Socialismo Azul

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Carlos Revilla

Carlos Revilla M.
crevilla@cambiopolitico.com

Es el nombre que le han puesto a una nueva adaptación de la socialdemocracia en Inglaterra, que se conoce también como «Laborismo Azul» por el partido Laborista británico. También se le conoce como la «Cuarta Vía», una nueva vía entre el socialismo y el capitalismo, algo que ya intentó sin éxito la fenecida «Tercera Vía» de Giddens y que era el estandarte del «Nuevo Laborismo» de Tony Blair, ex primer ministro y ex líder laborista.

Antes de hablar del «Socialismo Azul», trataré de poner un poco en contexto todo este «enredo» de socialismos y socialdemocracias que han pululado por todos lados y en todos colores y sabores, casi que a gusto del cliente.

La última globalización y la caída del «Muro de Berlín» nos trajeron lo que se ha conocido como el «el fin de la historia», que se basa en la ideas de Fracncis Fukuyama, un influyente politólogo estadounidense de origen japonés. Fukuyama es conocido sobre todo por haber escrito el controvertido libro «El fin de la Historia y el último hombre» de 1992, en el que defiende la teoría de que la historia humana como lucha entre ideologías ha concluido, ha dado inicio a un mundo basado en la política y economía de libre mercado que se ha impuesto a lo que el autor denomina utopías tras el fin de la Guerra Fría.

Inspirándose en Hegel, idealista alemán, y en alguno de sus exegetas del siglo XX, como Alexandre Kojève, Fukuyama afirma que el motor de la historia, que, afirma, es el deseo de reconocimiento, el thymos platónico, se ha paralizado en la actualidad con lo que califica el fracaso del régimen comunista, que demuestra que la única opción viable es el liberalismo democrático, constituyendo así en el llamado pensamiento único: las ideologías ya no son necesarias y han sido sustituidas por la Economía. Estados Unidos sería así la única realización posible del sueño marxista de una sociedad sin clases.

Como ven menuda afirmación de Fukuyama. Es decir ya no hay ideologías y ganó el capitalismo en su encarnación de libre mercado, ya no hay nada más y por lo tanto decretó «el fin de la historia». Esto claro no es cierto, las ideolgías no han muerto ni mucho menos. Pero sí, lo que dice Fukuyama denota que algo cambió —y bastante—. Efectivamente después de la derrota del comunismo (socialismo real) ya el mundo no es el mismo de antes.

Ante estos cambios tan drásticos y rápidos la socialdemocracia tuvo que adaptarse. No voy a juzgar ahora si esta adaptación ha sido buena o mala, ya he escrito sobre esto en otras oportunidades. Lo importante de resaltar es que se adaptó o mutó, como quieran verlo.

Una de esas adaptaciones tuvo sus «15 minutos de fama» con la llegada al poder de Tony Blair en la década de los 90s del siglo pasado y teóricamente se conoció como la «Tercera Vía» y como proyecto político se llamó el «Nuevo Laborismo». Se le puso «Tercera Vía» pues se supone que al desaparecer el comunismo se requería una nueva vía o propuesta ideológica para la solcialdemocracia que tomara en cuenta los cambios en el entorno.

Pues bien, de forma casual leyendo el artículo “El auge de los partidos de extrema derecha es un eco escalofriante de la década de 1930” me encuentro que mencionan algo llamado «Socialismo Azul» como nueva propuesta de la socialdemocracia. Y esto me llamó mucho la atención, pues desconocía su existencia, por lo que investigué un poco.

Su pensador original es Maurice Glasman, un profesor de la Universidad Metropolitana de Londres y quien acuñó el término «Laborismo Azul». Se basa en que la igualdad y la justicia son principios positivos, lo que mueve a la sociedad en la vida diaria son las relaciones interpersonales, la familia y las comunidades y asociaciones cívicas de cualquier rango, cultural o religioso. La nueva palabra mágica es «conectar» con las redes sociales, las virtuales y las reales. La base filosófica es una combinación del aristotelismo (sobre todo el concepto de la virtud) con la crítica de la sociedad de mercado.

El «Laborismo Azul» ha argumentado que el trabajo debe abrazar el patriotismo y el retorno a los valores de la comunidad basado en los sindicatos y los grupos de voluntarios, como fue evidente en la política con los primeros laboristas, pero que se perdió a partir de 1945 con el advenimiento del Estado de Bienestar.

Se ha sugerido que el nombre «Laborismmo Azul» vino de una reacción a un movimiento opuesto en el partido conservador británico llamado «Tory Rojos» (Tory es el apodo de los miembros del partido conservador), sino que también fue elegido para sugerir un dejo de tristeza, nostalgia y pérdida; en inglés la palabra «blue» también se asocia con tristeza y sentimientos parecidos y no solo con el color azul.

Básicamente de lo que estamos hablando es de una nueva política de reciprocidad, mutualidad y solidaridad. Incluso hay un sitio web www.bluelabour.org cuyo lema es “Labour’s Radical Tradition” (Tradición Radical de los Laboristas) y donde se definen como “el grupo de presión del Partido Laborista que aspira a poner las relaciones y la responsabilidad en el centro de la política británica”.

Actualmente el “Laborismo Azul” es el caballo de batalla de Ed Milliband actual Líder del Partido Laborista británico y tiene muchos adeptos, así como también críticos. Algunos incluso se han atrevido a decir que es una “Cuarta Vía», que suplanta a la ya desacreditada «Tercera Vía».

Apenas estoy esbozando lo que es esta nueva propuesta, queda pendiente como los laboristas la están aterrizando en el plano programático (que ya lo han hecho). Tampoco quiero aventurarme todavía a decir si es algo bueno o malo, esto seguramente lo haré posteriormente en otra columna. Por el momento quería transmitirles algunos comentarios e introducirlos al tema. Eso si, me parece muy interesante la propuesta, especialmente en momentos en que estamos ayunos de ellas en el plano ideológico.

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2 comentarios

  1. Mauricio Castro

    De una u otra forma dentro del PLN existen desde hace un tiempo «liberacionistas azules» que han tratado de buscar lo que se describe en el artículo. Ciertamente «azul» como color y traducción de «blue» no suena, habrá que buscar el significado que mejor se ajuste: «melancólico», «nostálgico», «triste»(he visto la traducción de blue moon como luna triste)..

  2. Muy interesante. A lo mejor la propuesta viable va a salir de Inglaterra, la cuna de la revolución industrial y el capitalismo salvaje. Espero que le de seguimiento.

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