Manual de la Social Democracia (III)

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñiga

Seguimos con esta tercera entrega del “Manual” de postulados básicos del pensamiento social demócrata. En las dos anteriores entregas se resumió lo fundamental de los orígenes y los principios en que se sustenta esta ideología creada en Europa; sus autores y creadores. Seguiremos enfatizando sobre los perfiles filosóficos e ideológicos y programas de los Partidos socialistas democráticos de Europa y su enlace con los otros partidos latinoamericanos y el resto de los continentes. Es importante señalar la creación de la Internacional Socialista (IS) como una organización internacional de partidos social demócratas, socialistas y laboristas, fundada luego de la Segunda Guerra Mundial, en Frankfurt, Alemania en 1951; sus raíces son la Primera Internacional conformada por la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) o Primera Internacional de los Trabajadores fundada en Londres en 1864 (agrupó a sindicalistas, anarquistas y socialistas franceses e italianos republicanos etc.)

También la “IS”, tiene sus antecedentes directos en la Segunda Internacional que se formó en 1889; refundada en 1923 como la Internacional Obrera y Socialista (IOS) y vuelta a reconstruir como la Internacional Socialista actual; tuvo como base en 1944 donde la presencia en Inglaterra de grupos socialistas exiliados y en el cual el Partido Laborista Británico estudia la posibilidad de crear una futura asociación internacional integrada por partidos laboristas y socialistas democráticos. El Primer Congreso de la Internacional Socialista de 1951 elige como presidente al inglés Morgan Walter Phillips del Partido Laborista. Se emite la Declaración de Frankfurt “Tareas y los objetivos de la social democracia, crítica tanto al “capitalismo descontrolado” como al “comunismo soviético” que consideran un “nuevo imperialismo”, luego de la Segunda Guerra Mundial.

En 1919, los comunistas habían creado su propia Internacional Comunista en Petrogrado (URSS) (conocida como la Tercera Internacional) que reúne a los partidos comunistas y marxistas que luchan por la dictadura del proletariado, se convierte en un dogma rígido, quieren agudizar las divisiones de clase, y establecer la dictadura de un partido único, destruyen la libertad y la democracia, es el instrumento de un nuevo imperialismo, incompatible con el espíritu crítico del propio marxismo. En la Declaración de Frankfurt se afirma que: “El Socialismo es un movimiento internacional que no exige uniformidad rígida de concepciones. Funden los socialistas sus convicciones en el marxismo o en otros métodos de análisis de la sociedad, o se inspiran en principios religiosos o humanitarios, lo cierto es que todos luchan por un mismo fin: por un sistema de justicia social, por una vida mejor, por la libertad y por la paz mundial.”

“El Socialismo sólo puede realizarse a través de la Democracia. La Democracia sólo puede realizarse íntegramente a través del Socialismo”. “El Socialismo Democrático tiene por objetivo ampliar la libertad individual sobre la base de la seguridad social y de una progresiva prosperidad”. Posteriormente, en el XIII Congreso de la Internacional Socialista realizado en Ginebra, Suiza en 1976 es elegido presidente el ilustre Willy Brandt (Canciller Alemán), dándose una enorme influencia del pensamiento social demócrata alemán sobre los demás partidos políticos a nivel mundial (recordemos que se emite el Marco de orientación económico-política del Partido Socialdemócrata de Alemania para los años 1975-1985)

Según Dietmar Kneitschel, quien ejerció como director de CEDAL en Costa Rica señala que: “La Socialdemocracia no hace ninguna promesa mesiánica, no ofrece ninguna droga milagrosa o fórmula mágica para la curación de los males de la sociedad. No prescribe recetas con validez universal o eterna.” Y el Marco de Orientación declara que: “El Socialismo Democrático no promete un paraíso en la tierra, ni ofrece la solución de todos los problemas humanos; no es, tampoco, el plan acabado de un nuevo orden social” (Socialismo Democrático. Postulados básicos. Documentos CEDAL)

Sigue el Marco de orientación que también declara que: “La Libertad significa ser libre de dependencias degradantes y tener la posibilidad de desarrollar libremente la personalidad propia dentro de los límites trazados por las exigencias de la justicia y la solidaridad. Pero la libertad sólo es una realidad social y no una mera ilusión o un privilegio de unos pocos, cuando todas las personas tienen la posibilidad efectiva (económica, política, social, cultural) de desarrollarse libremente”. “La justicia realiza la libertad de los individuos, al brindarles a todos los mismos derechos y oportunidades equivalentes dentro de la sociedad”. “La solidaridad expresa la experiencia y la comprensión de que, como seres libres e iguales, sólo podemos vivir en comunidad de una manera humana, cuando nos sentimos responsables unos de otros y nos ayudamos recíprocamente. La solidaridad tiene para nosotros una significación humana general; por eso no debe detenerse tampoco ante las fronteras nacionales”.

Lo anterior reafirma los tres valores éticos fundamentales de la Social Democracia, dependen entre sí y se complementan; podemos decir que es la piedra angular de este pensamiento ideológico; si creemos en estos valores, estamos en el buen camino de crear y luchar en un nuevo orden social y económico. Incluso no es excluyente con un orden económico privado (de respeto a la propiedad privada y mercados libres); pero con la posibilidad de que exista un orden económico mixto (coexisten la empresa privada, la empresa estatal y la empresa comunitaria). Por eso es importante la planificación y la política económica, que coadyuven a la producción posible, el crecimiento de vida de los diversos sectores, en aras del desarrollo de las mayorías del pueblo, dar las oportunidades necesarias y el Estado debe buscar la satisfacción de las necesidades sociales y la demanda popular.

El Lic. Dietmar Kneitschel concluye que: “La Socialdemocracia no quiere la “estatización” de la sociedad, sino que el óptimo desarrollo de la personalidad individual y la máxima participación de cada individuo en la vida política, económica y cultural de la sociedad. El individuo es sujeto y no objeto de la política socialdemócrata.” Es consecuente con la manera de ver al Estado en el Programa del Partido Socialdemócrata de Alemania que señala: “La vida del hombre, su dignidad y su conciencia tienen primacía sobre el Estado. El Estado debe crear las condiciones, para que el individuo pueda desarrollarse con un sentido de libre responsabilidad personal y de compromiso con la sociedad”. (Op.cit. Págs.20, 23)

Concluimos aquí esta tercera entrega y podemos dejar claro los perfiles y postulados básicos del pensamiento social demócrata, para poder adentrarnos en las siguientes la influencia teórica y práctica en los países de América Latina, los programas de los partidos políticos y hasta donde en realidad ha funcionado los principios y valores básicos de esta ideología, en la acción de las políticas públicas, la verdadera influencia de este pensamiento y como ha coadyuvado al desarrollo y progreso democrático de los pueblos latinoamericanos.

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