Autocrítica liberacionista (I)

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

El Partido Liberación Nacional -PLN- se fundó el 12 de octubre de 1951, en la finca La Paz de San Ramón de Alajuela; tiene actualmente 62 años de edad y ha participado en todos los procesos electorales desde el año de 1953 sin interrupción alguna, triunfando en 9 elecciones nacionales: 2 veces con José Figueres Ferrer, Francisco J. Orlich, Daniel Oduber, Luis Alberto Monge, 2 veces con Oscar Arias Sánchez, José María Figueres Olsen y Laura Chinchilla. Por el contrario ha perdido en 6 ocasiones con: Mario Echandi, José Joaquín Trejos, Rodrigo Carazo, Rafael Ángel Calderón, Miguel Ángel Rodríguez y Abel Pacheco (todos de una oposición liderada por el Calderonismo histórico y de ideales del socialcristianismo).

Estas elecciones del 2014, sería la sétima pérdida del PLN, contra el Partido Acción Ciudadana -PAC- (partido político relativamente nuevo fundado hace 12 años por el exliberacionista Ottón Solís Fallas) y conformado por gente proveniente de las filas liberacionistas, calderonistas, de izquierda, la academia universitaria o gentes que nunca antes habían participado en política. Esto implica que le arrebató el campo al tradicional partido socialcristiano de origen republicano calderonista, de centro derecha y al PAC lo podríamos ubicar en un centro ideológico más cercano a la socialdemocracia, creyente en una mayor intervención estatal en todos los campos: económico, social, político, cultural, etc.

El PLN está acostumbrado a ganar y perder elecciones nacionales; de las peores elecciones posteriormente se ha levantado, algunos dicen que puede morir, sin embargo en política “hasta los cadáveres resucitan”, o también “los muertos que matáis gozan de buena salud”. Todo esto depende de la introspección interna, de la crítica y autocrítica que tenga capacidad el partido político por hacer para seguir adelante, ser grande, de pensamiento ideológico y programático que vuelva a encantar a las grandes masas del pueblo costarricense. Es definitivo que el PLN entró en crisis política, aunado al desgaste de poder por dos períodos seguidos en el gobierno y ser parte de un alto porcentaje que ha perdido credibilidad dentro del sistema de partidos políticos, la falta de transparencia afecta la funcionalidad de la democracia tradicional republicana.

Teniendo claro lo anterior, paso a enumerar algunas acciones y propuestas a tomar en cuenta en la crítica y autocrítica a la que a partir de ahora debe someterse el Partido Liberación Nacional, incluyendo un análisis profundo de sus aciertos y desaciertos tanto a lo interno como cuando ha sido gobierno de la República, sobre todo las actuaciones de este último. Debe transformarse prácticamente en forma total, sin excusas o justificaciones, sin llamarse al autoengaño, en síntesis aplicar el bisturí en muchas partes de su aparato político y avanzar a hacer Política con “P” mayúscula, teniendo como norte ser un partido político al servicio de la colectividad nacional, con cero tolerancia contra la corrupción.

1- Este mismo año se debe convocar y realizar un Congreso Nacional Ideológico, que defina claramente su pensamiento político, si sigue promulgando que es socialdemócrata, bajo los principios y valores de las cartas fundacionales liberacionistas, o abandona esta ideología. Ya no se puede seguir diciéndose social demócrata, y cuando se llega al gobierno se toma otra línea ideológica; peor aún seguir con la mala práctica de nombrar funcionarios públicos que no creen en dicho pensamiento político. Esto es muy grave y sancionable, con la obligación constitucional de que el Presidente de la República deja de ser partidario por 4 años, deja de lado los principios liberacionistas y hace lo que le dé la gana. El partido político debe tomar medidas sin cálculo político y castigar de frente e inmediato a sus elegidos que se aparten de sus principios.

2- Los candidatos que se nombren por el partido político, deben jurar ante la Patria y el Partido, que seguirán los principios fundamentales de la Carta ideológica y programática. No es venir a realizar desvíos y tomar decisiones gubernamentales, o nombrar funcionarios en los puestos más importantes de personas ajenas a su partido político, donde existen profesionales capaces, formados y nutridos en las luchas liberacionistas (esta práctica debe acabarse de una vez por todas); si queremos verdaderamente ser un partido sin desvaríos ideológicos y programáticos a la hora de las actuaciones y decisiones gubernamentales.

