Lecturas y apuntes del discurso del Presidente Luis Guillermo Solís, del 2 de mayo.

Análisis de Ocean Castillo Loría

Ocean Castillo Loría

Del discurso del Presidente Luis Guillermo Solís, hay varias lecturas y apuntes que hacer. En términos de lecturas, hay cuando menos tres: una dura, una suave y una intermedia. En este análisis veremos las tres.

Esta labor es necesaria en términos de análisis, ya que no es suficiente, la valoración que del discurso hacen las fracciones políticas en la Asamblea Legislativa, pues ellas actúan para una teatralidad propia de la palestra política: la fracción oficialista y las afines (FA), subrayarán los aspectos positivos, las otras lo atacarán. Por ello, el verdadero análisis, debe darse en los espacios propios de los medios de comunicación y de la misma sociedad civil.

Es importante aclarar, que las lecturas que aquí mostraremos, son ejemplos del tipo de análisis que varios politólogos realizaron para diversos medios de comunicación. Luego de presentarlos, haremos un balance final sobre el tema. Balance que nos servirá de excusa para hacer algunos apuntes sobre el gobierno y la situación política del país.

a) La lectura dura

El título del discurso es: “Mi mandato es la justicia”. ¿Para eso fue elegido Luis Guillermo Solís y el PAC?, podría decirse desde una óptica dura, que desde el título, el discurso está descaminado, el PAC y Luis Guillermo fueron elegidos para el cambio, aún más, a partir del título del texto, cabe la pregunta: ¿Ha logrado la justicia?: la respuesta a partir de las encuestas, es que no.

Asimismo la división entre el “Luis Guillermo candidato” y el “Luis Guillermo Presidente” es clara, en cuanto al tema fiscal. El primero fue advertido por otros partidos políticos (PLN, PUSC, ML), de la gravedad del problema, cosa que el postulante del PAC, minimizó. El hoy gobernante, mira la realidad del problema y lo hace notar.

Pero en esa contradicción, no tiene fuerza moral para hacer el señalamiento, que es el centro de su discurso; súmese que durante el primer año de gobierno, hizo un jugoso aumento salarial al sector público y le entregó gran cantidad de dinero a las universidades, sin tocar sus privilegios.

Por otra parte, ante la pregunta: ¿Para quién gobierna el gobierno?, la respuesta puede ser matizada (Ya lo veremos), pero desde “los lentes de la dureza”, puede ser claro que Luis Guillermo gobierne para los sectores agro – industriales.

En otro orden de cosas, es interesante que el gobernante se solace de presentar una economía exitosa, habiendo cifras de desempleo de entre un 8 y un 10%. La falta de realismo, es tal, que por un lado el Ejecutivo dice que esta es una gran preocupación para ellos, pero en un análisis frecuencial del discurso, solo le dedica seis líneas al tema.

Además, en el discurso es evidente que el gobierno desprecia a los consumidores, ya que ni los menciona, pese a que los golpeado con medidas proteccionistas, que no favorecen los precios de determinados bienes.

En la línea de pacto con los actores del mercado interno, Luis Guillermo dice que este mercado está consternado, pero si el mercado externo está fortalecido y bien: ¿Qué importa que el otro sufra? Además, si se quiere dudar de ese pacto o del deseo del gobierno de mejorar el mercado interno, algunos sectores de éste (Como el agrícola), han criticado que esta administración no ha hecho nada en pro de la competitividad de estos sectores.

Pero si se quiere ver evidencia en contrario, basta mirar la medida proteccionista contra los aguacates mexicanos. Es lamentable, que este gobierno no siguiera la senda de liberalización que llevaran en su momento el PLN y el PUSC.

Otro “pacto” que tiene este gobierno es con los sindicatos. Esto ya ha quedado claro con el aumento salarial del primer año y el dinero entregado a las universidades públicas como ya lo hemos mencionado, pero a esto debe sumarse, la concreción de la reforma al Código Procesal Laboral.

