Ricardo Zeledón, maestro de juristas y creador del Derecho Agrario

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñiga

En esta oportunidad me voy a referir al amigo, compañero, colega, mi profesor y director de tesis de graduación como abogado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. Me honro de conocer al Dr. Ricardo Zeledón Zeledón, desde tiempos de infancia y juventud en nuestro querido Guadalupe de Goicoechea; siendo su familia y la mía cercanas y amigas. Sus hermanos fueron muy amigos y compañeros de mis hermanos, en el Colegio Napoleón Quesada, así como su hermano menor Víctor Hugo “Peruga” fue un gran amigo mío de juventud.

Su aporte al Derecho y la justicia son invaluables, lo que sin duda se ha convertido en un referente nacional e internacional. Es larga su lista de atestados profesionales: Profesor y Catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, en Derecho agrario, Teoría General del Derecho agrario, y Principios de Derecho Privado. Catedrático y ex Director del Postgrado en Derecho agrario y ambiental de la UCR. Ex Magistrado de la Corte Suprema de Justicia; conferencista nacional e internacional, ha escrito 45 libros, así como múltiples artículos y opiniones en revistas especializadas a nivel mundial. Más de 35 generaciones de estudiantes han pasado por su guía y vocación de maestro.

Ha recibido gran cantidad de diplomas y reconocimientos a nivel nacional e internacional, como Presidente del Comité Americano de Derecho Agrario, Presidente Emérito de la Unión Mundial de Agraristas Universitarios, Académico Honorario de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia de España, Académico correspondiente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Magistrado de la Corte Internacional de Conciliación y Arbitraje Ambiental. Miembro, y ex Presidente, de la Academia Costarricense de Derecho; Presidente de la Asociación Costarricense de Cultores del Derecho Agrario.

En 1969, muy joven inicia con su primer trabajo en el Departamento Legal del Instituto de Tierras y Colonización -ITCO-, recomendado por un amigo guadalupano de la familia el Lic. Franklin Solórzano Salas, directivo del ITCO y ex Ministro de Trabajo. Le permite relacionarse con todos los aspectos legales de la institución y comienza a desarrollar una gran sensibilidad por los problemas agrarios del país, los conflictos jurídicos con gentes necesitadas de acceso a la tierra para trabajarla y en espera de un trato justo de parte del Estado. Adquiere una gran experiencia y solidaridad por los problemas de la época; va a muchas giras al interior del país y se relaciona con los campesinos. Siendo asistente legal conoció a profundidad las leyes vigentes como la Ley de Informaciones Posesorias N°139 del 14 de junio de 1941, luego se encargo de la tramitación de todo lo relacionado con la Ley de Informaciones Posesorias N°4545 de 1970, que funcionaba como una especie de Juzgado tramitando informaciones posesorias administrativas.

Paralelamente trabajaba y seguía sus estudios de Derecho en la UCR becado por el ITCO; estuvo al lado de abogados que fueron jefes del Departamento Legal del ITCO, y que luego se convirtieron en juristas de mucho renombre y académicos catedráticos entre ellos Fernando Mora Salas (Catedrático), Eduardo Ching Murillo, Rolando Sáenz Ulloa, Ricardo Vargas Hidalgo (ex magistrado), Hugo Alfonso Muñóz Quesada (diputado y ex ministro de Justicia), Francisco Luis Vargas Soto (Catedrático). Sus compañeros y amigos de siempre, que también eran asistentes legales: Raúl Marín Zamora (catedrático), Román Solís Zelaya (catedrático y actual Magistrado) y Ana Victoria Mora. Participó en seminarios de temas de reforma agraria y todo esto le sirvió de bagaje, con un interés superior de conocer del incipiente Derecho Agrario costarricense.

Siendo estudiante de Derecho en 1973 participa en un seminario sobre reforma agraria organizado por el PRACA-IICA en conjunto con el ITCO, en la Asamblea Legislativa para diputados y juristas con el fin de convencerlos de introducir nuevas normas de legislación agraria. Conoció juristas de renombre internacional que luego fueron sus amigos de siempre, y que incluso a su regreso de Europa lo enviaron por casi todos los países de América Latina para que disertara sobre Derecho procesal agrario.

En 1976 presenta su tesis sobre “la posesión”, dirigida por el profesor y quien luego llegó a ser Presidente de la Corte Suprema de Justicia, el Lic. Edgar Cervantes Villalta. Ya como abogado deseaba seguir estudios de especialización en Derecho agrario en Europa; había oído de los grandes juristas agraristas del mundo entre ellos Antonio Carrozza. Ganó una beca que otorgaba la Facultad de Derecho, y le propuso al Sistema de Estudios de Postgrado de la UCR, que trabajaría en un proyecto de investigación sobre la jurisdicción agraria. (Es importante mencionar que antes había trabajado en la redacción de un proyecto de ley de reforma agraria y desarrollo rural con el Lic. Rolando Sáenz por parte del ITCO, en el cual el ex Presidente Daniel Oduber creía y había encomendado)

En setiembre de 1976 el Lic. Zeledón llega a Italia, lleno de ilusiones y ganas de iniciar sus estudios de Derecho Agrario en la Facoltá di Giursprudenza dell’ Universitá degli studi di Pisa, en la sección de Derecho Agrario del Departamento de Derecho privado. Empieza a leer todos los ejemplares de la Rivista di Diritto Agrario creada desde 1922, y con la orientación y guía del maestro Carrozza quien le señala todos los libros, doctrina y artículos que debe leer sobre el Derecho agrario. Así el joven Zeledón tiene acceso a los grandes tratadistas de Europa sobre tan nueva materia para el ámbito costarricense; pero en el viejo continente era constante el debate doctrinario de los temas agrarios y de justicia procesal.

