Análisis problemas económicos y de servicios del Seguro Social

Juan Jaramillo

Juan Jaramillo Antillón
Doctor

Los servicios de salud del país, tiene como principal soporte a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la cual inició su labor hace 70 años, logrando sus ingresos para dar servicios mediante un porcentaje de los salarios (cuotas), aportadas por los trabajadores privados y públicos, sus patronos y el gobierno. A partir de 1983 y hasta la actualidad la cuota es de: 9.25% para el patrono, del trabajador un 5.50% y el Estado como tal pagaba una cuota que se redujo simbólicamente a 0,25% en el 1988. Tiene además, algunos otros ingresos. Voy a señalar solo las partes que considero más importantes del problema.

La Caja, es una institución sin fines de lucro (no tiene por objetivo producir ganancias), su actividad consiste en dar servicios de atención de la enfermedad y rehabilitación y prestaciones en dinero por incapacidad por enfermedad o por embarazo a todos los trabajadores del país y sus familiares y que luego se extendió a la población pobre que no cotiza la consulta por enfermedad. 1995, cuando se realizó la Reforma del Sector Salud, se le responsabilizó a la Caja de los cuidados de la salud y prevención de las enfermedades de toda la población, con la llamada “Atención Primaria”, que antes la proporcionaba el Ministerio de Salud a bajo costo y qué, la Caja medicalizó elevando en mucho sus costos (se desconoce su costo actual, no se la dio la Caja a la OPS) y para lo que creo, el sistema de EBAIS distribuidos en todo el país con un médico, una enfermera, un técnico de salud una secretaria, etc. para atender a una población de 5 mil personas promedio.

Aquí fue cuando comenzaron los mayores problemas de la Caja en el campo económico y de servicios, ya que el Gobierno al traspasarle 2.000 trabajadores del Ministerio de Salud para este programa, no solo no le canceló esos costos, sino que prometió, pero nunca cumplió pagar el 80% del costo anual del mismo. Debido a ello, el dinero para cubrir ese programa que hoy tiene 1000 EBAIS, tuvo que salir del presupuesto que la Caja tenía para los hospitales y clínicas de todo el país. Co ello, “se cubrió un santo, pero se descubrió otro”, ya que, por falta de recursos no se formó y empleo el suficiente personal especializado que requerían los hospitales y clínicas, no se compraron los equipos (TAC, endoscopía, mamógrafos, ultrasonidos, aceleradores lineales, etc.), que se requerían por años, y no se repusieron las camas de hospital que se habían perdido.

Como resultado de eso; las consultas con especialistas, estudios de gabinete y para los internamientos que se daban a varios meses plazo en 1995, se triplicaron hasta ser de años, algo inaceptable y que pone en peligro la salud y la vida de los enfermos para el año 2011.

Por otro lado, unido a la mala planificación, no hubo a través de los años, una evaluación de la calidad de los servicios médicos y administrativos ni una buena coordinación entre el primer nivel, el de los EBAIS y el último, el de los hospitales. Los servicios médicos se fueron deteriorando en cuanto a oportunidad para darlos, causando gran disgusto entre los pacientes, en especial entre el trabajador que cotiza sin ver que ese aporte es compensado por la Caja, ya que tiene muchas veces que recurrir a la medicina privada para una pronta atención, debido a sus enfermedades, con un gasto que desequilibrio sus presupuestos sin razón.

El programa de los EBAIS, en teoría era excelente para un país en vías de desarrollo pero para llevarlo a la práctica y que fuera efectivo costaría mucho dinero y tiempo. Se suponía que el mismo daría lugar a que el médico conociera la comunidad y la patología prevalente, tratara enfermos y con el resto del equipó informara a la población de los factores de riesgo existentes y se evitaran así múltiples enfermedades, amén de que ese médico se haría cargo de tratar a los enfermos, dando atención a las embarazadas y a los niños y a los males crónicos del viejo como: diabetes, hipertensión, lumbalgias, artritis, ansiedad, asma, etc. y controlaría los casos tratados por especialistas y a los operados, evitando que estos consultaran en las clínicas mayores y hospitales. 16 años después nos se conoce a ciencia cierta cual ha sido el papel de esos EBAIS en este campo ya que los enfermos con patología crónica, continúan acudiendo en masa a sus clínicas y hospitales sobrecargándolos.

