Cuentos para crecer: Akiko la curiosa: pequeño cuento zen

Akiko la curiosa: pequeño cuento zen

Akiko acaba de despertar y ha descubierto unas misteriosas huellas frente a su casa. ¿De quién serán? Akiko la curiosa decide emprender sola la búsqueda que la llevar á a descubrir los encantadores personajes que habitan en el monte Fuji, pero algo inquieta a la pequeña: ¿por qué todos saben su nombre? ¡Una verdad inesperada se esconde tras esta pregunta!

Akiko la curiosa

El sol se levanta sobre el monte Fuji.

Akiko se frota los ojos. Nieva.

Sorprendida, percibe por su ventana unas extrañas huellas en el piso. Sin vacilar, se pone su kimono y decide seguir el rastro.

¿Se trata de un pájaro, un mapache o un lobezno?

Una vez en la orilla del arroyo congelado, intenta atravesarlo cuando, de repente, la nieve tiembla y se eleva.

¡Aparece ante ella un gigante de hielo!

—¿Quétratas de hacer, pequeña Akiko? ¿Atacarme? ¡Te puedo convertir en sorbete de fresa! —gruñe el gigante.

—¿Conoces mi nombre? —pregunta Akiko.

—Por supuesto. Aquí en el bosque, todo el mundo lo conoce. Pero dime, ¿qué buscas?

—Sigo estas huellas desde mi casa. ¿Puedo atravesar tu arroyo?

Y el gigante endurece el hielo bajo los pies de Akiko, antes de despedirse.

Akiko la curiosa

Más lejos, ella se encuentra ante un abismo.

“Sólo un pájaro lo puede atravesar. Sin embargo, voy a intentar saltarlo”.

De pronto, salen unas raíces de la nieve:

—¡No hagas tonterías, pequeña!

Akiko se voltea y descubre un árbol muy viejo de mirada cansada.

—No tomes ese riesgo, Akiko, el abismo es muy grande para tus piernitas —le aconseja el viejo árbol.

—¿Tú… conoces mi nombre? —pregunta la niña.

—Por supuesto, todo el mundo aquí lo conoce.

Y el árbol toma a la japonesita en sus raíces y le permite pasar al otro lado del abismo.

Armada con todo su coraje, Akiko la curiosa continúa siguiendo las huellas en la nieve.

Entonces oye unos pequeños gritos que parecen provenir de las rocas.

Con el sable en la mano, Akiko se acerca prudentemente.

Descubre un zorro atrapado en una trampa para lobos.

Enternecida, Akiko decide liberarlo.

—Gracias, Akiko, me has salvado la vida —afirma el zorro.

—¿Pero por qué conoces mi nombre?

Akiko la curiosa

—Aquí, al pie del monte Fuji, todo el mundo conoce a la hija de la primavera.

—¿La hija de la primavera? —se sorprende Akiko.

—Sí, mira…

—¿Pero a quién pertenecen las huellas que hay al frente de mi casa? —pregunta la pequeña curiosa.

—Son de las golondrinas que han venido a buscarte para recibir la primavera. Es la tradición. Te hemos escogido para que nos protejas durante todo un año.

Akiko se siente honrada con esta decisión y, con emoción, abraza la primavera que renace.

Ésta es la curiosa historia de Akiko, la hija de la primavera.

Antoine Guilloppé
Akiko la curiosa: pequeño cuento zen
Bogotá: Panamericana, 2007

El Proyecto CUENTOS PARA CRECER consiste en la publicación de relatos destinados en especial a niños y adolescentes, así como a todos los que encuentran placer en la lectura.

Debido al tipo de historias ofrecidas, este proyecto permite reflexionar sobre una serie de valores considerados esenciales para el desarrollo del carácter, como la tolerancia, la solidaridad, el espíritu de diálogo y la honradez, proporcionando además un valioso instrumento de aprendizaje.

cuentosn@cuentosparacrecer.com

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