Don Pepe, Liberación Nacional y Socialdemocracia

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Carlos Revilla

Carlos Revilla Maroto

Esta semana voy a dejar de lado los comentarios sobre tecnología y vuelvo a mi otra pasión que es la política en general y la socialdemocracia en particular. Había escrito sobre el tema en mi columna «Crisis en la Socialdemocracia y Liberación Nacional» y creo que es importante retomarlo, esta vez escribiendo de las ideologías políticas y el papel del Estado, sin dejar el tema principal que es la Socialdemocracia.

No es mi intención escribir un tratado sobre las ideologías, ni cosa parecida, si no más bien brevemente hacer algunas reflexiones de algunos temas que me han estado dando vueltas en la cabeza y me parece buena idea ordenar un poco.

La Socialdemocracia y el Estado: Empiezo con una pregunta ¿Qué nos diferencia por ejemplo del socialcristianismo? Así, sin mucho análisis, diríamos que nada, hace mucho rato que el Partido Liberación Nacional (PLN) se está comportando casi igual. Sin embargo entre la socialdemocracia y el socialcristianismo hay una gran diferencia (al menos teóricamente) que es la subsidiaridad del Estado, es decir para los socialcristianos el Estado debe intervenir únicamente como último recurso cuando la iniciativa privada no da solución a algún problema. Para nosotros los socialdemócratas esto no es así, la intervención del Estado se ve como algo natural y que no depende de otros factores, es decir creemos en la intervención del estado per se. Es decir, en teoría para la Socialdemocracia el Estado es más importante que para los socialcristianos o los libertarios.

La Socialdemocracia y don Pepe: Muchos han dicho que a don Pepe no le importaba mucho eso de las ideologías, lo cual parece ser cierto, sin embargo en la introducción de su libro «La Pobreza de las Naciones», da una definición de socialdemocracia, más práctica que teórica, que aún en nuestra época sigue siendo un clásico:

En un sentido amplio, no dogmático ni ligado a ningún partido electoral, la Social-Democracia propone:

a) Libertad Política: gobierno representativo, ceñido a la ley y a la dignidad del ser humano.
b) Economía Mixta: de propiedad en parte privada y en parte pública de los instrumentos de producción.
c) Empresa Libre: con responsabilidad social y con apoyo del Estado.
d) Planificación: con criterio de prioridades para el mejor aprovechamiento de los recursos de la ecounidad.
e) Concepto Empresarial: en vez del concepto familiar o personal de la actividad económica.
f) Adopción de estos principios: La actividad económica es una función social. El empresario y el trabajador son servidores de la sociedad. Las firmas establecidas, grandes o pequeñas, son concesionarias de la ecounidad, para el suministro de bienes y servicios; sus utilidades comprueban su eficiencia, y al reinvertirse llenan una nueva función social.

Los ahorros personales que se invierten, enriquecen la ecounidad nacional.

La Social-Democracia es una actitud humanista. Su objetivo es procurar que se satisfagan, con el trabajo de todos, las necesidades de todos, en Comida y Techo, Ropa y Trabajo, Educación y Salud; y Paz Social. Todo eso sin sacrificar la libertad.

Independiente de lo que dice don Pepe -que son palabras sabias-, él no dice nada de los instrumentos para lograr satisfacer con «el trabajo de todos, las necesidades de todos, en Comida y Techo, Ropa y Trabajo, Educación y Salud; y Paz Social». Si analizamos lo que viene sucediendo desde algunos años para atrás (incluye las administraciones del PLN), el papel del Estado se ha debilitado (o si se quiere lo han debilitado) y la «Economía Mixta» de la que habla don Pepe se ha disminuido; es decir ahora es más privada que antes y la tendencia de los últimos años es a seguir disminuyendo la intervención del Estado (con apoyo de Liberación Nacional). Esto obedece a razones ideológicas, a las cuales el PLN se ha plegado casi sin chistar.

Un solo ejemplo de esto (hay muchos): para la socialdemocracia la educación es función primordial del Estado, sin embargo fue en un gobierno nuestro que se autorizó la primera universidad privada, inclusive sigue sin regularse adecuadamente la actividad (Estado débil).

Neoliberalismo: efectivamente, el debilitamiento del Estado obedece —como decía un poco antes— a una consigna ideológica que se nos impuso y a la cual no nos costó mucho adherirnos en su momento (consenso de Washington). Estuvimos y estamos plagados de políticas neoliberales (PAEs, privatizaciones, aperturas, desregulaciones, etc.). Hemos dejado principios básicos y nos hemos acercado al neoliberalismo.

Podría decirse que el PLN viró a la derecha y además se volvio conservador. Ya los temas de la izquierda no son parte del discurso del partido en el gobierno, y no solo eso, esos temas no son prioridad —como deberían ser—.

Entonces no es tanto que no creamos en esos principios que nos indica don Pepe, si no más bien que el problema ha sido como hacer para llegar a esa meta (satisfacer esas necesidades). Aquí es donde me parece que nos salimos por la tangente y no enfrentamos el problema de la socialdemocracia con respecto al PLN.

Para mi la socialdemocracia moderna o remozada de la que hablan algunos, es una forma de tratar de ponerle nombre a algo que ya ha dejado de serlo.

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