Asociacionismo Municipal

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto

En 1974 se funda la Unión Nacional de Gobiernos Locales de Costa Rica (UNGL), con el fin de aglutinar a las Municipalidades y que basado en el principio de “la unión hace la fuerza” y así poder luchar en conjunto por el fortalecimiento y autonomía; avanzar en la descentralización del Estado en favor de tener gobiernos locales más empoderados y fuertes. En Centroamérica la decana de las asociaciones fue la Corporación de Municipalidades de la República de El Salvador (COMURES) en 1941, seguida por la Asociación Nacional de Municipalidades de Guatemala (ANAM) de 1960; luego en 1962 nace la Asociación de Municipios de Honduras; en 1993 la Asociación de Municipios de Nicaragua (AMUNIC) y finalmente en 1994 se crea la Asociación de Municipios de Panamá (AMUPA).

Aunque si bien se afirma que el asociacionismo en la región centroamericana “ha estado ligado y se ha desarrollado a la sombra del Gobierno central”, al estar supeditadas política y financieramente. Esta es una situación real que poco a poco se debe ir superando, no obstante, tanto las Municipalidades y Asociaciones de Desarrollo Comunal reciben recursos públicos producto de transferencias de diversas leyes. Lo más importante es que exista una verdadera articulación y coordinación en una serie de acciones entre el Gobierno Central y los Municipios, a la hora de emitir decisiones y operaciones en beneficio del desarrollo comunal en cada uno de los 82 cantones de las 7 provincias en que se encuentra la división territorial del país.

En estos días salió la lamentable noticia de que la Municipalidad de Cartago abandona la UNGL, alegando que los recursos que deben aportar a esta institución asociativa, y que mejor la redirecciona para inversión en su propio cantón. Considero que el trabajo de la UNGL es fundamental en la incidencia política ante los Poderes de la República, esto lo realiza desde su fundación el máximo órgano de las municipalidades, e inclusive la UNGL ha venido ganando espacios poco a poco en favor de la defensa y promoción de la autonomía del Régimen Municipal que tiene el Título XII y Capítulo Único en la Constitución Política.

“Las Municipalidades están dotadas de autonomía administrativa, pues esta constituye el grado inferior de autonomía que nuestra Constitución consagra en favor de las instituciones descentralizadas. La autonomía política le confiere a las Municipalidades la capacidad de autogobernarse, desde luego dentro del marco de su respectiva competencia constitucional y legal. La autonomía política se manifiesta, sobre todo, en relación con el Poder Ejecutivo, dado que el constituyente de 1949 les confirió aquella para reafirmar su independencia respecto del Poder Ejecutivo, dado que en la Carta Política de 1871 eran simples apéndices de ese órgano fundamental.

Por tanto, el Poder Ejecutivo no puede ejercer sobre esas potestades de planificación, dirección ni coordinación, como en cambio si puede hacerlo respecto de las instituciones autónomas. La autonomía política o de gobierno que la Constitución le garantiza a las corporaciones municipales implica lógicamente una restricción para la potestad legislativa. En efecto, la ley no puede invadir el ámbito de esa autonomía, como sería el caso de que pretendiera someterlas a la planificación vinculante del Poder Ejecutivo, o que les restringiera potestad tributaria.” (La Constitución Política de la República de Costa Rica. Hernández Valle Rubén. Págs. 447 y 448)

Con fundamento en las disposiciones y principios del asociacionismo, la UNGL ha desarrollado esas funciones de incidencia política en defensa de los Gobiernos locales como es el cabildeo, la defensa y promoción de la autonomía; y que consiste en actuar con los poderes del Estado y avanzar hacia mayores niveles de descentralización, y son las asociaciones que adquieren cada vez un mayor protagonismo. La asociación municipal es el punto de contacto tanto entre el Estado, como la sociedad civil y todas las comunidades; para lo cual se capacita, estudia e investiga la temática y necesidades de las Municipalidades, identificando sus problemas y soluciones. Por ejemplo, con esta crisis de la pandemia del covid-19, la UNGL debe jugar un papel fundamental para ser reales interlocutores de los problemas que están viviendo los cantones y la ciudadanía en general.

Para lo anterior una Asociación Municipal como la UNGL, debe de manera constante debe promover la capacitación directa, dar asistencia técnica a sus afiliadas en temas como el interés general, jurídica y técnica, en las gestiones de trámites ante Instituciones públicas y privadas. Debe desarrollar una vasta información o base de datos; así como el intercambio de experiencias de los procesos y proyectos de gestión municipal; convirtiéndose en reales Centro de Información y divulgación en favor de los Gobiernos Locales. Esto se logra solo con una estructura organizativa propia y con una buena dirección y personal calificado. He notado desde que tuve el honor de ser el Presidente de la UNGL en los años de 1994 hasta 1998; una consolidación de profesionalización de los funcionarios de la UNGL, y eso es positivo; porque debe existir una amplia capacidad de negociación y convencimiento.

Por lo anterior es que las propias municipalidades afiliadas a la UNGL deben procurar suministrar los recursos financieros para que ésta pueda desarrollar y cumplir su cometido supracitado; y poder tener a mano las herramientas e instrumentos adecuados para el cumplimiento de sus funciones y principios asociativos; de lo contrario sería imposible luchar como organización representativa de los intereses del Municipalismo costarricense; al igual como lucha otras organizaciones gremiales públicas o privadas en el país (Unión de Cámaras, Sindicatos, Colegios Profesionales, diversas organizaciones que aglutinan los sectores productivos etc.)

La asociación municipal debe ser pluralista y ser representativa de los distintos gobiernos locales y regiones del país; que a su vez representan a distintos partidos políticos por los que fueron electos; ya que nuestro sistema político se basa en una democracia representativa y es la ciudadanía la que vota eligiendo a sus representantes en listas de candidatos que proponen los partidos políticos inscritos ante el Tribunal Supremo de Elecciones. Así se garantiza que las actuaciones sean representativas y legítimas; dándole un carácter institucional.

Finalmente considero que la UNGL, representa los mejores intereses del asociacionismo municipal y como en varias ocasiones se ha comprometido en Declaraciones de Centroamérica en favor de la descentralización apoyando lo siguiente: “El asociativismo como mecanismo de fuerza para manifestar los intereses de los Gobiernos Locales. Los intereses de éstos no son otros que el ejercicio de gobierno en las comunidades locales con el fin de satisfacer las necesidades e intereses, así como crear las condiciones para el desarrollo económico y social en sus territorios.

Para ello, se requieren medios económicos, técnicos y humanos, adecuadamente calificados y balanceados. Es por eso que una de las mayores reivindicaciones de los Gobiernos Locales es lograr la participación equilibrada y en justa proporción a sus competencias y responsabilidades dentro del presupuesto nacional. Lo anterior, daría una muestra fehaciente de la voluntad política de descentralización de los Estados y de su correspondiente expresión en el fortalecimiento de los Gobiernos Locales, las Municipalidades.” (Asociacionismo Municipal en Centroamérica, Demuca Pág.154)

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