Entre sus estudios entre España e Italia, luego de grandes esfuerzos, lectura profunda, el insigne jurista presentó su tesis de Doctor en Derecho, en la Universidad Complutense de Madrid en 1979, denominada “Elementos para la calificación del Derecho Procesal agrario en Iberoamérica”, con un Tribunal presidido por el gran jurista civilista español Manuel Albaladejo García, amigo, mentor y guía del Dr. Zeledón. A su vez presentó la tesis en Pisa la Post lauream y luego su tesis de especialización en el Istituto di Diritto agrario internazionale e comparato -IDAIC-, en Florencia, Italia, a la postre el primer graduado en 25 años de existencia del título. En dos años y medio obtuvo tres títulos y se había convertido en el máximo especialista de Derecho procesal agrario y por supuesto el impulsor de una justicia agraria para nuestro país y Latinoamérica.

Regresa a Costa Rica y comienza a dar los cursos de Derechos reales, Derecho privado, Derecho Agrario, Métodos de investigación jurídica; implementando las clases con las ideas modernas de Europa, un derecho más sistemático, nos ponía de tarea leer la jurisprudencia de los Tribunales Civiles, la doctrina más importante sobre el Derecho agrario internacional y demás documentos que le permitieron a muchos estudiantes ingresar en un mundo desconocido. Durante años el Dr. Zeledón había luchado para que se aprobara el proyecto de Ley de Jurisdicción Agraria. En 1982 a finales del Gobierno, el Presidente Rodrigo Carazo envió los proyectos de Ley de Jurisdicción agraria y la Ley del Instituto de Desarrollo Agrario y fueron aprobados por la Asamblea Legislativa el 25 de marzo y sancionado por el Poder Ejecutivo el 29 de marzo de 1982. (Gran regocijo para los creyentes agraristas del país)

Para 1990, en la Sesión Plenaria de la Asamblea Legislativa fue electo con 46 votos de 51 diputados nuevo Magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Inicia su nueva lucha, por establecer desde la redacción de sus sentencias, la justicia agraria, el respeto al debido proceso, resolución de los conflictos de competencia para decidir qué es y qué no es Derecho agrario; el apoyo de los otros magistrados integrantes de la Sala Primera fue fundamental, entre ellos don Edgar Cervantes Villalta. Fue pionero del debate sobre la oralidad en los procedimientos judiciales, que en la actualidad se implementan en varias instancias; así como en la conducción de la lucha para aprobar un Código Procesal General.

Es definitivo que la influencia y paso del Dr. Zeledón por la Corte Suprema de Justicia, marca un antes y un después, dejando un legado histórico lleno de doctrina moderna, un Derecho agrario y civil sistémico; un fortalecimiento de la justicia agraria y por ende la justicia en general. Concluyo con las palabras del insigne maestro de juristas Dr. Ricardo Zeledón: “Amar, soñar, y luchar por la Justicia y el Derecho agrario puede ser una escogencia de vida, una lucha quijotesca para poner al servicio de nuestra Sociedad instrumentos para obtener la paz económica y social de todas las personas vinculadas con el sector de la agricultura.

Tengo conciencia de que fue una Misión encomendada por el Creador, sin esperar nada a cambio, más que la satisfacción de haberme convertido en Sembrador en las aulas universitarias, en el Poder Judicial, dentro y fuera del país, compartiendo mis estudios y experiencias. ¡Cuántas veces sentí el costillar de Rocinante debajo de mis talones al salir en otro viaje a defender mi Dulcinea: la Justicia y el Derecho agrario! ¡A cuántos gigantes no enfrenté encomendándome a mi amada y salí victorioso!

…En efecto, como Don Quijote, tuve siempre mis fantasías y mis ilusiones, pero con los pies en el suelo, y mi cerebro ordenando las ideas para el éxito de nuestros propósitos de mejorar el sistema de Administración de Justicia, dotando a los seres humanos, a los ciudadanos de nuestra Patria, a un proceso humanista, fundado en la oralidad y la inmediatez con el contacto directo de los jueces con las partes, sus abogados, la prueba, el contradictorio, respetando el debido proceso, para dictar fallos más apegados a la Verdad y la Equidad.”

Nota: (Libro: El Amor por la Justicia y la Justicia Agraria. Ensayo del Dr. Ricardo Zeledón) Interesante libro – ensayo que es una autobiografía de su vida laboral y profesional, memorias de luchas y sufrimientos por hacer los cambios en la Corte y su país; muchas veces con férrea oposición. Es grande su aporte al Derecho agrario, la justicia procesal agraria, la justicia en general y la paz social de la que disfrutamos en Costa Rica)

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Un comentario

  1. isabel urbano taylor

    Ricardo Zeledon mas que un abogado es un artista del Derecho un Soldado de la Justicia merece ser Presidente de Costa Rica. Saludos estrella brillante: abogado Isabel Urbano Taylor (de Venezuela) actualmente de turista en Costa Rica

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