Alta aprobación versus mala gestión, ¿qué pasa?

A propósito de la encuesta del CIEP-UCR de noviembre de 2024

Oscar Arévalo Solórzano

¿Cómo se explica la contradicción de que la gente percibe incapacidad para atender los problemas estructurales del país, e incapacidad para solucionar problemas urgentes, con el hecho de la alta aprobación del presidente? Me aventuro a proponer unas hipótesis para provocar la conversación.

Puede parecer contradictorio que el gobierno sea percibido como incapaz de resolver problemas estructurales o urgentes mientras el presidente Rodrigo Chaves goza de una alta aprobación. Pero me aventuro a hacer algunas hipótesis al respecto.

Puede ser que como decía Weber, un líder carismático no depende necesariamente de resultados objetivos, sino de cómo los ciudadanos lo ven como una figura. En el caso de Chaves, el estilo comunicativo y su imagen chambona cercana a como soy yo y mis compas puede generar confianza y respaldo, aunque en las políticas públicas no muestre resultados tangibles. El liderazgo carismático y la conexión emocional juegan un papel crucial, decía Weber.

Además, puede influir que no existan alternativas políticas claras, (oposición bien decantada), en esta percepción.

Por otro lado, la encuesta muestra una desconexión entre la ciudadanía y los partidos políticos tradicionales, lo que podría llevar a las personas a apoyar al presidente como figura, ante la ausencia de opciones para liderar el cambio.

Adicional es importante considerar cómo se reparten las responsabilidades en el imaginario colectivo. La gente puede sentir que los problemas estructurales superan la capacidad de un solo gobierno o del presidente. Este sentimiento puede provocar una disonancia cognitiva, en la que para muchas personas, desvinculan su juicio sobre la gestión del presidente de los resultados en áreas como seguridad y educación y otras.

Las respuestas efectivas a crisis inmediatas también tienen un impacto significativo, en este caso la atención de las emergencias por las inundaciones y lluvias. Y pueden haber influido en la valoración coyuntural. Acciones, como la atención “in situ” de las emergencias climáticas recientes, pueden reforzar la idea de que el presidente es capaz de actuar en momentos críticos, compensando la falta de luces largas y de avances en problemas de largo plazo.

Otra, “la percepción” del desempeño en comparación con administraciones anteriores puede ser un factor a tener en cuenta. Si predomina la percepción de que las administraciones anteriores fueron vistas como ineficaces, corruptas, carentes de empatía a mis problemas, esto podría conllevar a una evaluación más positiva Chaves, incluso si los avances son limitados.

Todo indica que la evaluación, está más ligada a su imagen personal y su capacidad de comunicación que a los resultados concretos de su gestión. Este fenómeno resalta justamente por la ausencia de “oferta” y de alternativas atractivas del otro lado de la acera.

Entonces el razonamiento imagino que anda por algo así: No es lo mejor, algunos problemas lo rebasan o no los está atendiendo bien. Pero los de antes eran peor y no se ve nada mejor en el horizonte. Por lo menos “este” piensa y siente como yo. Y le está dando duro a los culpables de que estemos así.

Así que la magia no sólo está en Chaves. Sino que es la conjunción de carisma con la debilidad de la oposición, la ausencia de propuestas y el evidente resquebrajamiento de un modelo en crisis, que nos negamos a aceptar.

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