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Osvaldo Guayasamín
Por Ana Laura Berdugo
Contexto histórico
Osvaldo Guayasamín fue un pintor, escultor, y dibujante ecuatoriano famosísimo por su marcado estilo expresionista indigenista, y por haber influenciado profundamente a diversos artistas latinoamericanos durante las décadas de los 70, 80 y 90.
De padre indígena quechua y madre mestiza, Guayasamín creció en una familia bastante pobre, donde su padre trabajó desde carpintero hasta taxista. Su madre tenía una tiendita donde Osvaldo refrescaba los anuncios todos los días con sus dibujos admirables desde temprana edad. A pesar de la oposición férrea de su padre en que Osvaldo estudiara Artes, el artista entró a la academia de bellas artes en Quito y a los 23 años ya había expuesto por primera vez. Su obra fue tan potente desde el inicio, que hizo un revuelo entre la crítica local, tildándola de revoltosa. A todo esto, el famosísimo Nelson Rockefeller se impresiona con su obra, le compra varios cuadros, y lo ayuda en el futuro.
Durante su vida, fue discípulo del gran maestro muralista mexicano José Clemente Orozco, amigo de Pablo Neruda y de muchísimos otros personajes famosos. Viajó a lo largo de Latinoamérica visitando pueblos y viendo como la población indígena permanece oprimida, tema permanente en su obra.
El expresionismo indigenista de Osvaldo Guayasamín
La obra de Osvaldo Guayasamín es altamente humanista. Refleja el dolor humano causado por los acontecimientos del mundo del siglo XX: torturas, dolor, miseria, guerras, pobreza, genocidios, injusticia social.
Sus personajes representan la Latinoamérica olvidada, y no solamente la Latinoamérica huérfana al otro lado del mar, sino además la tierra, la sangre, el dolor, de la natural y primera Latinoamérica, toda ella: cruda y eterna.
Sus series más famosas son “La Edad de la Ira”, “Mientras vivo siempre te recuerdo” y sus murales más reconocidos son “Ecuador” y “El camino del llanto”.
La obra de Guayasamín es fuerte, directa, expresionista al máximo, con ese tono político, señalador, único y magistral que tiene el mejor arte latinoamericano.
La mayor parte de su obra pertenece a la Fundación Guayasamín, que el artista fundó en 1976 para donar su obra, ya que él concebía el arte como patrimonio de los pueblos.
Su obra ha viajado alrededor del mundo incesantemente. Osvaldo Guayasamín murió en Estados Unidos en 1999 de un ataque cardíaco.