Otro punto en el que no solo este gobierno, sino otros faltan a la verdad, es el de presentar bien la situación económica, pero de nuevo, la verdad la reflejan las encuestas: el ciudadano, no siente ese bienestar.

Por otro lado, resulta increíble, que a dos años de gobierno, el Ejecutivo, continúe presentando intenciones y estrategias, es decir, continúa en el “deber ser”, a dos años de gobernar. Eso no es aceptable. Parece que Solís, sigue en la senda de hacer ofertas electorales, sin saber la realidad del Estado costarricense. Por este camino, se abre el hoyo de caer en grandes contradicciones.

Un ejemplo de esas contradicciones, es el presunto deseo de entrar a la OCDE, pero decir que el gobierno no se desgastará en reformas administrativas o del Estado… por otra parte, sigue hablando de la potencial creación del Instituto Nacional de Infraestructura.

Asimismo, es inaceptable, que el Presidente de la República, a dos años de ejercer el poder, siga hablando de problemas heredados: si los tiene: ¿Por qué no ha tomado medidas drásticas para resolverlos?

En suma, los resultados que presenta el gobierno, son poco claros, lo irrefutable es que han despilfarrado los recursos, con pocos resultados. Quizás el Ejecutivo, tenga alguna conciencia de ello, inclusive, ignorando temas importantes en el discurso por ejemplo, la profundidad de los problemas de la CCSS.

Por otro lado, en el campo de las relaciones internacionales, quienes hacen “lecturas suaves del discurso”, sostienen que en esta área, hay cosas positivas, como el manejo de las crisis migratorias, puede ser, pero esto queda opacado con el pésimo manejo de las relaciones con China (Caso SORESCO) o la salida del Sistema de Integración Centroamericana (SICA)

En resumen, en el discurso, se observa un gobierno autorreferente, que cierra los ojos frente al sentir ciudadano, sentir que ha quedado claro en la más reciente encuesta de Borge y Asociados, donde la administración Solís, está pesimamente calificada, de donde queda la pregunta abierta: ¿Está este gobierno mal asesorado, como anteriores?

b) Lectura suave

Para el Presidente, resultó muy positivo, el que los programas “Puente al desarrollo” y “Tejiendo Desarrollo”, estén en pleno funcionamiento y estén rindiendo frutos, cosa que fue reconocida por el mismo Presidente Legislativo.

En materia de infraestructura hay dos puntos que son muy rescatables: el refrendo a la ruta 32, y el deseo de la creación del Instituto Nacional de Infraestructura (INI), que está presentado como proyecto de ley, ante la Asamblea Legislativa.

Por otra parte, en el discurso se refuta el ataque que se hace al gobierno, en el sentido de que no tiene rumbo: el rumbo se encuentra fijado en el Plan Nacional de Desarrollo “Alberto Cañas Escalante”, el cual a su vez, es una operacionalización del Programa de Gobierno, presentado al electorado.

En el discurso, el centro o idea fuerza, es claro: el problema del déficit fiscal, aun más, el Presidente no esconde información, llega a decir que de no aprobarse los proyectos fiscales, el déficit aumentará en septiembre de este año.

El tema del cambio, también queda claro cuando el Presidente de la República, hace señalamientos a las falencias de la dinámica institucional. Por ejemplo, al expresar que se requiere una planificación plurianual, para combatir la sub ejecución en las instituciones.

Por otro lado, el Presidente es consciente de que es necesaria una reforma del Estado, pero también es realista, en el sentido de que no se va a meter en eso, pues su prioridad es la resolución del déficit fiscal.

Pero esto no significa, que el gobierno no acometa grandes reformas: como ejemplo, se encuentran la reforma procesal Laboral, la reforma al Código Procesal Civil y el tema de la FIV, vía decreto. Valga decir, que la primera, es un fuerte impulso a la reforma social, iniciada en la década de los cuarentas.

