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Ocean Castillo Loría
A mi abuelita paterna, Mary Guevara de Castillo, cuyo amor por el prójimo y pasión política, son mi herencia
Cosas de la vida, “a trancas y barrancas”, habíamos venido terminando un amplio análisis sobre las elecciones en Estados Unidos, cuando se nos presenta la muerte de Fidel Castro, así, realizábamos un artículo sobre las relaciones de Fidel con Costa Rica. Estando en eso, muere don Luis Alberto.
¿El resultado? De Trump y Fidel, hablaremos en otro momento…
En “Cambio Político” de CEDAL, hemos escrito cinco artículos de análisis sobre diversas facetas de la vida política de don Luis Alberto, por ello, estas líneas, más que análisis, serán simple comentario a raíz de la muerte de Monge.
Don Luis, fue alumno de Rodrigo Facio, ambos defenderán a la Junta Fundadora de la Segunda República, de los ataques de los conservadores. Por ello, Monge, defenderá en la Constituyente la ampliación del capítulo de las Garantías Sociales. Fue tan claro y vehemente, que le llamaban “Caldero – Comunista”, la acusación la repitieron, cuando habló de cooperativismo.
Una de las características de don Luis era su capacidad de concertación. Ese papel lo jugó muchas veces dentro del partido (Manteniendo el equilibrio, entre don Pepe, don Chico y don Daniel y luego, entre Figueres Ferrer y Oduber), asimismo ya siendo Presidente, dialogando con los diversos sectores nacionales. Gracias a él, se distribuirían los pesos a la hora del ajuste económico en su gobierno. Esta característica, vendría pulida, por su experiencia en el servicio público.
Otra particularidad de Monge, fue el testimonio de sus valores cristianos, ellos fueron sembrados por su madre. No en balde, don Luis diría que en el fondo, el ejercicio de la política, era el ejercicio del amor. Tal idea, muestra lo humano que era el ex Presidente.
Asimismo, no se puede olvidar su capacidad de superación. De cuna humilde y de un tramo del Mercado Central de San José, con un título de bachillerato en secundaria (Obtenido gracias a una beca en el Instituto de Alajuela), surge uno de los políticos más importantes de la Costa Rica del siglo XX. Que lección para aquellos que creen, que los títulos académicos lo son todo en la vida.
En otro orden de cosas, el rol de formador político de Monge, fue inmenso, pero de eso pueden dejar mejor constancia mis amigas y amigos de CEDAL.
Para 1967, la visión crítica de Monge en torno al PLN era clara, fue el momento de sus señalamientos a lo que llamó “la troika”: Don Pepe, del que dijo, veía al partido como un club de amigos; Don Chico, que veía a la agrupación como una maquinaria electoral y Oduber, que pensaba en el partido, como partido político, pero solo si él era el que lo mandaba. Al morir Orlich, Monge pasa a ser de “la troika”, siendo de ellos, el que tenía mejor lectura política.
Siendo gobernante y en esa misma búsqueda de equilibrios de la que habláramos, se inscribe la política de neutralidad, que fue en términos generales, una forma de buscar estabilidad en medio de los conflictos de Centroamérica. Estabilidad, que era puesta en riesgo por los halcones de Reagan desde los Estados Unidos (Cuando menos en dos ocasiones distintas, la administración Republicana, primero se opuso a ella y luego le pidió posponerla). Paralelamente, Estados Unidos le daba ayuda a Costa Rica, que era utilizada en un 94% en desarrollo y solo un 6% en seguridad.
La idea de Reagan, era crear el Frente Sur contra los sandinistas, en eso estaba Lewis Tambs, pero fracasó. Monge evita que se creé una guerra entre Costa Rica y Nicaragua. Don Luis Alberto, llegó a decirle a Reagan, que de no apoyar económicamente a Costa Rica, Estados Unidos, combatiría a los comunistas hasta la Patagonia.
Dado que este es un sencillo comentario, no pretendemos ser cronológicos. En el ámbito de las herencias del Liberación histórico como lo llamaba Monge, uno de sus legados, es la Ley del Aguinaldo, texto que, por su visión progresista, fue vetado por el entonces mandatario Mario Echandi, pero que fue resellado por el Poder Legislativo.
