¿En qué nos equivocamos?

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes Castegnaro

El jueves santo, el mar se llevó al hijo y sobrino de viejos amigos.

Fui compañera de clase en el Franco de una tía del muchacho, y durante esa misma época me relacioné por otros motivos con sus tres hermanos hombres, mayores que nosotras.

Actualmente sigo manteniendo una relación cotidiana con uno de los tíos, a quien admiro, respeto y quiero.

El mar se lo llevó y regresó su cuerpo sin vida unas horas después.

Siempre veo con atención las estadísticas de accidentes en Semana Santa, pero bueno, no fue sino hasta esta, que esa estadística tomo cara y cuerpo en el dolor de quienes conozco desde siempre.

Mi desagradable sorpresa es que hay quienes en redes sociales, han aprovechado esta tragedia para ofender a la familia doliente, a cuenta de que uno de los tíos del fallecido es un funcionario público.

Esto me ha hecho pensar que algo se rompió en Costa Rica. En algo nos equivocamos. Algo ya no es como antes. Algo sucedió y hay algunos entre nosotros que acumulan tanto odio como para que ese sentimiento sea mayor que cualquier otro. No pueden dejar de odiar ni ante una tragedia como la muerte de un joven de 18 años. Hay algunos en nuestra sociedad que dejaron de ser empáticos ante el dolor ajeno.

¿Que nos pasó? ¿Quién sembró ese odio? ¿Podremos arrancarlo? ¿Podremos volver a ser la sociedad calida y afectuosa en la que todos nos mirábamos a la cara y conociéndonos como nos conocemos, podíamos sentir el dolor y la alegría del otro?

¿O nos habremos jodido para siempre?

Mis palabras van en solidaridad para la familia Castro Salazar y sus hijos, y en especial para Gastón y Jeannete, pero van también con profunda tristeza para esta país, que no imaginaba así, que no me perdono se haya convertido en esto. Que no quiero sea así.

Este no es el país en el que crecí y me prometo a mi misma, hacer todo lo posible por recuperarlo.

* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.