Pasando esta página, también debe refutarse la idea expresada por ejemplo, en el discurso del Presidente de la Asamblea Legislativa, en el sentido de que la comunicación entre el Ejecutivo y el Legislativo falla, para eso el Viceministro de la Presidencia, realiza una intensa labor de negociación en esta esfera.

Volviendo al tema fiscal, de un modo u otro, debe reconocerse que hay una conciencia sobre la problemática, esto por cuanto partidos como el PLN y el PUSC, aspiran a gobernar a partir del 2018, y saben que Luis Guillermo no miente. En este contexto, es lamentable que algunos estratos empresariales, se opongan al proyecto de Fraude Fiscal, sobre todo, tomando en cuenta que, el escándalo de los “Panamá papers”, reflejan la urgencia de entrarle a este tema.

En la misma línea de mirar la urgencia de resolver el déficit fiscal, estos estratos empresariales, deberían tener claro, que uno de los principales inversores en la economía costarricense, es el Estado y si este se ve afectado como inversor, la empresa privada sufrirá esos efectos.

Por otro lado, se dice que el gobierno no tiene capacidad de autocrítica, esto es falso, el Ejecutivo ha reconocido que tiene problemas de comunicación, pero además, quienes critican esta administración, olvidan que la política es un juego de intereses contrapuestos, que en muchas ocasiones obstaculizan al gobierno (Grupos de interés, grupos de presión, partidos políticos y poderes fácticos)

Otro aspecto que debe tenerse en cuenta, es que este gobierno, fue elegido para llevar adelante el cambio de manera gradual, y ese gradualismo, es claro en materia de tenencia de tierras en el ámbito agrícola y en los conflictos en las poblaciones indígenas.

Entrando en otro tema, es claro que el manejo de la política exterior por parte del gobierno, es muy bueno, tomando en cuenta el manejo de las oleadas migratorias, y si bien se puede criticar la salida del SICA, el gobierno ha insistido en los últimos días, en la necesidad de retornar a ese organismo.

Punto aparte merece el responder ciertas críticas, que desde algunos análisis duros, se hacen al discurso presidencial:

• Se dice que hay una especie de pacto en el gobierno, con el sector agroindustrial, esto es falso, pero de ser así: ¿Son todos los miembros de este sector ricos que no requieran apoyos del gobierno?, además: de protegerlos el gobierno ¿No hace justicia ante muchos años de desprotección de los gobiernos del bipartidismo?
• Se dice que el gobierno tiene otro pacto con los sectores sindicales. De ser eso cierto, los sindicatos agrupados en el bloque BUSCCO, no hubieran realizado las protestas que hace poco ejecutaron.
• Estos críticos, no reconocen o minimizan el buen manejo económico del gobierno en materia de política monetaria y el control de la inflación.

Para ir finalizando, debe quedar patente, que el éxito económico de este gobierno, tiene como uno de sus bastiones, un sector empresarial responsable, que junto al Ejecutivo, ha ayudado a sacar el país adelante.

c) La lectura intermedia

Sin caer en la lectura dura ni la suave, es claro que el discurso no fue un listado de logros (Cosa que era costumbre en administraciones como la de José María Figueres, donde inclusive un año, se llegó a publicar un libro de más de mil logros numerados; la de Abel Pacheco o Laura Chinchilla)

Por otra parte, luego de escuchar los discursos de Luis Guillermo y Antonio Álvarez Desanti, es claro que hay dos visiones, sobre el tema fiscal:

• Para la alianza opositora que tiene en sus manos el Directorio Legislativo, lo primero es abordar el tema del gasto, antes de aprobar nuevos impuestos.
• Para el Poder Ejecutivo, ya se ha hecho todo lo que tenía que hacerse en materia sustantiva, en el tópico de gastos; y ahora debe abordarse el ámbito de la aprobación de impuestos.

En otro orden de cosas, a estas alturas, no es claro cuál es el cambio que dibuja el gobierno y que fue la oferta principal del PAC y el candidato Luis Guillermo Solís:

• ¿Se trata de volver al Estado en vez del mercado como organizador social?
• ¿La lucha contra la corrupción?
• ¿Generar cambios en el sistema político?

