La legitimidad democrática, debates y encuestas

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Costa Rica goza de un modelo democrático, basado en los principios del sufragio universal, la libertad de elegir y ser electo mediante los partidos políticos inscritos, igualdad de condiciones; mediante un órgano fiscalizador llamado el Tribunal Supremo de Elecciones -TSE-. “El Soberano”, que es el pueblo o la lista o padrón de electores en todos los cantones del país (3.066.000 inscritos) tienen la posibilidad de votar y elegir a sus representantes ante el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, el próximo 2 de febrero del 2014.

También gozamos de un Estado de Derecho, donde predomina el Derecho Constitucional, y claramente delimitadas las instituciones públicas y políticas. Durante estos 3 meses el régimen político estará en su máximo explendor -ejercicio que tenemos cada cuatro años-, por el cual los ciudadanos (as) costarricenses tenemos la oportunidad de valorar, escuchar las ideas y programas de los candidatos de los partidos políticos inscritos en la liza o arena política.

La importancia que debemos todos (as) darle a las elecciones nacionales es primaria; porque estamos entregando los destinos de la Patria prácticamente a una sola persona, el Presidente de la República, mediante el sistema de representación o delegación popular y los 57 diputados que conforman el Congreso; que estudian, dictaminan y aprueban las leyes de la República. Por lo tanto me parece inverosímil que se dé un alto índice de abstencionismo (más del 30% en las últimas elecciones). Porque todos tenemos la oportunidad única de elegir, que nos da una democracia madura, vieja y consolidada.

En estos días hemos tenido la oportunidad de ver y escuchar el debate entre los principales candidatos de los partidos políticos que tienen porcentajes importantes en las encuestas de opinión pública y que puntean en la intención de voto. Considero de primera importancia conocer cuál es el planteamiento y programas que tiene cada uno de los candidatos; para la búsqueda de las soluciones a los múltiples problemas de nuestra sociedad. Muchos analistas han coincidido que es una campaña fría, tímida, con débiles liderazgos, y que existe hasta frialdad en sus planteamientos; en momentos que la opinión pública señala como principales problemas a la corrupción, el desempleo, la inseguridad, la pobreza, ingobernabilidad, la falta de credibilidad etc.

Sin embargo, la mayoría de los candidatos por orden alfabético: Johnny Araya del PLN, José Miguel Corrales de Patria Nueva, Otto Guevara del ML, Rodolfo Piza del PUSC, Luis Guillermo Solís del PAC y José María Villalta del Frente Amplio, demostraron tener los atestados necesarios y que por lo menos expresan sus puntos de vista en cada uno de los grandes temas del país, algunos con mayor conocimiento, otros con menos. Observé más coincidencias que discrepancias en muchos de los temas tratados. Existen miles de estudios, documentos, diagnósticos de los problemas del país; el Informe del Estado de la Nación es un buen documento base donde se analiza los índices e investiga profundamente los problemas del país; al igual que otras iniciativas como la Vía Costarricense del ex presidente José María Figueres Olsen, Informe de notables; y otras iniciativas de instituciones u organismos que realizan estudios y dan soluciones a los problemas del país.

Opinar o darle una calificación a los candidatos y aventurarse quién gano el debate, sería ilusorio, porque en realidad cada uno tuvo la oportunidad de expresar sus ideas, o incluso las respuestas las tienen por escrito, asesorados por expertos en cada materia por ejemplo los de mayor complejidad como: Reforma fiscal ya sea parcial o total, gastos públicos e inflación, inversión en obras e infraestructura, reforma del Estado, Educación, Desempleo y pobreza, atracción de inversión directa extranjera, mayor producción y crecimiento económico, la agroindustria; la crisis de la Caja Costarricense de Seguro Social y la Salud, inseguridad ciudadana, en fin falta de credibilidad en las promesas de los políticos que no cumplen cuando llegan al gobierno y tienen la oportunidad de ejecutar sus programas de gobierno.

Pareciera, que las diferencias son más de matiz o formas de ejecución de las políticas públicas; de mayor o menor control e intervención del Estado en los asuntos públicos. De los candidatos solamente dos representan a partidos políticos que han tenido la oportunidad del ejercicio de gobierno: el Partido Liberación Nacional y el Partido Unidad Social Cristiana. El primero el PLN ha estado en el poder los últimos 8 años y con la posibilidad de reelegirse por primera vez una tercera vez en forma consecutiva (actualmente lidera las encuestas de intención de voto, seguido por el Movimiento Libertario.

En tercer lugar el Frente Amplio, liderando en seguidores del voto joven, con un candidato de 36 años de edad el diputado José María Villalta – Flores Estrada, de ideología de izquierda. Incluso en estos días se ha dado la polémica de que las juventudes de partidos de izquierda latinoamericana en un congreso en julio pasado le otorgaron su voto solidario (entre ellos la juventud sandinista de Nicaragua). Rápidamente Villalta se desmarcó y señalo que no era conveniente este apoyo internacional, porque las elecciones eran de los ticos.

Por ahora, solamente ha salido en estos días la encuesta de la Universidad de Costa Rica; faltan las otras que saca: Unimer; CID-Gallup; Borges y otras, para poder hacer un aparejo y ver la fotografía del momento, en conjunto con ésta última de la UCR, y saber si efectivamente se está dando un reacomodo de las fuerzas políticas luego de la renuncia del Doctor Hernández como candidato del PUSC, y si realmente hubo una emigración a distintos partidos políticos de las fuerzas “mariachis”, que venía subiendo en la intención de voto y creciendo otra vez como partido político (el PUSC bajó al 3%). Como dijo Otto Von Bismarck: “La política no es una ciencia exacta”.

Reafirmamos que seguimos con un multipartidismo creciente y es un hecho real que existirá en la Asamblea Legislativa distintas fuerzas políticas y sociales representadas en todas las siete provincias del país. Esto es parte de la legitimidad democrática y Estado de Derecho que gozamos todos los ciudadanos (as) y que difícilmente va a cambiar en esta oportunidad electoral. Esperemos en el mes de noviembre que todos los partidos políticos informen y comuniquen a través de los medios de comunicación masivos, de su propaganda, proselitismo y demás mensajes de sus programas de gobierno, así como espero se den otros debates, para seguir conociendo lo que piensan los candidatos y sus promesas y soluciones y poner en la práctica en un eventual gobierno 2014-2018.