Armas en manos de todos y de cualquiera

Lina Barrantes Castegnaro

Días atrás, un loco en balacera abierta atacó y asesinó a los que asistían a la premiere de la película Batman en Denver, Estados Unidos. Una balacera más. Un loco más. Un asesinato masivo más.

En Estados Unidos la tenencia de armas es un derecho constitucional. Un joven en ese país, a los 18 años no puede tomarse una cerveza pero si puede comprar una ametralladora semi automática. En algunos estados, una mujer no puede comprar un consolador, por que son ilegales, pero si puede comprar un 22 de ráfaga, con munición expansiva.

¿Como país, en cuya declaración de independencia de 1776 se incluye la felicidad como un derecho, tiene conceptos tan contradictorios arraigados en sus ciudadanos y establecidos en su constitución como la obsesión de portar y usar armas?

Pues resulta que en Costa Rica, que nos encanta ser el país mas feliz del mundo (¿lo seremos?), no hemos elevado el concepto a rango constitucional, pero tenemos una ley de portación y tenencia de armas sumamente permisiva, y además, tenemos también muchos hechos curiosos.

Por ejemplo, si voy a comprar munición, tengo que presentar mi cedula de identidad. Quedo registrada en un listado que la armería tiene la obligación de llevar. Pero a nadie le interesa si la munición que compro es para ser utilizada en el revolver que tengo debidamente inscrito, o si la estoy comprando para un S&W 45 cuando mi permiso de portación es para un 22 (mucho mas pequeño). Es decir: legal y oficialmente estamos abasteciendo de munición a los delincuentes para que asalten, asesinen, roben.

Existe una corriente internacional (parte del Tratado que se discute en Naciones Unidas sobre el Comercio de Armas) que procura que los países exijan que la munición que compren venga marcada. Eso haría que si alguien comete un homicidio, la marca en al munición podría llevarnos a quien la vendió y a quien la compró. Costa Rica no acepta esta regulación.

Durante muchos años, existió en Costa Rica la creencia de que en el país circulaban muchas armas por que habían quedado en “buzones” de la guerra centroamericana. Eso fue cierto en su momento. Ya no lo es. Ahora circulan muchas armas por que los ciudadanos de bien, han creído a lo que dicen los medios de prensa: que vivimos en el país mas peligroso del mundo (casi mas peligroso vivir en Costa Rica que vivir en Palestina, donde en cualquier momento le cae a uno un misil), y que la manera de defender su familia y sus bienes es armándose. Esas armas, suelen terminar en las manos de los delincuentes. Está estadísticamente comprobado que cuando hay un asalto, si los propietarios de la casa están armados, tienen mas posibilidades de resultar heridos o muertos, que cuando no lo están. Muchas de las armas obtenidas legalmente y cuyos propietarios tienen la mejor intención del mundo, terminan cometiendo homicidios y participando en asaltos, por que son robadas a sus legítimos dueños. También está comprobado que cuando un adolescente se suicida lo hace con el arma de sus papás. Con la que ellos habían comprado justamente para defenderse y para protegerlo a él.

El día en que el Gobierno de Costa Rica, vuelva a entender que la tenencia de armas pequeñas en manos de su ciudadanía es una de las causas directas de accidentes, asaltos, homicidios, y suicidios, y acepte regularla, ese día, los accidentes, asaltos, homicidios y suicidios disminuirán notablemente. ¡Ojalá ese día llegue pronto!

Monólogos con Pele*

* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna. El 22 de junio de este año, le fue diagnosticado un tumor en el cerebro. De nuevo en agradecimiento a su lealtad, decidí darle una muerte digna y regalarle la eutanasia.