Esta falta de claridad, es consecuencia de una ausencia ideológica en el PAC (Siempre hemos dicho que, el PAC tiene una ética mas no una ideología). Ahora, si se quiere introducir algún elemento de “lectura suave”, en este punto, podría decirse que el cambio que busca el gobierno, es transformar la forma de hacer las cosas, haciendo conciencia en la ciudadanía, de que todos tenemos un rol en el ejercicio del poder político.

Por otra parte, en el escenario de la realidad del mercado interno y el mercado externo (La ilustración de los dos motores del avión, que hizo el Presidente), en un primer abordaje de lectura intermedia, podría no parecer clara la apuesta por fortalecer el primero en lugar del segundo (Cosa que se ha hecho a lo largo del modelo de liberalización económica). Lo que sí resulta evidente, es que el gobierno ha concretado medidas de proteccionismo agrícola.

Ahora bien, si se quiere, tratando de construir un acercamiento lo más objetivo posible, deben destacarse algunos puntos positivos de este segundo año de administración:

• El tema de la política exterior.
• El manejo del tópico de APM Terminals.
• El refrendo de la ruta 32.

En la lógica de este acercamiento que estamos intentando, es claro que hay una contradicción entre el “Luis Guillermo Solís candidato” y el “Luis Guillermo Solís Presidente”, en cuanto al tema fiscal, el primero desdeñó el tema, el segundo lo ve urgente. Lo cierto es que pese a las diferencias entre Ejecutivo y Legislativo, sobre este punto, hay una puerta general para dialogar. Es decir, hay una conciencia de que el problema debe ser abordado.

Pese a ello, también se abre una pregunta: ¿Tiene el gobierno verdadera voluntad de diálogo?, la interrogante es válida, tomando en cuenta que Álvarez Desanti, en su alocución, le hace ese reclamo (Diplomáticamente) al Presidente de la República, lo que hace ver que la labor del Viceministro de la Presidencia, Luis Paulino Mora, no ha sido suficiente en esa materia. Asimismo, debe tenerse claro, el hecho de que la posibilidad o voluntad de diálogo, no descarta la dinámica de conflicto propia de la política.

En otro orden de cosas, la Ciencia Política, ha hecho una distinción en materia de la categoría de legitimidad política. Una cosa es la legitimidad basada en la elección democrática, es decir, el hecho de que la persona elegida, queda envestida con la autoridad propia de las funciones que la ley le asigna al cargo de elección (Independientemente del número de votos con queda electo el jefe del Poder Ejecutivo, si cumple el umbral constitucional de sufragios, queda investido con la autoridad para ejercer las funciones que le asigna la Carta Magna)

Pero también hay una legitimidad de ejercicio, es decir, el capital político, la credibilidad política de quien gobierna, no queda intacta con la elección, debe ser construida y reconstruida constantemente en el ejercicio del poder; y para que el gobierno tenga credibilidad política, debe presentar obras a la ciudadanía y esas obras, deben ser tangibles.

En este contexto, es interesante como cuando menos, ciertos sectores del Poder Ejecutivo, no han caído en la cuenta a dos años de gobierno, que además del déficit fiscal, enfrentan un aparato institucional que es lento para la concreción de obra.

Con este telón de fondo (Déficit fiscal y lento aparato Estatal), cabe la pregunta: ¿Iremos a un acuerdo nacional para resolver estos problemas, por encima de los intereses partidarios, tomando en cuenta que este año es de carpintería electoral, o ya de clara campaña y el 2017 esa lucha se acentuará?

Aún más: en ese contexto de potencial acuerdo nacional: ¿Seremos capaces de hablar y ponernos de acuerdo en temas tan delicados como el papel de los mandos medios dentro del aparato institucional costarricense?

Un balance final

Algunos analistas contactados por medios de comunicación, reconocieron que no habían podido oír el discurso, solo lo habían leído. Este es un punto clave, solo a través de la escucha de la pieza oratoria, se pueden determinar los énfasis de comunicación de los mensajes.

