Los imponentes barrancos de granito del cañón del río Cimarrón son una de las mayores atracciones de este bello parque. En lo alto de las montañas de Nuevo México, es un lugar fresco y agradable donde descansar del intenso calor que se experimenta a menor altura. Un centelleante río discurre a través del cañón a lo largo 19 km, lo que añade un elemento reconforte adicional. Los elevados barrancos se extienden horizontalmente hasta formar una empalizada sobre el cañón, similar a las almenas de un viejo castillo. Con sus 120 m de altura, es todo un paraíso para los escaladores, aunque se recomienda que solo se aventuren los más experimentados, puesto que la roca no es demasiado estable. También se requiere un permiso especial de los oficiales del parque. El cañón cuenta con diversas rutas de senderismo y con pistas de esquí de travesía en invierno. Está en la región nordeste de Nuevo México y forma parte de la Reserva de Vida Salvaje Colin Neblett, el refugio de vida salvaje más grande del estado, con ejemplares de alce, ciervo, oso, pavo salvaje y urogallo, además de aves poco comunes, como el colibrí rufo o la sita pigmea. Este río es también famoso por ser un paraíso de la pesca con mosca, por sus abundantes truchas marrones y truchas arco iris.
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