Uno de los ejemplos del pensamiento progresista de don Luis, fue su participación en el legendario documento de “Patio de Agua”, que fue un insumo del debate ideológico en el Liberación histórico y que contestara Daniel Oduber.
Por otro lado, quizás uno de los golpes más fuertes que recibiera Monge, fue su derrota en las elecciones de 1978. En agosto de este año, con motivo del primer quebranto fuerte de salud de don Luis, un historiador recordaba que, cuando se comenzaron a recibir los primeros resultados de la elección, Monge comenzó a quedarse solo, en el lugar donde se encontraba esperando el veredicto popular. Sería en 1982, cuando ascendería a la presidencia de la República, con un amplio apoyo popular.
Don Luis Alberto recibe el gobierno en estas condiciones:
• Un descenso del 10% en la producción nacional.
• Una baja del 45% del salario real.
• El ingreso real, había bajado en un 22%
• El déficit fiscal era de un 14%
• La inflación rondaba el 80%
• La devaluación era de un 600%.
Eran los tiempos de Reagan y Tatcher, eran los tiempos del giro neoliberal…
Ante esta realidad la estrategia de Monge, tuvo tres frentes:
• Medidas de shock.
• Planes de reactivación económica.
• Acciones de ajuste estructural.
Un punto clave aquí, fue que el equipo económico de don Luis, estaba conformado por sus adversarios políticos dentro del partido, muchos de ellos, obedecían a la Agencia Internacional de Desarrollo (AID); esto fue comprobado posteriormente, cuando se revelaron las pruebas del caso “Irán – Contras”.
Volviendo a otra de las cosas que dijera ese historiador del que hablábamos, es que la gente (Sobre todo de la izquierda), no recuerda, que el ex Presidente Carazo, tuvo una faceta de privatizador, esto con el comienzo del desmantelamiento de CODESA, en tanto, muchos olvidan (Y esto lo dijo hace un tiempo, don Rolando Araya Monge), que una de las primeras acciones de don Luis, fue el poner en marcha un plan de recuperación de empresas durante su gobierno.
Pero también, muchos consideran que con el gobierno de Monge, inician las bases de la puesta en marcha del modelo de liberalización económica y en estos días, un partidario de la “socialdemocracia flexible”, dijo que con don Luis, había iniciado el cambio hacia “un nuevo tipo de socialdemocracia”.
Estas últimas opiniones que he descrito, muestran algo que queremos dejar patente: ahora que Monge nos ha dejado físicamente, debe abrirse el debate en el ámbito de las Ciencias Sociales, sobre su vida y su obra.
Por ejemplo, ya desde la izquierda, pese a reconocer sus grandes méritos, se recuerda el papel de Monge en el contexto de la guerra fría y cómo por ejemplo, cierra la emisora Radio Noticias del Continente, que de manera clandestina, apoyaba a los sandinistas.
De igual modo, ya hemos referido a la política de neutralidad, pero en otro momento (En nuestro análisis: “Luis Alberto Monge y el modelo de liberalización económica, o la disputa entre Arias y Monge”) mostramos las críticas a la credibilidad de esa política. Asimismo, muchos no recuerdan el apoyo de sectores universitarios a la neutralidad, como forma de contrarrestar actitudes guerreristas, que presentaban algunos miembros del mismo gabinete de Monge.
En esa línea, solo como ilustración, debe tenerse presente que en su más reciente libro: “Testigo de Excepción”, el Ing. Rolando Araya Monge, deja entrever que el Premio Nobel de la Paz, era para Costa Rica más que para Oscar Arias.
En otro orden de cosas, el talante democrático de Monge, queda claro al permitir por la vía de la reforma a la ley de los partidos políticos, en diciembre de 1983, la creación del Partido Unidad Social Cristiana.
Pues bien, para 1984, la política exterior de don Luis Alberto, navegaba entre la neutralidad y las presiones de los Estados Unidos. La economía entre los sectores neoliberales y socialdemócratas en su gabinete, así como las disputas entre guerreristas y pacifistas dentro del equipo de gobierno, para abordar el tema de Nicaragua. Sobre este último punto, la adhesión a la tesis pacifista, por parte del Presidente, es clara cuando en mayo de ese año, participa en una marcha por la paz. En agosto, se da la renovación del gabinete.
