Algo que investigar acerca de las citas atrasadas en la Caja

Carlos Manuel Echeverría Esquivel

Carlos Manuel Echeverría

El 10 de agosto del presente año, nación.com editorializó acerca de las citas atrasadas en la CCSS. El suscrito comentó el editorial en el mismo medio, opinando en forma similar en el sentido de que si la CCSS no daba la talla, debería instituirse un esquema que permitiera que médicos en consulta privada dieran el servicio para “la Caja”.

Cual no fue mi sorpresa que pocos días después fui contactado por alguien que no conocía, quien me aseguró que el problema no es el que la CCSS no tenga capacidad para dar las citas. La razón es que existe en “la Caja” un esquema de trabajo perverso desde que en los años entre el 2006-2010 se le quitó a los gerentes que tienen que ver con el tema de las citas médicas, la obligación de llevar el control de ellas, algo elemental en la gestión privada o pública y consecuentemente, del desempeño de cada persona de profesión médica responsable de atender citas, según el programa de trabajo correspondiente. Al implementarse esa aberración gerencial y dado que las citas atrasadas se atienden a deshoras, lo que implica una mejor paga, la tendencia apuntó hacia que los programas de atención en múltiples casos fueran incumplidos, generándose así poco a poco, revolutivamente por supuesto, la lista de citas atrasadas. Eso fue lo que se me dijo y la verdad es que con las artimañas que se ven en Costa Rica y con la experiencia pasada de los llamados “biombos”, hay predisposición a al menos, no dejar pasar este tipo de situaciones. La información que se me dio fue respalda por gráficos con registros desde hace muchos años, que me dejó ver las tendencias decrecientes año con año, de la cantidad de citas cumplidas en horas regulares.

Recientemente la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), por medio de su secretario general, aseguró que existía una red paralela clandestina que estaba generando este tipo de situaciones. Lo que se me dijo contradice esta posición: el esquema es facilitado por la misma Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), al haber debilitado la gestión del esquema original. No parece haber red clandestina.

La dirigencia de ANEP equivoca el camino. Debería más bien preocuparse por resolver el seriesísimo problema y literalmente vital, de tanta persona que sufre, ya vemos que innecesariamente, por quebrantos de salud no atendidos, arriesgando inclusive a morir por falta de atención. La ANEP da toda la impresión de preocuparse más por la paranoia de la privatización de la CCSS, cosa muy difícil, pues creo que los que la defendemos, que somos gran mayoría, iríamos hasta una guerra civil por mantener la esencia de la vocación actual de “la caja”. Defenderla sin embargo, no quiere decir esconder la mugre de sus falencias y desatinos debajo de la alfombra. Lástima: en lugar de que el sindicalismo sea un factor de desarrollo, se convierte en un lastre.

La auditoría interna de la CCSS no se ha pronunciado al respecto o no es conocido pronunciamiento algunos por al menos este ciudadano.

La Contraloría General de la República, que a veces se mete más de la cuenta en algunos temas y hasta enreda, debe de al menos investigar si lo que se me dijo es cierto. Para entender la magnitud del problema: en Costa Rica hay un millón trescientas mil citas atrasadas con 5 millones doscientos mil habitantes, mientras en España, con casi 48 millones de habitantes hay 700 mil y se están “halando los pelos”.

Exviceministro de Planificación

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