Por otra parte, no se puede negar que tanto el Presidente de la República, como el Presidente de la Asamblea Legislativa, fueron muy asertivos, lo que da paso a la esperanza de tener abiertas las puertas de la negociación en materia fiscal.

En otro orden de cosas, es interesante como varios analistas políticos, casi “dan por muerto” el accionar del gobierno, a mitad del periodo. Constitucionalmente, el Ejecutivo es elegido por 4 años, en la práctica, se sabe que el primer año, en muchos casos (Incluido este gobierno), es de conocimiento del aparato institucional (El mismo Luis Guillermo ha reconocido que la curva de aprendizaje de su equipo de gobierno, ha sido durísimo) y el último, es año electoral, lo que restringe mucho la acción del gobierno.

Pese a ello, creemos que esta tesis de “matar el gobierno a mitad de camino”, es fruto de antecedentes históricos recientes:

• En la administración Figueres Olsen, se consideró que con el Pacto Figueres – Calderón, se agotaba el capital político del gobierno.
• En el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez, se dijo lo mismo con la derrota en las calles del llamado: “Combo del ICE”.
• Para el periodo de Abel Pacheco, se dice que un punto de este tipo, se mostró con la postergación del proyecto del DR – CAFTA.
• El segundo gobierno de Arias, logró uno de sus objetivos máximos, con la aprobación vía referéndum del DR – CAFTA.
• Para algunos analistas, el fin de la administración de Laura Chinchilla, fue la caída de la reforma fiscal, pactada con Ottón Solís.

Por otra parte, concordamos con el análisis de lectura intermedia del discurso presidencial, en el sentido de que no se centró en la espectacularidad de los logros (De toda suerte, cabe la pregunta: ¿Hay logros espectaculares?); pero como contra parte, la presidencia de la República, ha lanzado una campaña en la línea de: “aquí no hay cuentos”, e invita a la ciudadanía a informarse de los logros del Ejecutivo, por medio de una página web.

Pasando este punto, debe decirse que lo que resta del camino que debe recorrer la administración de Luis Guillermo Solís, será en plena campaña electoral, y ese adelantamiento de la campaña, se debe a la percepción de un vacío de poder en el Ejecutivo.

Otro aspecto, y este ya relacionado con los tres tipos de lectura presentados, tiene que ver con que creemos que los analistas políticos, debemos ejercer una actitud crítica, de la manera en que abordamos los discursos. Ha quedado claro que por ejemplo, en la lectura dura del texto, hay una clara carga ideológica, que se supone debe ser minimizada por el buen uso del instrumental teórico – técnico de las Ciencias Políticas.

En el caso del abordaje duro, el peso de las críticas del análisis, contrastan con la asertividad de las alocuciones de los actores políticos, Luis Guillermo Solís y Antonio Álvarez Desanti (De hecho, para algunos analistas, Desanti, es el Presidente idóneo de la Asamblea Legislativa para el tercer año de gobierno) En ese marco, debe reconocerse que ambas alocuciones permiten la discusión de temas de fondo (Es importante decir, que permiten la discusión, lo que refutaría la lectura suave del discurso, donde la condescendencia es de tal nivel, que se acepta el texto con poca o ninguna criticidad)

Por otra parte, tanto los discursos de Solís y Desanti, invitan a preguntarse: ¿Estamos para cambios dramáticos? Y por otro lado, si los cambios que deben hacerse dramáticos o no: ¿Deben realizarse por vía de un acuerdo nacional o vía constituyente?

Ahora bien, en esta etapa, es claro que el rumbo del gobierno está enfocado al tema fiscal. Pero al momento de escribir este análisis, se han mostrado nuevos nubarrones sobre este tópico, al revelarse las implicaciones del pacto PAC – FA. Un acuerdo que no cambiaba el ajedrez en la elección del directorio legislativo y por otro lado, las críticas de diputados opositores, en el sentido de que Solís, exacerba a los sindicatos, hablando de recortes de 60 000 empleos públicos.

