdo que algunos amigos de nuestro Cuerpo Diplomático decían que el problema de tener como destino Madrid es que era un lugar en que los ticos y las ticas pasaban mucho y que había que atender a mucha gente…

Si usted se quedó en tiquicia y quiere de verdad combatir el cambio climático, le recomiendo algunas cosas:

Ahorre energía, no use la energía que no necesita. Báñese rapidito, no tenga su casa como un portal aunque sea Navidad, use poco el horno, evite la secadora de pelo y de ropa, mantenga la nevera lo más cerrada que pueda y camine mucho.

Como poca o nada de carne de vaca (eructan metano), no coma tamales porque los chanchos producen mucho metano cuando su descomida se descompone…no tome guaro ni ron porque la melaza que queda cuando se procesa la caña produce mucho metano. Producir birra también genera muchas emisiones. Tome chicha.

Los vapores de sus excretas, o sea de su “descomida”, quémelos, no permita que se vayan a la atmósfera, porque aunque no se sienta parte, usted es un mamífero del reino animal y cuando va al baño produce metano también.

Estas navidades y fin de año si quiere ir a la playa cambie su medio de transporte, si va en carro al menos lleve y siembre un montón de arbolitos y compense su emisión, o vaya en bicla, obviamente si va en bus tiene que llevar menos arbolitos, pero también tiene que compensar sus emisiones, y se va en tren también. Lo mejor sería que camine.
En esta navidad trate de no comprar productos importados. La huella de carbono de los productos importados es altísima, así que nada de manzanas ni de uvas, coma manguitos y nancites.

Y si quiere seguir de verdad en modo ahorro no use el celular. Su uso, además de consumir energía, le jode la cervical, genera unos desechos que todavía hay muchas discusiones sobre qué hacer con ellos. Vuelva a lo de antes: converse cara a cara.

No compre ropa nueva. Repare la anterior. Quizás todavía le quede o con pocos remiendos, podría usar la de sus hermanos o primos como hacíamos cuando éramos güilas. Habrá alguna que está como nueva todavía porque fue usada poco, le aseguro que algunos closets todavía hay ropa guardada que se puede usar, esto baja las emisiones de carbono y el uso de fertilizantes usados para producir algodón, que dicho sea de paso son muy dañinos para la atmósfera.

Si uno se pone en modo “combate al cambio climático” de verdad que puede hacer mucho, aunque los que tienen que hacer mucho, sobre todo los que viven donde hace frío en estos momentos, estén en modo “compras y fiestas”.

Una navidad a oscuras, sin tamales, sin celular, sin guaro, y todo el mundo llegando a pata sería lo ideal aquí y en todos lados, eso de verdad que bajaría las emisiones y el fin de año al son de la marimba, las maracas y el güiro y tomando chicha sería el modo amigable con el planeta.

Y si en la COP en Madrid la gente en lugar de llegar en avión o en tren, comer, y usar la calefacción discutiera en plan “retiro espiritual con ayuno” y caminarán mucho darían un súper ejemplo al mundo que sí se puede.

¿Se puede? Claro que sí, pero los que de verdad consumen y generan la mayoría de las emisiones tienen que aceptar que son el problema y por ende la solución. Nosotros emitimos poco pero tenemos que reducir nuestras emisiones para lograr que nos oigan y ser consecuentes, pero sobre todo, tenemos que adaptarnos a los impactos del cambio climático porque si no “estaremos jodidos todos ustedes” este año, el próximo y los que siguen.

Sí se puede.