Luego se sabría que los “militaristas” del gabinete, usaron a los Organismos Financieros Internacionales, para atizar las polémicas dentro del Partido Liberación Nacional (PLN); inclusive les pasaron propuestas a esos organismos, para profundizar el modelo de liberalización (Esas recomendaciones, fueron parte de la llamada “condicionalidad cruzada”).
En materia económica, un sector del gabinete era, ya lo hemos dicho, reformista: procuraba la democratización económica, fortalecer el cooperativismo y hacer realidad el programa: “Volvamos a la Tierra”; el sector neoliberal, conformado más por técnicos que por políticos, iban con su propia agenda.
Hoy sabemos que el neoliberalismo genera desigualdad, que la crisis del 2008, en Estados Unidos, es fruto de ese modelo y como consecuencia de ello, Trump ha llegado al poder…
Es pues, la hora del debate serio y profundo sobre esas épocas, es hora de los testimonios de los protagonistas, para aquilatar verdades históricas…
Ahora bien, independientemente de esto, no cabe duda que Monge enfrentó la crisis más profunda en Costa Rica, desde la guerra civil o revolución de 1948. Se debe a Monge el rescate de un país en crisis.
Y ese rescate, ya lo hemos dicho, pero vale la pena repetirlo, lo hizo Monge por la vía costarricense de los diálogos y los equilibrios. He ahí la esencia de Monge: un demócrata a carta cabal…
Y ese demócrata, tiene una base: los valores de lo mejor de la sociedad rural costarricense.
Hemos dicho ya también que, don Luis, no requirió de títulos universitarios para entender al pueblo, pensamos al escribir estas líneas, que tampoco requirió de los maquillajes propios del hoy tan afamado mercadeo electoral. Él decía que al escuchar al pueblo, pudo dibujar sus necesidades y sus esperanzas. Él decía que pertenecía a “la universidad de la calle”.
De esa formación, de su sensibilidad, sabía que los pueblos que se acomodaban, perdían su libertad; y esa libertad (Cosa que no entienden las izquierdas marxistas o pseudo marxistas en Costa Rica), es esencial para construir la justicia social.
En sus últimos años, veía don Luis con tristeza, como se extendía la pobreza, lo que decía era una vergüenza nacional. Veía Monge, como Costa Rica, estaba tomando un rumbo equivocado: se estaba (Decía), negando la justicia por la vía de la pobreza y con ello, se profundizaba la crisis de la democracia. Monge era un político al que le dolía la sociedad.
Además, arraigado a su formación, se preguntaba: “¿Para qué Estado Confesional, si se niegan los valores cristianos?”. Hoy que se ha marchado, vale la pena que sopesemos el aporte del PLN, en ese rumbo equivocado.
Con la derrota electoral de 2014 y la muerte de don Luis, creemos que debe reflexionarse en el sentido de que el PLN, debe ser el motor de una nueva etapa democrática costarricense, pero a partir del reformismo.
Debe el PLN ser motor de una síntesis ideológica, que contemple:
• El Magisterio social del Papa Francisco.
• Una visión crítica del capitalismo, como la de Manuel Mora Valverde.
• La socialdemocracia de José Figueres Ferrer a Daniel Oduber.
• Un reformismo que promueva una gran descentralización del poder, una reforma de la educación y una defensa de nuestra ecología.
Monge, tenía una visión de largo plazo, hoy el PLN requiere esa visión: es necesario combatir los extremismos que miran a Adam Smith y a Marx, como dioses, en vez de ubicarlos en su espacio y tiempo histórico.
Es necesario retomar la conciencia de la política más pura: la del ejercicio del poder para el servir, la de la economía, para la solidaridad y la cultura, para la verdadera libertad, fuera de los yugos del egoísmo.
Esa es la verdadera libertad.
Por tal razón, debe combatirse el ascenso de la globalización neoliberal, debe fomentarse la globalización de la solidaridad. Esto solo puede lograrse, en un marco ético eminentemente cristiano.
Esa es la respuesta a la demagogia y al populismo: debe ser a partir de esos valores, que debe subrayarse la cooperación por encima de la competencia, solo así, podrá el pueblo dar un salto por encima de lo que Mario Vargas Llosa ha llamado “la sociedad del espectáculo”.
Debe el PLN ser para el pueblo, el gran armonizador de los diversos intereses sociales.
Solo así, el Liberación histórico, resurgirá y ayudará a Costa Rica, a reencontrar su camino.