Con todo este contexto, una interrogante sigue abierta: ¿Es este gobierno, una administración de equilibrios?: la lectura dura del discurso, responde que no, la lectura suave, dice que sí, la lectura intermedia, sostiene que el logro de equilibrios en el ejercicio del poder político, es complicado.

Dentro de esa complejidad, Luis Guillermo Solís debe seguir gobernando, inclusive con las estrategias propias de los partidos políticos con vocación de poder: el PLN y el PUSC. En el caso del primero, con la posibilidad de una buena presidencia de Desanti, de enviarle un mensaje al electorado: “el PLN sabe gobernar”.

Con todo lo anterior, diversos sectores económicos, siguen pendientes de la pregunta: ¿Habrá o no habrá impuestos?: a hoy, la respuesta no es clara, el gobierno insiste en la tesis de impuestos y apunta (Con o sin grandilocuencia), que los recortes al presupuesto ya no pueden continuar, la piedra en el camino, entre otras, es la revelación del pacto PAC – FA y de lado de la oposición, un endurecimiento de posiciones, como fruto de la resistencia de los grupos de presión, al pacto de la alianza opositora, presuntamente azuzada, por el Presidente Solís.

Frente a esta realidad, es evidente que el gobierno a dos años, no tiene una estrategia de comunicación política. Hoy son notables los daños que le hizo al gobierno, los pasos en materia de marketing político, que siguió en su momento el hoy ex asesor: Iván Barrantes.

Al gobierno, repetimos, le falta una estrategia de comunicación política, una estrategia que le ayude a construir puentes de diálogo (Con la situación al momento de escribir este análisis, es urgente); una estrategia que le permita lograr concertaciones (Con el pluripartidismo, y las influencias o poderes de los grupos de interés y los grupos de presión, lograr consensos es un sueño); una estrategia que le permita (Cuando menos en determinados estratos y momentos idóneos), grados de autocritica.

A hoy, parece que el cambio de tono que reflejó el discurso de Solís, ha quedado en el pasado, gracias a las fracciones del PAC y el FA, así como por las posiciones de ciertos grupos de presión (El caso de BUSCCO, valorando ir a una huelga general, en caso de que se toque la estructura del empleo público)

A dos años, el gobierno debe ser muy creativo para manejar los márgenes de maniobra que le permiten la Constitución Política y la coyuntura en constante desarrollo. Tal parece (Eso se refleja de una entrevista del Presidente, concedida al “Diario Extra”), que el gobierno ha olvidado que durante la campaña electoral, generó altísimas expectativas y ya en el ejercicio del poder, queda debiendo en esa lógica. Pero también el hoy oficialismo, ha tenido pérdidas en otras palestras, por ejemplo: en la campaña, “eran los reyes de las redes sociales”, hoy las han perdido.

Esa creatividad implica una estrategia, en la que se minimicen las contradicciones dentro del Ejecutivo, y dentro de la fracción legislativa del PAC y entre ellos (El 11 de mayo, la nueva jefa de fracción oficialista, aparte de reconocer el error del pacto con el FA, reclama una mayor presencia del Ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro, en la Asamblea Legislativa. La entrevista la publicó el periódico “La Nación”); es de hacer notar, que las contradicciones son subrayadas en la lectura dura del accionar del gobierno, son obviadas en la lectura suave y pueden ser insumo, si son valoradas por la lectura intermedia.

En esa lógica, ya hemos dicho que al confundir comunicación política con Marketing político, Iván Barrantes, le hizo gran daño al gobierno. De igual modo, en materia de minimizar contradicciones, flaco favor le hicieron al gobierno decisores políticos (“Operadores”, se les llama desde ciertas teorías de las Ciencias Políticas), como Melvin Jiménez y Henry Mora.

