“Volver a las raíces del liberacionismo”

Monólogos con Pele *

Lina Barrantes Castegnaro

Lina Barrantes Castegnaro

Recientemente esta expresión se ha puesto de moda. Muchos hablan de que Liberación Nacional debe volver a sus raíces.

Yo me pregunto, ¿qué significará eso?

Liberación Nacional, como cualquier otro partido político, no tiene un pasado libre de manchas.

Liberación Nacional, hizo cosas extraordinarias por Costa Rica. Tuvo líderes progresistas con una enorme visión que, en mucho desprovistos del encajonamiento que produce una ideología, fueron poco a poco, con influencia de sus lecturas, de sus estudios, de sus viajes, y sobre todo de esa idiosincrasia costarricense, forjando un ideario que lograron llevar adelante, a veces con éxito, a veces sin ningun éxito. Personalmente, la idea de CODESA, como una incubadora de empresas, me parece una idea inteligentísima, que sin embargo no funcionó.

Cuando recuerdo que don Pepe Figueres en los años 70’s mucho antes de que estuviera de moda, planteaba como un defecto de construcción de la actual Biblioteca Nacional, que esta tuviese esa cantidad de gradas para entrar, realmente don Pepe tenía una visión extraordinaria: 30 años antes de que se hablara de los derechos de las personas con discapacidad, ya don Pepe los defendía.

Igual cuando uno piensa en Daniel Oduber inventándose el sistema de Parques Nacionales, antes de que la protección del medio ambiente o la ecología estuviesen de moda…

Pero bueno, también ese Liberación Nacional del pasado, tiene a Vesco, a Mac Alpin, y a demás transfugas de la justicia. También ese Liberación Nacional “histórico” tiene en política exterior episodios vergonzosos como Taiwan, con su política del dólar. Al lado de crear la Orquesta Sinfónica Juvenil, tiene haber tardado casi 40 años en entender que la música debe estar al alcance de todos y no solo de una élite, y fundar el SINEM. Tiene los acontecimientos de los 80’s, prestando el territorio nacional para que desde aquí operara la Contra. Liberación Nacional fundó, durante la Administración Figueres, la Universidad Nacional, el Instituto Tecnológico, y la Universidad Estatal a Distancia, pero espero 40 años, con el crecimiento demográfico que tuvo el país, para en la segunda administración Arias fundar la 5 universidad pública, la Universidad Técnica Nacional.

Entonces, cuando nos hablan de volver al liberacionismo histórico, yo me pregunto, ¿de qué estamos hablando? Me imagino que estamos hablando de un partido con visión de futuro, de un partido progresista. Eso es un partido con pensamiento de hace 40 años? Ser progresista es ver para adelante, pero aquí, en quienes recogen esas frases cliché, como don Enrique Obergón, pareciera ser ver para atrás. Ser progresista es tener a un estado metiéndose en todo o será mas bien, ¿hacer lo que está haciendo el Partido Socialista Francés? Ser progresista es no cobrar impuestos, o es mas bien cobrar impuestos justos, progresivos, a los ricos como ricos y a los pobre como pobres, como lo ha peleado don Bernal Jimenez Monge. ¿Gastar nuestros recursos naturales, por que creemos que son inagotables, o cuidarlos. Garantizar la participación política de la mujer o estrujarla? Utilizar la cultura como instrumento de desarrollo o como el show, como el circo, como el acto publico cuando hace falta? Dar oportunidades por medio de la educación o promover que la educación sea un negocio privado?

En Liberación Nacional, se ha puesto de moda etiquetarse. Entonces si somos buenos social democratas somos conservadores, no queremos el progreso para el país. Nos dejó de importar pasar las ideas por el “socialdemocratometro” a la tica, inventado por don Pepe: ¿beneficia esto a la mayoría? Se nos olvidó analizar a quien beneficia un proyecto. Pero además, pusimos etiquetas. Entonces, aunque hayamos tenido un presidente que defendió nuestra soberanía frente a los intereses foráneos, eso no nos importa. Aunque ese mismo presidente hiciera con una buena política fiscal que la crisis no nos golpeara, no nos importa. Aunque ese mismo tomara un montón de acciones que benefician a la mayoría, eso tampoco nos importa. Lo que nos importa son los estereotipos. Nadie se plantea lo que es la realidad. De verdad, que como dice José María Figueres, ¡hay que cambiarse el chip!

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* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna. El 22 de junio de este año, le fue diagnosticado un tumor en el cerebro. De nuevo en agradecimiento a su lealtad, decidí darle una muerte digna y regalarle la eutanasia.

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Un comentario

  1. mauricio castro

    yo también me pregunto que significa volver a las raíces…. no comparto en toda su extensión lo que dice Lina, pero en términos generales estoy de acuerdo con lo que dice, pero sin duda si creo que esa frase cliché «volver a las raíces» debe ser mejor expilcada. Yo no quisiera volver al PLN de antes, cuando se imponían candidaturas, o se legislaba para algunos grupos, yo quiero un Liberación con otro chip. Un Liberación 2.0, como bien lo dijo JM Figueres.

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