La Fuente de Moisés tocando la roca en San José

Bazar digital

Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

El nacimiento de la ciudad capital no fue fácil, inicialmente había muy pocos pobladores y por no existir una fuente de agua, la gente no quería venir a radicarse al lugar, estoy hablando de aquel caserío llamado San José de la Boca del Monte del siglo XVIII. Todo cambiaría cuando en 1823 pasó a ser la capital, luego de la guerra de Ochomogo.

Para satisfacer la necesidad de agua, las autoridades decidieron encausar una acequia conocida como de «Las Arias», que provenía del este, para llevar el preciado líquido a la ciudad. Años más tarde en 1868, utilizando las mismas aguas, construyeron la primera cañería subterránea de hierro. El nuevo acueducto tenía unos tanques de agua en Aranjuez, en el lugar donde ahora está el Hospital Calderón Guardia.

Me parece interesante antes de entrar en materia, conocer un poco de la historia del hospital.

En 1938, la primera dama doña Julia Fernández, esposa de don León Cortés, preocupada por el abandono de los niños y el maltrato que recibían las madres solteras a quienes se les cobraba su falla moral con un rechazo ominoso, con la ayuda del arquitecto Salazar del Ministerio de Fomento (Obras Públicas), completó el proyecto para construir una guardería, la Casa de la Madre y del Niño, «en el predio contiguo al primer acueducto» que sirvió al San José de entonces.

Con el pleno apoyo del presidente Cortés se inició la construcción de la guardería, que quedó detenida al mediar el 40, porque no había presupuesto y se habían agotado los materiales importados de construcción; tampoco era una obra que le interesó a la nueva administración.

Dos años después, el Dr. Mario Luján, Ministro de Salubridad de la administración Calderón, tomó la iniciativa para que el edificio inconcluso de la guardería se traspasara a la Caja de Seguro Social y tuviera su propio hospital, reiniciara su construcción con sus propios fondos, y abriera luego la consulta externa e instalara sus propias camas. Así nació primero el Policlínico y luego funcionó el Hospital Central, que años después se denominaría Hospital Dr. R. A. Calderón Guardia.

Por cierto, aprovechando el agua de la acequia, se movía un dinamo para la iluminación de San José, que se dice fue la tercera ciudad en el mundo en usar electricidad. La acequia, también es la que pasaba a cielo abierto por lo que ahora es el parque España, y que termina uniéndose al río Ocloro, ahí por el barrio La Cruz, al sur de la ciudad.

En el lugar se instaló una pequeña fuente, que forma parte de los antiguos tanques de agua de Aranjuez, y actualmente es parte del conjunto arquitectónico del Hospital Calderón Guardia. Inmueble declarado e incorporado al Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica, según Decreto Ejecutivo No. 31789-C publicado en la Gaceta No. 96 del 18 de mayo del 2004. La autoridad responsable de la preservación de la obra es la CCSS, que intervino para restaurarla, junto a los tanques de agua.

Fue construida por la firma inglesa Coalbrookdale & Company a mediados del siglo XIX, esculpida por los británicos Wills Brothers de Londres, y originalmente formó parte del catálogo de decoraciones de hierro colado de la firma.

Se conoce la existencia actual de solo dos ejemplares de este modelo en el mundo, una de las cuales es la que se ubicó en los antiguos tanques de agua de San José. La escultura se instaló en 1868, cuando se construyó la cañería.

Esta fuente muestra el pasaje bíblico de Moisés golpeando una roca de la cual brota agua para saciar la sed de un niño, el cual es resguardado por un ángel, dicho pasaje corresponde al Salmo CV (105), v. 41, de la Biblia Lationamericana.

…Abrió la roca y las aguas brotaron, y por la tierra seca corrían como ríos…

Con la restauración la fuente quedó realmente hermosa. En la plazoleta del hospital, se puso la original restaurada, donde hay una placa que nos da algunos datos, que por cierto uso de referencia. En el sitio original, en los tanques de agua, lo que hay ahora es una réplica. La restauración fue realizada por Anthony Fage y Ana Moraleda. La copia en bronce fue fundida en Casa Fage – Fundición Artística de Bronce en Alajuela, a cargo de Anthony Fage.

Derivado del acueducto, se construyeron como un servicio a la comunidad baños públicos, en el mismo lugar que posteriormente sería el usado para la guardería y el hospital, como ya relaté.

Para hablar de estos baños, vuelvo al libro “El Patrimono histórico-arquitectónico y el desarrollo urbano del distrito Carmen de la ciudad de San José”. MCJD, Dirección General de Cultura, Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural. 2000. Gerardo A. Vargas y Carlos Ml. Zamora.