Por otro lado, el gobierno debe abandonar la ingenuidad que le ha cobijado en muchas ocasiones. Parte del ejercer del poder es comprender de una vez por todas, que se mueve el Ejecutivo, en un mar de intereses contrapuestos, en ellos, la dinámica política, tiene dos movimientos: la confrontación y la integración de esos intereses.

Es por ello que llamar a los diversos sectores a construir el país, no es un mensaje tan neutro como parece. La interpretación de esa “construcción”, es muchas veces contrapuesta entre ellos. En ese contexto, el gobierno debe jugar sus equilibrios.

En ese sentido, sería interesante, inclusive en el marco de la campaña electoral 2017 – 2018, el discutir, cómo mejorar el diálogo y la forma de acercamiento de poderes, por medio de una mediana o profunda reforma política. Conste, que este deseo puede verse enterrado, si el tema fiscal se torna el centro de esa campaña.

Pero volviendo al discurso y al tono del gobierno a partir de él, parece que Luis Guillermo Solís enfatiza la idea de que el añorado cambio debe ser negociado (Se subraya el tema de “la vía costarricense”); la pregunta es si otros actores, lo han comprendido (Sobre todo, por ejemplo, partidos como el FA y el ML); citamos al FA y al ML, porque son esos sectores extremos los que más requieren de la teatralidad de la política, para ejercer oposición, especialmente del uno hacia el otro.

Asimismo, no debe perderse de vista que llamar “a todos los sectores a construir el país” o centrarse en la tesis de que “el cambio debe ser negociado” implica el hecho de que lo propio de los partidos políticos, es la lucha por el poder y en esa lucha, se definen lo que podrían denominarse los intereses de la paria o el interés nacional. Pese a ello, en el caso del PLN, recientemente José María Figueres Olsen, ha insistido en querer ayudar al gobierno.

La posición contraria, la ha reflejado Otto Guevara del ML, quien sin ningún empacho reconoció a un noticiero radiofónico, que continuaría ejerciendo filibusterismo desde la Comisión de Hacendarios contra la reforma fiscal, con lo cual, refleja la poca importancia que le brinda a la ya deteriorada imagen de la Asamblea Legislativa.

Todo esto sucede, sin que se dé un claro debate de fondo, sobre el modelo de desarrollo que debe guiar al país y se siguen concretando o tensando decisiones de corte monetarista o reformista.

Un ejemplo de ello, es que con el nombramiento de Antonio Álvarez Desanti, temas como los propios de la economía social solidaria (Y que obedecen a una agenda más hacia la izquierda), pasan por decirlo de algún modo, “al olvido”. Este tipo de tesis, fue el que apoyó por ejemplo el PUSC, al votar en blanco, “apoyando sin comprometerse” al PLN. Valga decir, que electoralmente este tipo de decisiones son riesgosas. El electorado no es el mismo y los votantes socialcristianos, pueden cobrar ese tipo de “jugadas” (La contraparte de lo antes dicho, es el hecho de que el alineamiento de los electorados, es cada vez más débil)

A esta altura, es claro que la oferta de cambio del “Luis Guillermo candidato”, ha pasado al olvido. Este gobierno no pasará a la historia por “las grandes reformas”, pero si lograse pasar la reforma fiscal, tendría un importante espacio en el devenir patrio. Por otro lado, esta administración, podría fijar su nombre en la historia, por no tener grandes casos de corrupción, pero para concretar esa meta, falta trecho.

A esta altura, es claro que el gran comunicador del gobierno es el mismo Luis Guillermo Solís, lo que debería ser mejor aprovechado. El riesgo de ello, es someter la imagen del Presidente a fortísimos desgastes, la ganancia es la posibilidad de limar asperezas, inclusive con algunos medios de comunicación.

Finalmente, el camino que le falta al gobierno de Luis Guillermo Solís, está marcado por la polarización en la sociedad civil (Organizada y no organizada) y en los mismos partidos políticos, donde el juego es: “asegurar posiciones y vetar a otros”, es decir, donde se subraya el conflicto por encima de la integración. Este es quizás, el principal obstáculo del gobierno del cambio…

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