Por otro lado, a través de los años aumento la demanda de los servicios médicos, causados por el crecimiento de la población, con envejecimiento de la misma (con costos muy elevados de tratamiento para el anciano), la violencia criminal se disparó, los accidentes se quintuplicaron, y la aparición de enfermedades agudas como las epidemias de sida, dengue y gripe y la cobertura que se hace de los indigentes (sin que el Estado cancele sus gastos oportunamente) y además la carga de unos 400 mil emigrantes que cuando se enferman, acuden a los servicios médicos de la Caja, sin paga alguna. Todo eso generó costos muy elevados, no calculados por la CCSS, ni suplidos por el Estado, amen de que el Gobierno y muchos patronos morosos deben cientos de miles de millones de colones al Seguro Social y que la administración de la Caja no ha sido capaz de hacer estos cobros oportunamente.

Los desaciertos administrativos del periodo 2005 al 2010, en que se aumentó el personal de la Caja de 37 mil a 48 mil trabajadores, sin que eso se reflejara en una mejora sustancial de los servicios médicos, pero si gravemente en sus costos, desequilibraron sus finanzas. Para ser justos debemos decir que hubo desaciertos administrativos también en otros periodos, ya que se extendieron los servicios sin tener el personal, equipo y presupuestos para ello, y se dieron aumentos salariales excesivos para algunos sectores, sin buen contenido económico. Pero la puntilla la dio el aumento brusco de personal en un 29%, en los últimos años y el hecho que en los años 2008 y 2009 se presentó una disminución de las fuentes de trabajo con baja en el número de trabajadores asegurados, sumándose a eso, los exagerados aumentos en los costos de los medicamentos, en la compra de equipos y en construcciones. Todo ocasiono una crisis económica que podría hacer insolvente a la institución en pocos años ya que los gastos han crecido tanto que ya los ingresos no los cubren, apareciendo un déficit serio en el presupuesto como veremos, y que ha mostrado la Organización Panamericana de la Salud (OPS), déficit que nunca comunicaron las Autoridades de la Caja al país.

Debo señalar que me siento orgulloso de tener un Seguro Social único en América Latina, por su extensión y cobertura para un país en vías de desarrollo y que es un ejemplo para el mundo en cuanto a solidaridad, ya que cotizan para el, los patronos, los trabajadores y el Estado. Los que mas ganan cotizan con más y ayudan a los que menos ganan incluyendo a los pobres que no cotizan; el sano, ayuda al enfermo y los jóvenes y adultos trabajan para proteger a los niños y viejos. Esa es la base filosófica de equidad de nuestro Seguro Social, pero sus fallas están dando lugar a que podamos perder todo lo ganado a través de 70 años de esfuerzo nacional por consolidarlo.

En las próximas publicaciones explicaremos los recursos con que cuenta la Caja para dar servicios y sus fallas, cómo se creo el déficit monetario y algunas de las posibles soluciones. Pero desde ahora señalo, que por más esfuerzos que hagamos para mejorar la administración y los servicios médicos reforzándolos, no se podrán eliminar las listas de espera de los pacientes para ser vistos por algunos tipos de especialistas o para algunas operaciones complejas. Me sentiría bien si logramos reducir los tiempos de espera a 6 meses. En España, Canadá, Inglaterra, etc. donde hay sistemas de salud universales para toda la población, las esperas están entre 3 a 6 meses.

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2 comentarios

  1. Vivian Rojas Alvarez

    Con amplio conocimiento y como uno de los profesionales que más ha aportado a la prestación de servicios de salud en nuestro país, el Dr Jaramillo desempolva verdades del sector que han llevado a la ccss a la crisis, entre otras causas.

  2. La crisis de la Caja es producto de la injerencia política en la Administración de la misma y de la ineptitud de los administradores que ha tenido. En este país falta patriotismo y coraje en los contralores y el poder judicial, para no sentar en la silla de acusados a todos los gerentes y presidentes ejecutivos y miembros de la junta directiva de la Caja, que se han hecho de la vista gorda ante los hechos como el mal manejo de inversiones y recursos de la Caja, y por incumplimiento de deberes. Hay una tolerancia para con los patronos morosos y para con los funcionarios que han incumplido con sus deberes como administradores.

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