3- Debe existir una Comisión Política permanente, que revise el rumbo ideológico a lo interno del partido político y a lo externo en el gobierno de su partido. Ser vigilantes, fiscalizadores, visores de la acción política de sus dirigentes y funcionarios gubernamentales pertenecientes y provenientes de su partido. Pronunciarse con comunicados públicos de cualquier mala o positiva decisión, acorde con la línea ideológica partidaria. Se debe acabar con la práctica de que cualquiera irrespete al partido y su pensamiento, de lo contrario mejor que renuncie y se vaya de sus filas partidarias.

4- Aprobacion y puesta en funcionamiento del Código de Ética y Disciplina en todos los estamentos partidarios. Los lineamientos deben estar claros y que el Tribunal de Ética y Disciplina pueda aplicar bajo el Debido Proceso contra los militantes y dirigentes partidarios que transgredan la normativa ética establecida en el Congreso y Estatutos liberacionistas. No se justifican las constantes violaciones éticas de un partidario. No se debe permitir que sea candidato a un puesto popular quien tenga causas judiciales (se debe exigir hoja de delincuencia y declaración jurada bajo gravedad), o con sentencias administrativas de la Contraloría General de la República y el Tribunal Supremo de Elecciones.

5- El tema de la corrupción es grave y ante la ciudadanía es fundamental que un partido político castigue a un partidario que ha transgredido las normas éticas, morales y jurídicas. No se debe permitir que sea miembro de los órganos partidarios, ni mucho menos que sea elegido o nombrado en un cargo público con poder de decisión. Esto hay que acabarlo de raíz, y no andarse con justificaciones o excusas de ningún tipo. Lo anterior devolvería la credibilidad a los ciudadanos (as) en los partidos políticos y se fortalecería nuestra democracia, tan venida a menos en los últimos tiempos.

6- La reforma integral de los Estatutos del PLN es fundamental; ya que actualmente existen portillos que permiten las violaciones éticas y políticas. No se debe permitir que el candidato de turno haga y deshaga, sin ningún contrapeso, permitiéndole hacer “mesa gallega”. Se debe regular la elección de los diputados (as), para que el candidato pueda elegir solamente el primer lugar por las provincias de San José y Alajuela (provincias donde se elijen la mayor cantidad de diputados). Los demás candidatos a diputados deben salir de los procesos internos partidarios, para que se respeten las bases y los liderazgos locales y cantonales, y acabar de una vez por todas con la falta de respeto a las comunidades, a las que se les impone cualquier candidato, sin que tenga ningún arraigo cantonal. Avanzar más hacia un voto preferente y no por lista, donde se cuela cualquier candidato sin atestados partidarios y sólida formación política.

7- La reforma estatutaria debe permitir que las asambleas cantonales apliquen el cociente y sub-cociente a la hora de elegir a sus candidatos (as) municipales, para acabar las mesas gallegas, que sean la fuerza de los votos que elija a sus candidatos distritales (regidores, síndicos, concejales). Esto daría una mejor unidad partidaria para poder enfrentar los procesos electorales, y evitar las odiosas divisiones internas, en las que los grupos no se integran; luego de que solamente uno gana el proceso de elección interna, atentando contra dicha unidad interna.

Las anteriores son apenas unas cuantas decisiones que considero deben tomarse a lo interno del PLN, como un urgente proceso de transformación política, si desea seguir aportando al país como lo ha hecho durante estos 62 años de vigencia. Se debe hacer un análisis profundo de la última campaña electoral, en el campo político, financiero, de organización y conducción, para poder saber cuáles fueron los errores y desaciertos cometidos que condujo al PLN a la mayor pérdida electoral en la historia. Desechar muchas prácticas y costumbres muy enraizadas y que son perjudiciales para el futuro del partido político y su organización. Solamente con correctivos claros y contundentes se puede revivir al PLN, dando un mensaje de honestidad y transparencia a la Patria.