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Cuidado con los filibusteros con piel de oveja
Rocío Barrantes Piedra
La CCSS es la madre de todos los costarricenses, por eso debemos defenderla con consecuencia y sin dobleces, sin dobles agendas. La Costa Rica de hoy no puede entenderse sin una institución que democratiza como ninguna al país. Una institución de servicios médicos universales que con todos y sus defectos es un ejemplo a nivel internacional.
La corrupción, la ineficiencia, el conflicto entre lo público y lo privado, los funcionarios que se aprovechan de sus cargos para lucrar, el comercio de órganos, la simulación de compras en ortopedia, el tráfico de influencias, la negligencia en la atención médica son problemas que debemos combatir con todas nuestras fuerzas y llevar a los responsables a las instancias judiciales correspondientes, al ministerio público y los tribunales para que sean juzgados como se merecen.
Es irrespondable pedir la intervención de la CCSS
La CCSS es el fruto de las luchas sociales de los costarricenses y de las grandes reformas de los años 40.
El 1 de noviembre de 1941, mediante Ley Nº 17, se crea la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) como una Institución Semiautónoma durante la administración del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia.
El 22 de octubre de 1943 se reforma la Ley de Creación dela CCSS y se define como una INSTITUCION AUTONOMA precisamente para evitar el fatal manoseo de los gobiernos de turno, impidiendo que los recursos de la Institución se manejaran como caja chica de los políticos.
En efecto el párrafo tercero de la del artículo 1 de la Ley Constitutiva indica literalmente:
Excepto la materia relativa a empleo público y salarios, la Caja no está sometida ni podrá estarlo a órdenes, instrucciones, circulares ni directrices emanadas del Poder Ejecutivo o la Autoridad Presupuestaria, en materia de gobierno y administración de dichos seguros, sus fondos ni reservas.»
(Así reformado por el artículo 85 de la Ley N° 7983 del 16 de febrero del año 2000).
Así las cosas, quienes claman por la intervención de la CCSS rasgándose las vestiduras, deberían entender que la primera lucha que debemos dar todos los costarricenses es la defensa de la autonomía plena de la madre Caja.
Nuestro Héroe nacional Juanito Mora, con extraordinaria lucidez y patriotismo señalaba en su proclama del 20 de noviembre de 1855:
¡Hay del nacional o extranjero que intentare seducir la inocencia, fomentar discordias o vendernos! Aquí no encontrarán más que hermanos, verdaderos hermanos resueltos irrevocablemente a defender la patria como a la santa madre de todo cuanto aman y a exterminar hasta el último de sus enemigos.
Haciendo una metáfora con las palabras del prócer, podría decirse:
Hay de aquel que intentare intervenir la CCSS para entregársela a los políticos de turno porque los verdaderos patriotas estaremos prestos irrevocablemente a defender la CCSS como a la santa madre de todos nosotros, de nuestros hijos, nietos y todas nuestras futuras generaciones”.
¿Acaso no es sufieciente ejemplo de tragedia la intervención del Banco Popular?
Desde los años 80 el “Banco de los Trabajadores” Banco Popular ha sufrido una serie de intervenciones de los gobiernos de turno. ¿Creen los trabajadores que el Banco Popular les pertenece? ¿Creen los trabajadores que las intervenciones de los gobiernos de turno lo han hecho más eficiente?
El gobierno de la Administración Chinchilla asaltó el Banco Popular con una intervención a contrapelo de la Asamblea de Trabajadores. Don Luis Guillermo Solís prometió terminar con la Intervención del Banco Popular y qué sucedió?
Pues esta administración hace una nueva intervención del Banco Popular, sin que la Asamblea de Trabajadores donde están representados todos los sectores sociales, los supuestos dueños del Banco pudieran opinar.
Con la CCSS no se juega
Es necesaria la reflexión y el debate claro y sin prejuicios sobre los problemas que afronta la madre Caja, condenar con todas nuestras fuerzas la corrupción, combatir a quienes lucran con la enfermedad, a quienes desde adentro y desde afuera pretenden privatizar los servicios de la institución, a los biomberos que realizan operaciones en instalaciones de la CCSS cobrando a los pobres enfermos sumas astronómicas, a quienes sustraen arsenal quirúrgico de la Caja para operar en hospitales privados, a quienes eventualmente trafiquen influencias en las compras de la Caja, a todos ellos debemos denunciarlos y llevarlos ante el ministerio público; pero de eso a pedir la intervención de la madre Caja, es ni más ni menos una traición, un retroceso de décadas, es una barbaridad.
Hago un llamado a todas las madres de Costa Rica, que somos las que llevamos a nuestros hijos a la atención médica, a todos los sectores comprometidos con la Institución a rechazar vehementemente cualquier intento de intervención de nuestra madre Caja.
