La Paz como derecho humano

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñiga

La Asamblea Legislativa de Costa Rica, por medio de la Plena Tercera aprobó el 25 de setiembre del 2013 la Ley de Proclamación de la Paz como derecho humano y de Costa Rica como país neutral. Luego del proceso, su redacción final se realizó el día dieciséis de setiembre del dos mil catorce, promulgada y firmada por el Presidente de la República Luis Guillermo Solís Rivera el día veintiuno de noviembre del dos mil catorce; en el marco de la celebración del XXXI Aniversario de la Proclama de la Neutralidad de Costa Rica en los Conflictos Bélicos, realizada en el Edificio Cooperativo y organizada por el Ing. Rodolfo Navas, gerente Cenecoop R.L y el Dr. Luis Garita, presidente del Instituto Costarricense de la Neutralidad. Dicha Proclama fue presentada al mundo el 17 de noviembre de 1983 por el entonces Presidente de la República don Luis Alberto Monge Álvarez.

Hasta la fecha la Proclama solamente era un Decreto Ejecutivo de la Presidencia de la República, y ahora pasa a ser Ley de la República debidamente aprobada por el Poder Legislativo. Esta proclamación de la Paz como derecho humano, recoge el sentir y esencia de la identidad costarricense. Compuesta por dos artículos que expresa: “Artículo 1.- Costa Rica es una república democrática, libre e independiente. Artículo 2.- La paz es un derecho humano fundamental. El Estado promoverá, defenderá y garantizará la paz por todos los medios posibles y mediante la aplicación de su neutralidad activa en los conflictos entre Estados e internamente en los países, según lo que dispongan los tratados internacionales, sus principios y propósitos, y la ley.

Costa Rica es neutral ante todos los conflictos armados internacionales y ante todos los conflictos armados dentro de otros Estados, de conformidad con lo que disponen esta ley y el derecho internacional. Se prohíbe la instalación, en territorio nacional, de cualquier industria para la fabricación de armas de guerra. El Estado incluirá, por medio del Consejo Superior de Educación Pública, en sus programas de educación, principalmente preescolar, primaria y secundaria, contenidos curriculares que propugnen y cimienten la cultura de paz; para ello, se apoyará en el Instituto Costarricense de la Neutralidad, la Paz y la Democracia, así como en la Universidad para la Paz, entidad afiliada a la Organización de las Naciones Unidas, con sede principal en nuestro país, para que con esas instituciones se alienten los estudios de paz en los centros educativos y se contribuya con todo ello al establecimiento de una cultura de paz en la sociedad costarricense.”

Desde hace muchos años Costa Rica apostó por la paz, el respeto a los derechos humanos, el respeto al derecho internacional. Se puede afirmar que la paz es consustancial con el país. Desde el siglo XIX, en la Constitución Política de 1871 se abolió la pena de muerte, bajo el gobierno de Tomás Guardia Gutiérrez; luego el 1 de diciembre de 1948 el Caudillo victorioso de la Guerra Civil, General del Ejército de Liberación Nacional, don José María Figueres Ferrer en un acto como Presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República eliminó y abolió el ejército como institución castrense y simbólicamente le dio una mazazo a una torreta del Cuartel militar Bellavista, para que se creará un museo cívico (Hoy Museo Nacional). Después en 1983 se opta por la Proclama de la Neutralidad de Costa Rica en los Conflictos Bélicos, mediante un Decreto Ejecutivo del presidente Luis Alberto Monge Álvarez, garantizando una neutralidad perpetua, activa y no armada.

Lo anterior en el marco de los conflictos militares en Centroamérica, especialmente Guatemala, El Salvador y nuestro vecino del norte Nicaragua. Había muchos muertos y en los países vecinos y hermanos se daba un gran derramamiento de sangre, producto de enfrentamientos entre los ejércitos y las guerrillas revolucionarias o contrarrevolucionarias. El Plan de Paz para Centroamérica impulsado por el Presidente Oscar Arias Sánchez (1986-1990), tuvo como propósito desenredar la iniciativa del Grupo de Contadora y lograr finalmente el Acuerdo de Paz de Esquipulas, cuya firma por todos los países centroamericanos dio a luz el 7 de agosto de 1987. Esto le valió el reconocimiento al Presidente Arias con el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz de 1987; y con el producto del premio crea la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano.

Podemos afirmar con lo anterior, que se culmina la verdadera identidad del ser costarricense, el sentimiento de su nacionalidad; y la constante lucha a nivel internacional por la paz mundial, los principios y valores de la democracia, libertad, justicia y solidaridad; el irrestricto respeto por los derechos humanos, y la naturaleza; la lucha por el desarme mundial y el respeto al Derecho Internacional; con conciencia moral y que Costa Rica se ha caracterizado por ser un referente mundial, en el concierto de las naciones, con la participación en los distintos órganos regionales e internacionales. Esa vocación pacifista del país, ha quedado manifestada en los múltiples discursos de nuestros gobernantes y embajadores en los distintos foros internacionales.

El último gran acierto fue la aprobación del Tratado sobre el Comercio de Armas, impulsado primeramente desde el año 2000 por el expresidente Oscar Arias y otros galardonados con el Premio Nobel de la Paz, en conjunto con Amnistía Internacional y otras organizaciones (denominado Código de conducta sobre transferencias de armas), con el fin de que fuera jurídicamente vinculante. El Tratado fue aprobado por la Organización de las Naciones Unidas, con mayoría de sus países miembros el día 2 de abril del 2013 que señala que prohibirá a los Estados transferir armas convencionales a otros países si saben que van a ser utilizadas para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra o facilitar su comisión. A la fecha 120 países lo habían firmado y más de 50 lo han ratificado, por lo tanto entrará en vigencia el día 25 de diciembre del 2014.

Si impulsamos a nivel internacional la paz mundial, debemos buscar la paz social a lo interno de nuestro país. Costa Rica tiene grandes reservas éticas y morales; nuestros gobernantes han construido la democracia basado en grandes obras; mencionamos la abolición de la pena de muerte, la implementación de las leyes sociales como las garantías sociales del Dr. Calderón Guardia, el Código de Trabajo y la Caja Costarricense de Seguro Social (el concurso de Oscar Barahona Streber, Manuel Mora Valverde y Monseñor Víctor Manuel Sanabria). La abolición del Ejército Militar realizado por don Pepe Figueres y perpetuada en la Constitución Política de 1949; la creación del Instituto Costarricense de Electricidad y muchas otras instituciones públicas fundamentales para la preservación de la paz social (que han cimentado un Estado Social de Derecho para eliminar la pobreza y la exclusión social)

En este siglo XXI, los retos y desafíos para la paz social es fundamental; nuestro país debe avanzar hacia el desarrollo, con el protagonismo de todos los ciudadanos, sin discriminaciones odiosas y que todos tengamos acceso a la justa distribución de la riqueza. El mundo a nivel internacional está globalizado, existe el desarrollo científico y tecnológico; y las decisiones y políticas país deben ser pensadas en función del desarrollo y derecho humano de todos los costarricenses y la cultura de la paz debe seguir siendo parte de nuestra identidad nacional.

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