Ay Nicaragua, Nicaragüita…

Ágora*

Guido Mora
guidomoracr@gmail.com

Guido Mora

Jamás pensaron Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, verse en tan corto tiempo, en una situación tan compleja.

Luego de emitir un decreto orientado a aumentar a partir del 1 de julio, el aporte de los trabajadores (+0,75%) y empleadores (+3,5%), reducir el monto de las pensiones a un 70% del salario y gravar con un 5% los dineros que reciben los trabajadores nicaragüenses pensionados, con el fin de evitar la quiebra del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, se les vino el país encima.

Esta Institución, que recibió Ortega en el año de 2007, con un superávit de más de 1,000 millones de córdobas, se convirtió a lo largo de los años en un bien de difunto, financiando proyectos incluso a miembros del Consejo Superior de la Empresa Privada, que terminaron transformándose en escandalosos fracasos. El traslado de estas cuentas a incobrables, profundizaron la crisis e hirieron de muerte a las ya maltratadas arcas de la seguridad social.

Cientos de millones de córdobas pasaron desde el INSS a manos privadas, enriqueciendo a los socios del matrimonio gobernante y desfinanciando paulatinamente esta importante institución que, para el año 2013, no sólo se convirtió en deficitaria, sino que, a la fecha, suma cinco años en una crisis económica que restringe su funcionamiento y deteriora aún más las condiciones ya paupérrimas del pueblo nicaragüense.

Los malos manejos administrativos tampoco estuvieron ausentes: durante el período citado, pasaron de 1,000 a más de 4,000 empleados, con salarios por encima de los 20 mil córdobas mensuales y con el pago de doble aguinaldo, considerado como el catorceavo mes, a pesar de la crisis económica galopante que sufría.

El despropósito de resolver el problema deficitario del INSS, sin embargo, se transforma, ante el surgimiento de las protestas, de ser el detonante, a ser sólo un aspecto secundario de la crisis política de ese hermano país.

A la publicación impopular de las reformas del INSS, se suma, según expone la socióloga Elvira Cuadra, “el incendio en Indio Maíz, las alzas a la gasolina y la electricidad, la descarada corrupción y otros abusos que han caracterizado por muchos años a la Administración Ortega”.

La represión desmedida de las protestas y la orden de disparar a los estudiantes, causando a la fecha más de 30 muertes entre los manifestantes, acrecienta el descontento popular y universaliza la lucha contra una administración corrupta, que ha velado por el enriquecimiento desmedido de los Ortega y sus socios.

La situación política se ha desbordado. La posibilidad de reconstruir el diálogo con el COSEP se ha venido cerrando paulatinamente. La mediación de la Iglesia Católica, según lo expone el mismo Monseñor Silvio Báez no es viable, después de las acciones represivas que ha asumido erróneamente el gobierno.

La impresión que queda en el ambiente político es que las desproporcionadas y absurdas medidas y la orden de disparar a matar, condujeron a la Administración Ortega-Murillo a un punto sin retorno, del cual, al parecer, no saldrán bien libradas.

La gran interrogante es, ¿qué sigue después de la negativa de la población, de perpetuar el Gobierno de Daniel Ortega y cuánto daño más, estarán dispuestos, el mismo Daniel y la Chayo, de causar al martirizado pueblo nicaragüense?

Otra de las interrogantes tiene que ver con los mecanismos y la generación de relevo. El procedimiento debería de pasar por la renuncia de las cabezas del Gobierno, pero, ¿cómo se sustituirán; quien ocupará sus lugares; por cuánto tiempo?

La lógica indica que ante la renuncia del Presidente, debería posiblemente convocarse a nuevas elecciones, sin saber con claridad, a que plazo, después de la renuncia del gobernante.

Finalmente, la gran interrogante, ¿contará el partido de Gobierno o la oposición, con la generación de relevo, que lance un nuevo proyecto de refundación de la política y la sociedad nicaragüense?, o ¿el relevo se convertirá únicamente en la sustitución de unos tiranos, para colocar a otros?

El abanico de posibilidades está abierto. Esperamos y deseamos lo mejor para Nicaragua y los hermanos nicaragüenses, porque, para que Centro América esté bien, Nicaragua debe estar bien -y también Guatemala y Honduras y El Salvador.

Pero ya es momento que el sufrido pueblo nicaragüense, tenga gobernantes que piensen más en la solución de los problemas sociales de su población, que en el beneficio particular de grupos económicos y de interés.
Así como se marchó Somoza, llegó el momento de que se vayan Ortega y la Chayo y de que Nicaragua retome las banderas de la libertad, la democracia y el crecimiento económico con equidad.

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* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.

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Un comentario

  1. LUIS FERNANDO DIAZ

    El abanico de posibilidades está abierto. Esperamos y deseamos lo mejor para Nicaragua y los hermanos nicaragüenses, porque, para que Centro América esté bien, Nicaragua debe estar bien -y también Guatemala y Honduras y El Salvador.
    Y COSTA RICA TAMBIÈN.
    Luis-Fernando Díaz

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