En el año 1896, Manuel Arguello de Vars presentó a la Municipalidad de San José una solicitud para el establecimiento de unos baños de natación en su propiedad localizada en el «…alto de la Estación…». El proyecto contemplaba que las instalaciones a construirse captarían el agua de los tanques de la cañería colindante. La municipalidad demostró cierto interés y solicitó presentar los planos respectivos, con el objetivo de realizar el estudio de la propuesta por parte de una comisión.

El proyecto no se realizó en ese momento. Posiblemente una de las consideraciones que pesaron más en su contra, tuvo que ver con el deficiente suministro de agua, que ya experimentaba la cañería para abastecer adecuadamente la ciudad. Y un proyecto de este tipo implicaba el desvío y la utilización de un caudal de agua prioritario para el consumo humano. Sin embargo, la idea no fue desechada por el concejo capitalino, pero tendría que esperar casi diez años.

En 1904, la municipalidad se abocó a la reforma integral del sistema de cañerías, para lo cual suscribió un fuerte empréstito en el extranjero. Como parte de este plan, el municipio decidió retomar el viejo proyecto presentado años atrás, por Arguello de Vars, con la diferencia de que ahora sería de carácter público. Dado el interés, la municipalidad se propuso adquirir los terrenos aledaños a los tanques de la cañería. Para ello se ofreció a Mariana vda. de Argüello la suma de 11.000 colones por la compra de la propiedad, que medía 7.134 metros cuadrados. El domingo 6 de agosto de 1905 se realizó la inauguración de las instalaciones que por muchos años se conocieron como «…baños públicos o municipales». Estos prestaron un servicio en dos modalidades: piscinas de natación y duchas para el aseo personal. Se creó un reglamento de uso que estableció la normativa y fijó los precios para los bañistas.

El complejo de los baños públicos se componía de tres piscinas, una para varones, de unos 12×8 metros; otra para mujeres de 8 x 6 metros y la última para niños con una dimensión de 4 x 4 metros, cumpliendo a inicios del siglo XX, una función recreativa en la capital. Existía además, un edificio grande de ladrillo, dedicado a duchas, con una sección para cada sexo. Los usuarios de los baños eran generalmente personas humildes y pobres que carecían del servicio de agua a domicilio, por lo que recurrían a este sitio algunos días a la semana, para lavar sus «costras». También se construyó un pabellón de forma rectangular, con una estructura de madera, sin paredes y con cubiertas de láminas de zinc. Esta área era conocida como «Sección de Gimnástica», estando provista de una serie de estructuras fijas en metal para realizar ejercicios. Todas las instalaciones se localizaban en medio de un gran potrero, con algunas áreas arboladas.

En un espacio aledaño a los baños públicos hubo un polígono de tiro, en donde los soldados de los cuarteles Bellavista y de Artillería realizaban prácticas militares con piezas de artillería que eran transportadas hasta ese sitio en carretas.

Los baños municipales funcionaron ahí hasta fines de la década de 1930.

Como ven, algo a lo que no le dábamos importancia, resulta que tiene una historia interesante. La ciudad de San José está llena de esos lugares, que normalmente nos pasan desapercibidos y que están ligados con su pasado.

Para finalizar, quiero mencionar que para los datos de la historia del Hospital Calderón Guardia, me basé en el folleto de don Guido Miranda “Seguridad Social y Liberación Nacional”, que se puede leer aquí.

Evalúe esta columna: 1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (8 votos, promedio: 4,38 de 5)
Cargando...

Revise también

Democracy Now

La Universidad del Sur de California silencia a su mejor estudiante

https://traffic.libsyn.com/democracynow/amycolumn2024-0419-es.mp3 Amy Goodman y Denis Moynihan En el centro del campus de la Universidad del …

2 comentarios

  1. Sergio Orozco Abarca

    Don Carlos, lo felicito por su artículo, y por destacar una obra patrimonial tan valiosa y a la vez tan desconocida y poco apreciada. Debo de decirle que la fuente se instaló en la pared de los tanques de agua, cuando se inauguró la primera cañería subterránea de hierro, en el año 1868. Adicionalmente, la fuente que está actualmente en la pared de los tanques es la réplica; la original es la que está en la placa (en un jardín) a la entrada del Hospital. Saludos.

  2. Muy buen articulo, me gustaria agregar que la restauracion fue realizada por Anthony Fage y Ana Moraleda. La copia en bronce fue fundida en Casa Fage – Fundición Artística de Bronce en Alajuela, a cargo de Anthony Fage y si gusta conocer mas sobre el proceso de fundicion que se utilizo para realizar la copia de la fuente, con gusto le recibimos en nuestro taller.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cambio Político
Este sitio usa cookies. Leer las políticas de privacidad.